Comparación de dietas: un pequeño cálculo para una conclusión adecuada
Resumen breve
En la práctica clínica diaria, se encuentran muchas veces con la necesidad de evaluar y comparar el contenido en nutrientes entre alimentos para encontrar el más adecuado para un paciente. Se puede necesitar conocer que opción es más rica o aporta menos de cierto nutriente, especialmente en animales con patologías. Por ejemplo, aquella opción “hipoalergénica” más baja en grasa o aquella opción renal, más rica en potasio.Índice de contenidos
Porque no tiene sentido plantear una ración casera basándose en porcentajes o en proporciones
En la práctica clínica diaria, se encuentran muchas veces con la necesidad de evaluar y comparar el contenido en nutrientes entre alimentos para encontrar el más adecuado para un paciente. Se puede necesitar conocer que opción es más rica o aporta menos de cierto nutriente, especialmente en animales con patologías. Por ejemplo, aquella opción “hipoalergénica” más baja en grasa o aquella opción renal, más rica en potasio.
La información nutricional más fácilmente disponible sobre un alimento es la composición analítica que aparece en el etiquetado, sin embargo, estos datos ofrecen información solo de proteína, grasa y fibra bruta. Cada vez más, especialmente en el caso de dietas veterinarias, los productores ofrecen en sus webs y sus guías de producto un perfil nutricional del producto más extenso y completo que incluye datos sobre el contenido en minerales, vitaminas, ácidos grasos, etc. Estos datos suelen estar expresados en porcentaje (%, gramos de nutriente por cada 100 gramos de alimento) o en miligramos o unidades internacionales de nutriente por kilogramo de alimento, siempre en materia fresca, aunque cada vez más los productores ofrecen también datos expresados en base energética.
¿Por qué no se puede compararel contenido en nutrientesde los alimentos en materiafresca, tal como se expresa enla etiqueta?
El contenido de un nutriente que va a ingerir un animal depende de la cantidad total de alimento que va a ingerir. La cantidad de alimento que va a ingerir, a su vez, depende de la densidad en energía del alimento, es decir de las kcal por gramo que aporte. Por esta razón, expresar el contenido de los nutrientes en base energética es la mejor manera para comparar. Véase un ejemplo en las figuras 1 a 5.
Cómo transformar la concentración de nutrientes a base calórica paso a paso
Para el cálculo del contenido de un nutriente en base energética se necesitan los siguientes datos:
- Concentración del nutriente en el alimento (por 100 gramos o por kg de alimento): se puede encontrar según el nutriente en % (gramos por 100 gramos), mg o UI o µg por 100 gramos o por kg de alimento, en materia fresca.
- El aporte energético del alimento (kcal/100 gramos o por kg).
- El contenido en energía no es de declaración obligatoria, pero algunos fabricantes lo indican en su página web o guía de producto, o se les puede contactar por teléfono o e-mail. Si no se tiene disponible, se puede estimar a partir del análisis de la etiqueta .
- El cálculo se realiza según: g nutriente⁄100 kcal=[ ( g,mg,… nutriente por 100 g)⁄kcal EM por 100g]x 10
En la Figura2 se ofrece un ejemplo paso a paso.
Los nutrientes también se pueden expresar por 1000 kcal (por ejemplo, en ciertas guías de producto o libros), en ese caso simplemente se multiplica el valor por 100 kcal por 10.
Ejemplo de comparación de dietas, a propósito de un caso práctico
Las diferencias entre el valor en materia fresca (de la etiqueta) y el aporte comparable (en base energética) del contenido de un nutriente, es más grande cuando secomparan alimentos con diferente nivel de humedad, ya que los alimentos con mayor contenido en agua son más voluminosos, es decir el animal deberá ingerir más cantidad (hasta 4-5 veces más) de un alimento húmedo para cubrir sus necesidades energéticas que con un alimento seco. Es decir, usar los valores de la etiqueta para comparar alimentos enlatados, frescos, crudos, etc., versus alimentos secos pueden llevar a confusión.
Se planteó una duda sobre la idoneidad de una dieta administrada a un paciente, un perro que en un chequeo analítico mostró una elevación del BUN. Específicamente, la pregunta es si esta elevación podría asociarse a la dieta o si habría que hacer más diagnósticos. Según su historia dietética, su alimentación consta de la rotación de 3 menús de una dieta comercial en base a carne cruda congelada (Tabla 1).
A su veterinario de familia al revisar la composición de estos productos le llama la atención que comparado con los % de proteína bruta (PB) de las dietas comerciales húmedas (PB: 6-9% como alimento) estas dietas tienen un porcentaje algo más alto en la etiqueta. Además, las alegaciones de estas dietas especifican altos % de carnes en su composición.
Se plantea la duda si el contenido en proteína de estos productos podría tener relación con el hallazgo analítico.
Para poder decidir cuan altos son estos niveles de proteína se va a calcular el contenido en base energética, independientemente de su humedad y densidad energética (Tabla 2).
Al comparar en base energética se ve una gran variabilidad entre los diferentes menús. Como referencia, un alimento para perro adulto fisiológico suele contener niveles de proteína bruta de entre 5 a 10 gramos por 100 kcal y niveles de grasa de entre 3 a 5 gramos por 100 kcal.
En este caso, los niveles de proteína de los productos (ver Tabla 2), van de bajos (menú 1), a medios (menú 2), a altos (menú 3) y llama la atención que los niveles de grasa van de altos a muy altos, donde el menú 1 dobla el contenido en grasa habitual en alimentos para perros adultos y supera el límite máximo recomendado del NRC de 8 g/100 kcal por el riesgo de insulto pancreático en perros.
Comparación de dietas: un pequeño cálculo para una conclusión adecuada
En la práctica clínica diaria, se encuentran muchas veces con la necesidad de evaluar y comparar el contenido en nutrientes entre alimentos para encontrar el más adecuado para un paciente. Se puede necesitar conocer que opción es más rica o aporta menos de cierto nutriente, especialmente en animales con patologías. Por ejemplo, aquella opción “hipoalergénica” más baja en grasa o aquella opción renal, más rica en potasio.
La información nutricional más fácilmente disponible sobre un alimento es la composición analítica que aparece en el etiquetado, sin embargo, estos datos ofrecen información solo de proteína, grasa y fibra bruta. Cada vez más, especialmente en el caso de dietas veterinarias, los productores ofrecen en sus webs y sus guías de producto un perfil nutricional del producto más extenso y completo que incluye datos sobre el contenido en minerales, vitaminas, ácidos grasos, etc. Estos datos suelen estar expresados en porcentaje (%, gramos de nutriente por cada 100 gramos de alimento) o en miligramos o unidades internacionales de nutriente por kilogramo de alimento, siempre en materia fresca, aunque cada vez más los productores ofrecen también datos expresados en base energética.
¿Por qué no se puede compararel contenido en nutrientesde los alimentos en materiafresca, tal como se expresa enla etiqueta?
El contenido de un nutriente que va a ingerir un animal depende de la cantidad total de alimento que va a ingerir. La cantidad de alimento que va a ingerir, a su vez, depende de la densidad en energía del alimento, es decir de las kcal por gramo que aporte. Por esta razón, expresar el contenido de los nutrientes en base energética es la mejor manera para comparar.(Figura 1)
Cómo transformar la concentración de nutrientes a base calórica paso a paso
Para el cálculo del contenido de un nutriente en base energética se necesitan los siguientes datos:
- Concentración del nutriente en el alimento (por 100 gramos o por kg de alimento): se puede encontrar según el nutriente en % (gramos por 100 gramos), mg o UI o µg por 100 gramos o por kg de alimento, en materia fresca.
- El aporte energético del alimento (kcal/100 gramos o por kg).
- El contenido en energía no es de declaración obligatoria, pero algunos fabricantes lo indican en su página web o guía de producto, o se les puede contactar por teléfono o e-mail. Si no se tiene disponible, se puede estimar a partir del análisis de la etiqueta .
- El cálculo se realiza según: g nutriente⁄100 kcal=[ ( g,mg,… nutriente por 100 g)⁄kcal EM por 100g]x 10
En la Figura2 se ofrece un ejemplo paso a paso.
Los nutrientes también se pueden expresar por 1000 kcal (por ejemplo, en ciertas guías de producto o libros), en ese caso simplemente se multiplica el valor por 100 kcal por 10.
Ejemplo de comparación de dietas, a propósito de un caso práctico
Las diferencias entre el valor en materia fresca (de la etiqueta) y el aporte comparable (en base energética) del contenido de un nutriente, es más grande cuando secomparan alimentos con diferente nivel de humedad, ya que los alimentos con mayor contenido en agua son más voluminosos, es decir el animal deberá ingerir más cantidad (hasta 4-5 veces más) de un alimento húmedo para cubrir sus necesidades energéticas que con un alimento seco. Es decir, usar los valores de la etiqueta para comparar alimentos enlatados, frescos, crudos, etc., versus alimentos secos pueden llevar a confusión.
Se planteó una duda sobre la idoneidad de una dieta administrada a un paciente, un perro que en un chequeo analítico mostró una elevación del BUN. Específicamente, la pregunta es si esta elevación podría asociarse a la dieta o si habría que hacer más diagnósticos. Según su historia dietética, su alimentación consta de la rotación de 3 menús de una dieta comercial en base a carne cruda congelada (Tabla 1).
Tabla 1. Composición analítica de los productos consumidos en base a carne cruda por el paciente (datos de la etiqueta). PB: proteína bruta, GB: grasa bruta, FB: fibra bruta. |
Perfil nutricional | Menú 1 | Menú 2 | Menú 3 |
% PB | 10.9 | 10.59 | 14.59 |
% GB | 22.2 | 13.9 | 12 |
% Humedad | 57 | 65 | 65.4 |
% Materia inorgánica (cenizas) | 3.5 | 3.3 | 6.2 |
% FB | 2 | 2 | 1.6 |
Energía (kcal/100 g) | 240 | 172 | 157 |
A su veterinario de familia al revisar la composición de estos productos le llama la atención que comparado con los % de proteína bruta (PB) de las dietas comerciales húmedas (PB: 6-9% como alimento) estas dietas tienen un porcentaje algo más alto en la etiqueta. Además, las alegaciones de estas dietas especifican altos % de carnes en su composición.
Se plantea la duda si el contenido en proteína de estos productos podría tener relación con el hallazgo analítico.
Para poder decidir cuan altos son estos niveles de proteína se va a calcular el contenido en base energética, independientemente de su humedad y densidad energética (Tabla 2).
Tabla 2. Composición en proteína y grasa en base energética de los productos consumidos por el paciente. |
Perfil nutricional | Menú 1 | Menú 2 | Menú 3 |
PB (g/100 kcal) | 4.5 | 6.1 | 9.3 |
GB (g/100 kcal) | 9.2 | 8.1 | 7.6 |
Al comparar en base energética se ve una gran variabilidad entre los diferentes menús. Como referencia, un alimento para perro adulto fisiológico suele contener niveles de proteína bruta de entre 5 a 10 gramos por 100 kcal y niveles de grasa de entre 3 a 5 gramos por 100 kcal.
En este caso, los niveles de proteína de los productos (ver Tabla 2), van de bajos (menú 1), a medios (menú 2), a altos (menú 3) y llama la atención que los niveles de grasa van de altos a muy altos, donde el menú 1 dobla el contenido en grasa habitual en alimentos para perros adultos y supera el límite máximo recomendado del NRC de 8 g/100 kcal por el riesgo de insulto pancreático en perros.
Bibliografía
La información nutricional en base a materia fresca no es útil para comparar diferentes alimentos entre si o para comparar con los requerimientos mínimos y máximos al verse afectado por el contenido en humedad y la densidad energética de la dieta.
Para comparar los nutrientes de interés, es importante convertir su concentración a base energética (por 100 o 1000 kcal). Algunos fabricantes aportan estos valores, si no, se pueden calcular mediante la fórmula aportada en este artículo. Se necesita el contenido calórico del alimento en kcal por 100 gramos para realizar este cálculo.
Es importante comunicar las limitaciones del etiquetado a los cuidadores, ya que a veces utilizan los componentes analíticos cuando el equipo veterinario recomienda ciertas características nutricionales (como “bajo en grasa”).