Doble arco aórtico en perros: reporte de 3 casos
Resumen breve
El doble arco aórtico es una anomalía cardíaca rara, resultado de un desarrollo embrionario anómalo. La consecuencia más común de esta afección es la dilatación esofágica, que puede conducir a un megaesófago secundario, ya que el esófago pasa entre estas estructuras y se contrae. Describimos tres reportes de doble arco aórtico en perros, con tratamiento quirúrgico, con resultados postoperatorios y recuperación del paciente satisfactorios.Índice de contenidos
Resumen
El doble arco aórtico es una anomalía cardíaca rara, resultado de un desarrollo embrionario anómalo. La consecuencia más común de esta afección es la dilatación esofágica, que puede conducir a un megaesófago secundario, ya que el esófago pasa entre estas estructuras y se contrae. Describimos tres reportes de doble arco aórtico en perros, con tratamiento quirúrgico, con resultados postoperatorios y recuperación del paciente satisfactorios.
Introducción
Durante el desarrollo embriológico normal, los arcos aórticos primero y segundo retroceden en gran medida, a excepción de las contribuciones a las arterias carótidas interna y externa. Las arterias carótidas comunes se desarrollan a partir del tercer arco aórtico derecho e izquierdo. El cuarto arco aórtico derecho da origen a las arterias braquiocefálica y subclavia derechas, mientras que el cuarto arco aórtico izquierdo da origen a la aorta.
El quinto arco aórtico retrocede bilateralmente. Los sextos arcos aórticos derecho e izquierdo dan origen a las arterias pulmonares izquierda y derecha, respectivamente. El sexto arco aórtico izquierdo también da lugar al conducto arterioso, que retrocede después del nacimiento para convertirse en el ligamento arterioso. Las anomalías de los anillos vasculares se producen cuando se altera este patrón, más concretamente, cuando una o más de las estructuras vasculares que normalmente se desarrollan a partir del cuarto o sexto arco aórtico izquierdo se desarrollan en el lado derecho1.
Sin embargo, se pueden presentar alteraciones en el desarrollo del arco aórtico y la posición y permanencia de las estructuras vasculares asociadas a este pueden generar anillos de constricción capaces de alterar el correcto funcionamiento del esófago, disminuyendo su capacidad de distención y, de esa forma, limitando el pasaje del bolo alimenticio durante la deglución hacia el estómago2.
Un diagnóstico presuntivo se puede hacer por medio de la radiografía de contraste, observándose el esófago dilatado cranealmente, en su región cervical o en el tercio craneal del tórax y estrecho en la base del corazón. El diagnóstico definitivo se realiza mejor por medio de la exploración quirúrgica3.
La persistencia de ambos cuartos arcos aórticos resulta en la formación de un doble arco aórtico con atrapamiento del esófago entre los arcos1,4. El arco aórtico doble es una ocurrencia rara y representa la corrección más laboriosa de la anomalía del anillo vascular. El amplio conocimiento de la anatomía vascular facilita la identificación intraoperatoria precisa de la naturaleza del anillo vascular, particularmente en estos casos de configuraciones raras e inusuales5.
El alivio quirúrgico de un anillo vascular causado por un arco aórtico doble se logra dividiendo uno de los arcos aórticos. Por lo general, uno de los arcos es menos dominante y ese arco debe dividirse preferentemente. La angiografía preoperatoria o la angiografía por TC son útiles para identificar qué arcada debe dividirse. Si bien es posible dividir cualquiera de los arcos mediante una toracotomía intercostal izquierda, la cirugía se realiza de manera más segura desde una toracotomía en el mismo lado que el arco que se dividirá. Antes de dividir uno de los arcos, debe sujetarse durante un período de tiempo para garantizar que se tolere la división.
La cirugía se realiza pinzando con dos pinzas vasculares y cortando el arco entre las pinzas para dividir un conducto arterioso permeable. Los extremos divididos se cierran con suturas de colchonero reforzadas con compresas de polipropileno 5-0 y se cosen con un patrón continuo simple1.
En el presente artículo se reportan tres casos de configuraciones poco frecuentes de perros con arco aórtico doble persistente diagnosticado y tratado quirúrgicamente. Los casos son interesante porque los pacientes fueron seguidos durante más de dos años sin cambios clínicos ni secuelas detectables.
Casos clínicos
En el Servicio de Cirugía Compleja de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidade Estadual do Norte Fluminense Darcy Ribeiro, Campos dos Goytacazes, Rio de Janeiro, Brasil, se presentaron tres casos de megaesófago secundario a anomalías de anillos vasculares en el período comprendido entre 2018 y 2020.
Caso 1
En este caso, el paciente fue diagnosticado de megaesófago por persistencia de doble arco aórtico a través de una tomografía computarizada. El paciente era una perra, Labrador, de 4 meses de edad, con un peso de 14 kg. La queja principal fue la regurgitación después de la ingesta de alimentos y agua. Al examen físico, el paciente presentaba una adecuada condición corporal. El diagnóstico tomográfico fue sugestivo de anomalía del anillo vascular (doble arco aórtico) y se indicó tratamiento quirúrgico.
Después de completar los pasos de tricotomía y antisepsia, el animal se colocó en decúbito lateral derecho y se realizó una toracotomía lateral izquierda en el cuarto espacio intercostal, a través de una incisión que se extendía desde la superficie vertebral ventral hasta la esternebra, y accedimos al tórax. La exploración reveló un doble arco aórtico y un esófago dilatado en la base del corazón. Realizamos disección del anillo vascular (Figura 1) y se aplicaron dos ligaduras y luego se seccionó la estructura y se liberó el segmento esofágico (Figura 2). Se arregló el tubo torácico durante 48 horas. Las costillas fueron reaproximadas con hilo de nylon – 0, seguido de síntesis de músculo y piel. Se colocó un tubo torácico y se retiró a las 48 horas.
Caso 2
En este caso, el paciente fue diagnosticado de megaesófago por persistencia de doble arco aórtico a través de una tomografía computarizada. El paciente era un perro macho mestizo, de 6 meses de edad, con un peso de 15 kg. La queja principal fue la regurgitación después de la ingesta de alimentos y agua. Al examen físico, el animal presentaba un puntaje corporal bajo.
El diagnóstico tomográfico fue sugestivo de anomalía del anillo vascular (doble arco aórtico) y se indicó tratamiento quirúrgico. Después de completar los pasos de tricotomía y antisepsia, el animal se colocó en decúbito lateral derecho y se realizó una toracotomía lateral izquierda en el cuarto espacio intercostal, a través de una incisión que se extendía desde la superficie vertebral ventral hasta la esternebra, y accedimos al tórax. La exploración reveló un doble arco aórtico (Figura 3) y un esófago dilatado en la base del corazón. Realizamos disección del anillo vascular y se aplicaron dos ligaduras y luego se seccionó la estructura y se liberó el segmento esofágico. Se arregló el tubo torácico por 48 horas. Las costillas fueron reaproximadas con hilo de nylon – 0, seguido de síntesis de músculo y piel.
Caso 3
En este caso, el paciente fue diagnosticado de megaesófago por persistencia de doble arco aórtico. El paciente era un perro macho American Bully, de 3 meses de edad, con un peso de 2,3 kg. La queja principal fue la regurgitación después de la ingesta de alimentos y agua. Al examen físico, el animal presentaba un puntaje corporal adecuado. Al paciente se le realizó una radiografía de tórax con contraste y la imagen mostró dilatación esofágica en la base del corazón. El diagnóstico fue sugestivo de anomalía del anillo vascular y se indicó tratamiento quirúrgico.
Después de completar los pasos de tricotomía y antisepsia, el animal se colocó en decúbito lateral derecho y se realizó una toracotomía lateral izquierda en el cuarto espacio intercostal, a través de una incisión que se extendía desde la superficie vertebral ventral hasta la esternebra, y accedimos al tórax (Figura 4). La exploración reveló un doble arco aórtico y un esófago dilatado en la base del corazón. Realizamos disección del anillo vascular y se aplicaron dos ligaduras y luego se seccionó la estructura y se liberó el segmento esofágico. Se arregló el tubo torácico por 24 horas. Las costillas fueron reaproximadas con hilo de nylon – 0, seguido de síntesis de músculo y piel.
Resultados y discusión
Doble arco aórtico son malformaciones congénitas de la aorta. Son raros en pequeños animales, y su resolución quirúrgica es difícil de realizar. La principal complicación está relacionada con la hemorragia intraoperatoria, especialmente por rotura de la aorta durante su resección o incluso por dehiscencia de la sutura realizada en la aorta.
La anomalía que se encontró confirmó el diagnóstico presuntivo de persistencia del cuarto arco aórtico derecho con la formación de un anillo vascular en el caso 3, cuando solo se realizó radiografía y en los otros dos casos (1 y 2) mediante tomografía computarizada. La cirugía correctiva y solucionar la anomalía, como se describe en el presente reporte, son la base del tratamiento. La edad al momento de la corrección quirúrgica es un factor importante en el pronóstico a largo plazo. La intervención quirúrgica temprana es la principal recomendación, porque la dilatación esofágica y los trastornos de la motilidad pueden empeorar y posiblemente se volverían irreversibles si la cirugía se retrasa3.
La cirugía correctora es la indicación correcta para el tratamiento de esta afección, ya sea a corto o mediano plazo. Si se conserva la motilidad esofágica, los resultados quirúrgicos son satisfactorios y el pronóstico es favorable. En los casos reportados, no hubo complicaciones en el postoperatorio y la recuperación de los pacientes ocurrió adecuadamente. Los pacientes fueron seguidos por un periodo de dos años sin que se reportaran casos de morbilidad o mortalidad.
Conclusión
En los casos reportados, la cirugía fue adecuada con la recuperación de los pacientes, sin casos de mortalidad.
Bibliografía
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