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Mitos en nutrición de perros y gatos

Resumen breve

Paralelamente a lo que ocurre la alimentación humana, el mercado de los alimentos para perros y gatos es un mercado en crecimiento en el que los diferentes productores buscan ofrecer productos diferenciados al consumidor.A este escenario, se suma la posibilidad de obtener información en internet por parte del propietario y cuidador, incluso antes de consultar con el veterinario prescriptor.

Sobre este número

Paralelamente a lo que ocurre la alimentación humana, el mercado de los alimentos para perros y gatos es un mercado en crecimiento en el que los diferentes productores buscan ofrecer productos diferenciados al consumidor.A este escenario, se suma la posibilidad de obtener información en internet por parte del propietario y cuidador, incluso antes de consultar con el veterinario prescriptor.

En el campo de la nutrición de perros y gatos, esto es especialmente relevante ya que existen multitud de fuentes online con información, opiniones y recomendaciones.

Sin embargo, como ocurre en otros campos, no todas estas fuentes e informaciones son veraces y contrastadas o con una base científica que apoye algunas de las sugerencias para la alimentación de perros y gatos.

Esto promueve la confusión en propietarios y prescriptores a los que a menudo llegan discursos contradictorios o recomendaciones de dudosa calidad clínica y científica.

Esta situación es propicia para que surjan mitos, confusiones y malentendidos sobre la nutrición y los alimentos que pueden llevar hasta prejuicios equivocados. Por ello, en este número, tratamos algunos aspectos de la nutrición frecuentemente malentendidos.

Lecciones de la evolución

Existe un cierto sector de alimentos que se venden como “evolutivamente correctos”, lo que incluye varias estrategias (altos en proteína/moderados en carbohidratos, dietas en base a carne cruda, etc.). Hoy por hoy, no existe evidencia que apoye su superioridad a otros tipos de alimentación en referencia a la longevidad y calidad de vida de las mascotas. Existe mucha información, especialmente online, que puede estar sesgada y basada en anécdotas. Es importante que el equipo veterinario esté informado de los potenciales riesgos y beneficios de cada estrategia, y así aportar información fiable y recomendaciones en casos donde los cuidadores estén considerando su uso.

Es muy importante saber la alimentación con la que perros y gatos han evolucionado, para obtener información valiosa de como alimentarlos. Es importante, sin embargo, notar que esta no es homogénea y, en el caso de los perros, no siempre basada en alimentación cruda.

La comparación génica con el lobo muestra que los perros tienen una mayor capacidad enzimática para digerir y metabolizar almidón de manera eficaz1, con ciertas variaciones según raza y distribución geográfica. Esta diferencia entre especies se atribuye al hecho de que los perros, como buenos oportunistas, se han adaptado a comer los restos de la comida de los humanos que, en muchas culturas, se basa en cereales u otras fuentes de almidón.

Estudios analizando la dieta típica de perros domésticos de vida libre (cuya dieta sería más cercana a lo que han evolucionado comiendo) sugieren que su dieta no solo incluye carne y órganos de varios animales (incluyendo perro) sino también frutas, verduras y cereales u otras fuentes de almidón2,3. Uno de estos también identifico heces humanas como parte de la alimentación de los perros, la cual es una fuente importante de nutrientes. También se ha observado un alto porcentaje de perros con una condición corporal baja, lo que se asocia a una menor supervivencia.

Su esperanza de vida en estas áreas es corta (entre 1 y 3,5 años). Obviamente, las causas de esta vida corta son múltiples e incluyen otros factores (como enfermedad o depredadores), la asociación de una condición corporal baja y una menor supervivencia sugiere que la malnutrición es un factor que contribuye a morbilidad y mortalidad.

En gatos, la situación es algo distinta. Aunque han evolucionado consumiendo presa de pequeño tamaño, su alimentación va a variar según el área geográfica y otros aspectos4,5.La composición de la presa es variable, pero en general es alta en proteína, moderada en grasa y baja en carbohidratos (Figura 1)4. También es baja en fibra, pero no necesariamente baja en componentes indigestibles, como pelo, plumas y tendones.Es notable que, analizando presas típicas de gatos6, no se cumplirían todas las necesidades nutritivas descritas para esta especie7.

Figura 1. Distribución calórica media de las presas típicas de gatos ferales en el norte de California.
Figura 1. Distribución calórica media de las presas típicas de gatos ferales en el norte de California.

Según estos estudios, los alimentos comerciales vendidos como “evolutivamente correctos” no se parecen, ni en ingredientes ni en composición, a lo que un perro o gato asilvestrado (o sus ancestros) come.Pero, incluso si se parecieran, no es garantía de que tal alimentación sería más saludable para perros y gatos. Los alimentos vendidos como “evolutivamente correctos”, de la misma manera que todos los demás, deben formularse cuidadosamente para asegurar que las necesidades nutritivas se cumplen y que no es suficiente que un alimento sea “natural” y/o no procesado térmicamente para ser nutritivo.Independientemente del procesado que se realice, el fabricante debe tener conocimiento de qué pérdidas pueden suceder y como compensarlas y evitarlas, además de establecer un buen control de calidad durante el transporte, procesado y almacenaje.

En conclusión, el conocimiento sobre la alimentación de perros y gatos asilvestrados y sus ancestros nos da información muy valiosa sobre su nutrición, pero hay que considerar sus limitaciones: es variable, refleja lo que es disponible (y no necesariamente lo óptimo), y no tiene en cuenta las circunstancias de mascotas en un ambiente de vida interior.

Bibliografía

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La calidad del alimento: más allá de los ingredientes

Muchas veces nos podemos plantear si un producto comercial para la alimentación de perros y gatos tiene calidad nutricional y cubre las necesidades del animal de forma eficaz, además de favorecer el objetivo último de la alimentación, que es el de permitir una vida longeva y con la mayor calidad de vida posible.

Desafortunadamente la etiqueta por sí sola no nos sirve para evaluar la calidad nutricional.

Parámetros como los tipos de ingredientes que se utilizan, las cantidades de nutrientes (como por ejemplo el % de proteína bruta) que aparece en la etiqueta, el tipo de procesado o cocción (fresco, enlatado, en croqueta, etc.) no nos dan ninguna garantía en cuanto a la calidad nutricional del producto y a la idoneidad de este para nuestro perro o gato.

Entonces, ¿en qué datos adicionales nos tenemos que fijar para recomendar un alimento?

Esta valoración requiere confiar en que el fabricante está realizando todos los controles de calidad necesarios para asegurarse que el producto es nutritivo y seguro para la especie y etapa fisiológica de destino. No debemos confiar ciegamente, es importante que nos informemos de forma exhaustiva sobre estos fabricantes para formar nuestra opinión y recomendar o no sus productos.

La información que necesitamos la vamos a obtener de los productores, que nos deben facilitar garantías del producto. También formaremos nuestra opinión mediante la reputación del fabricante.

Hay muchas casas comerciales, y surgen nuevas constantemente, con lo que es muy difícil conocer la reputación de todas, especialmente aquellas que son nuevas. Esto puede resultar muy confuso y en estos casos es muy útil tener un protocolo de criba para evaluar estas marcas.

La WSAVA (organización mundial de veterinarios de animales de compañía) ha establecido unas recomendaciones con aspectos importantes a considerar por el tutor a la hora de elegir un producto para su mascota. Estas recomendaciones se pueden descargar en su web para su consulta o para proporcionarlas a propietarios interesados2.

Estas recomendaciones no son regulatorias, son simplemente una guía para navegar el complejo mundo de los alimentos comerciales.

Existe mucha información sobre nutrición para mascotas, especialmente online, que no está contrastada y puede ser confusa y contradictoria. Las recomendaciones de la WSAVA están orientadas a ayudar a los cuidadores a identificar productos adecuados.

Toda esta información, crítica para evaluar la calidad del alimento, es difícil de encontrar al no estar en el etiquetado ni en fuentes de información suplementaria del alimento, ya que son informaciones de funcionamiento interno del productor. Por ello la WSAVA recomienda contactar directamente con el fabricante para informarse sobre estos puntos.

¿Cuáles son los puntos clave de estas recomendaciones y por qué son importantes?1

En la opinión de las autoras, hay aspectosadicionales a considerar durante la evaluacióndel alimento (Tabla 1).

Tabla 1. Puntos clave de las recomendaciones y su importancia.
Cuestiones Interpretación de las autoras Opinión WSAVA
  • ¿Cuáles son el nombre, las calificaciones y la situación laboral del nutricionista?
  • ¿La receta es desarrollada por un formulador de alimentos para mascotas con experiencia (MS o PhD en Nutrición Animal), un veterinario o un dueño / criador / adiestrador de mascotas?
  • Cada especie tiene unos requerimientos y características nutricionales únicas y distintas (las de perros y gatos no son las de un humano). Las personas formulando y desarrollando estos productos deben haberse formado en profundidad y tener experiencia en nutrición de la especie de destino, ya que no es tarea fácil.
  • Las fórmulas pueden necesitar ajustes, por ejemplo, para incluir cambios de ingredientes, por ello es interesante que el formulador sea alguien que puede atender estos cambios en el día a día de la compañía mejor que la subcontratación de fórmulas estandarizadas o a terceros ajenos a la compañía.
  • Las calificaciones adecuadas son un máster o doctorado en nutrición animal o una certificación de especialista en nutrición veterinaria (ACVIM o ECVCN).
  • Los consultores terceros pueden tener una influencia limitada en comparación con un nutricionista de la propia compañía.
  • El desarrollo de recetas es un proceso complejo que requiere conocimientos de nutrición, materias primas y procesamiento que no se enseñan en los programas de las escuelas de veterinaria
  • ¿Cuál es el proceso de control de calidad de los ingredientes?
  • ¿La dieta cumple con el perfil basado en el análisis usando una base de datos de nutrientes o en el análisis químico del producto terminado?
  • Los ingredientes deberían ser analizados (perfil nutricional, presencia de sustancias indeseables, etc.) antes de su inclusión en el alimento.
  • Más allá del contenido en nutrientes del producto existen pruebas para evaluar la biodisponibilidad de estos para asegurar que van a ser aprovechados por el perro o gato. Estas pruebas (de digestibilidad, adecuación) no son requeridas por ley, pero son una garantía más que el producto es nutricionalmente adecuado.
  • Las dietas formuladas para cumplir con las pautas de AAFCO (en EEUU) o de FEDIAF (en Europa) deben cumplir con sus perfiles de nutrientes. Esto puede cumplirse según bases de datos (teórico) o análisis final (real)
  • ¿Cuál es el proceso de control de calidad del producto terminado?
  • La ley no obliga a analizar los nutrientes del producto final tras su mezcla y procesado con lo que el contenido se supone sobre el papel. Sin embargo, hay factores como la propia disponibilidad de los nutrientes en los ingredientes, el efecto del procesado o la manipulación o la interacción entre nutrientes que pueden alterar este contenido. Por tanto, para conocer si el contenido de nutrientes en el producto final es el esperado este se debe analizar de forma periódica.
  • Los fabricantes y proveedores de alimentos para mascotas deben tener un control de calidad adecuado para garantizar la seguridad del animal de compañía y del propietario. Esto debe incluir la validación de los ingredientes (alimentos y aditivos), el análisis final de los nutrientes de la dieta, toxicología, bacteriología y las pruebas de envasado / vida útil antes, durante y después de la fabricación
  • ¿Qué tipo de investigación de productos o estudios de nutrición se han realizado?
  • ¿Se publica en revistas revisadas científicas?
  • Si un alimento alega que contiene cierto producto o tiene ciertas características con efectos beneficiosos para la salud esto debe estar verificado científicamente mediante estudios publicados. Si estos no están publicados, es recomendable llamar al productor para que nos los aporte
  • Las empresas de alimentos para mascotas no están obligadas a realizar o patrocinar investigaciones nutricionales para producir y vender un alimento, pero cuando lo hacen, indica un compromiso con la salud y el bienestar de los animales.

En la opinión de las autoras, hay aspectos adicionales a considerar durante la evaluación del alimento.
WSAVA recomienda que, si el fabricante no puede o no quiere proporcionar esta información, los veterinarios y los propietarios deben tener cuidado al alimentar con esa marca.

Además, los representantes de la empresa deben ser fácilmente accesibles para preguntas adicionales. Lo más razonable hoy en día es indicar en el etiquetado un número de teléfono y/o correo electrónico de contacto al que respondan con la mayor celeridad.

Las empresas pueden hacer sus propios alimentos (es decir, «Hecho por») o utilizar un fabricante externo (es decir, «Hecho para» o «Distribuido por»). Si el productor del alimento es un tercero es probable que tenga sus propios proveedores y sistemas de control y seguridad. Por ello, la marca debe asegurarse que quien produce el alimento sigue sus estándares de calidad mediante auditorías periódicas y también debe disponer de la información que el consumidor puede necesitar.

Las pruebas con paneles son especialmente importantes en empresas con menor experiencia o con la introducción de ingredientes noveles o poco utilizados o el uso de procesados novedosos. Hoy en día aparecen en el mercado opciones innovadoras de alimentos, diferentes a las clásicas croquetas, latas, además también se innova en el uso de nuevos ingredientes, carnes, legumbres menos comunes, etc.

Esto puede enriquecer mucho el mercado y resultar atractivo, pero no debemos perder de vista las garantías de calidad nutricional, en formatos nuevos poco utilizados es imprescindible que el productor se haya asegurado de que su proceso e ingredientes son seguros y su producto contiene los nutrientes adecuados y aprovechables mediante pruebas y análisis previas a su comercialización. Si hay un problema nutricional será detectado y podrá ser corregido, si no existe el riesgo de que afecte a nuestro paciente.
Que un productor cumpla las recomendaciones WSAVA es una criba de su calidad nutricional, garantía y responsabilidad. Preguntemos a los productores por estos factores de calidad: testaje y análisis de los productos, estudios sobre los beneficios supuestos, personal experto, especialmente a aquellas empresas que no conozcamos o que presentan productos innovadores para evitar riesgos.

Bibliografía

  1. Hervera, M., Villaverde C. Recursos y materiales. En: Manual de Nutrición para el ATV. Barcelona, España: Multimédica ediciones veterinarias; 2022. p. 221-2.
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¿Subproducto o coproducto?

Los alimentos completos contienen múltiples ingredientes (o materias primas) que aportan muchos de los nutrientes necesarios. Otros nutrientes, especialmente ciertas vitaminas y minerales, los aportan los aditivos nutricionales, si es necesario.

El nombre por el que un ingrediente aparece en la etiqueta de un alimento para perros o gatos no tiene ninguna repercusión en su calidad nutricional, es decir, en la cantidad y disponibilidad en la que aporta nutrientes importantes para el animal. El valor nutricional de un alimento completo depende de la combinación final de estos ingredientes para cubrir las necesidades en nutrientes y del efecto del procesado.

Los ingredientes aparecen en la etiqueta de los alimentos en una lista por orden de contenido en peso (composición). La ley establece cómo deben ser llamados los ingredientes en la lista de composición de los alimentos para perros y gatos. Los ingredientes pueden ser especificados en la lista por su nombre concreto (p. ej., pollo) o por su categoría (p. ej., carnes)1. Si están expresados por su categoría, se puede contactar con el productor para saber a qué producto específico se refiere.

Los subproductos vegetales o animales son una denominación legal como categoría de algunos productos nutricionalmente adecuados que se pueden incluir en los alimentos para perros o gatos. Los subproductos engloban aquellos ingredientes generados durante la obtención del producto principal de interés para la industria. Por ejemplo, el hígado de pollo se considera un subproducto ya que el producto principal deseado del pollo es su carne (pechuga y muslo). Estos productos pueden ser ingredientes de gran calidad nutricional.

A continuación, se detalla la definición legal2 y ejemplos de productos denominados subproductos u otros nombres de categoría usados en los alimentos para perros y gatos. (Tabla 2)

Tabla 2. Definición legal y ejemplos de productos denominados subproductos u otros nombres de categoría usados en los alimentos para perros y gatos.
Declaración en la lista de ingredientes Definición según la directiva europea 82/475/CEE Ejemplo del producto específico al que se refiere
Carnes y subproductos animales Todas las partes carnosas de animales terrestres de sangre caliente sacrificados, en estado fresco o conservadas mediante un tratamiento adecuado y todos los productos y subproductos procedentes de la transformación del cuerpo o de partes del cuerpo de animales terrestres de sangre caliente Corazón de cerdo, hígado de pollo, carne de pollo, cartílagos hidrolizados (fuente de condroitina)
Subproductos de origen vegetal Subproductos procedentes del tratamiento de productos vegetales, en particular de cereales, legumbres, leguminosas y semillas oleaginosas Extractos de plantas (antioxidantes de origen botánico), lecitinas, pulpa de remolacha (fuente de fibra mixta)
Extractos de proteínas vegetales Todos los productos de origen vegetal, cuyas proteínas se hayan concentrado mediante un tratamiento adecuado, que contengan por lo menos un 50 % de proteínas brutas con relación a la materia seca Concentrado de proteína de trigo
Cereales Todas las especies de cereales, sea cual fuere su presentación, o los productos obtenidos por la transformación de la semilla harinosa de los cereales Harina de trigo, almidón de maíz
Aceites y grasas Todos los aceites y grasas animales o vegetales Aceite de girasol, aceite de pescado

Subproductos animales

En los alimentos para perros y gatos se utilizan muy frecuentemente ingredientes cárnicos provenientes de animales terrestres. El origen común de estos productos son las canales que se procesan y separan en diferentes componentes que van a la cadena de consumo. Si no son aptos (animales muertos, enfermos, especies no autorizadas, tejidos no autorizados, etc.) estos serán destruidos o se usarán para producir abonos3.

Entre los componentes destinados al consumo, hay piezas de carnes, retales de carne, vísceras (o menudillos), grasas, gelatinas, cueros, cabezas (pollo) y patas. Todos estos productos se pueden incluir en los alimentos para perros y gatos, sin embargo, los productores suelen incluir solamente aquellos productos con valor nutricional: carnes, vísceras y grasas.

Los coproductos generados en el procesado de las canales como las vísceras y grasas pueden declararse como subproductos animales. Pese a este nombre desafortunado, pueden ser ingredientes de un valor nutritivo excelente, incluso mayor que la carne. Muchas vísceras contienen más proteína, vitaminas y minerales que la carne (Figura 2).

Figura 2. Ejemplo de composición de tejido muscular esquelético (carne) y algunas vísceras de canales de animales para el consumo en algunos nutrientes esenciales para perros y gatos4.
Figura 2. Ejemplo de composición de tejido muscular esquelético (carne) y algunas vísceras de canales de animales para el consumo en algunos nutrientes esenciales para perros y gatos4.

Subproductos vegetales

Los vegetales pueden incorporarse enteros en el alimento, sin embargo, es frecuente usar concentrados proteicos vegetales. Estos se obtienen al quitar el almidón, la fibra y la grasa (total o parcialmente) y tras un proceso de secado. Este producto es más concentrado en proteína que el original. Ejemplos de concentrados vegetales son los de soja y otras legumbres (como el guisante), los de cereales (como el gluten de maíz), y los de tubérculos (como la patata). Estos productos pueden declararse por su nombre o como la categoría de “subproductos vegetales” en la lista de ingredientes.

Las fuentes más habituales de fibra en la dieta son las pulpas vegetales que son el componente fibroso concentrado de productos como el tomate, la remolacha azucarera, o los cítricos. Estos ingredientes suelen ser coproductos que se obtienen en el tratamiento de estos vegetales (p. ej., la extracción de azúcar de la remolacha o de jugo de la naranja) y aportan una fuente de fibra mixta muy útil. De forma similar los salvados y las cáscaras y cascarillas de granos, frutos, legumbres, etc. que se obtienen al procesar estos productos son una fuente concentrada de fibra.

Otros subproductos

Se pueden utilizar coproductos de la industria quesera (sueros, queso) también pueden incorporarse para aportar nutrientes y nutracéuticos.
El pescado en alimentos para perros y gatos suele incluir pescados enteros de especies capturadas de forma secundaria (que carecen de interés para el consumo humano) o coproductos procedentes de la industria extractiva (de aceite) y conservera.

Sostenibilidad

La sostenibilidad nutricional tiene una relación directa, lógicamente, con la alimentación de otras especies, especialmente las domésticas. En el caso de la alimentación para perros y gatos compite de una forma directa con la alimentación humana, ya que incorpora ingredientes que se destinarían sino al consumo humano (carnes, cereales, legumbres, etc.). Sin embargo, también puede, de forma eficaz, aprovechar coproductos de la industria alimentaria humana permitiendo así que no se desechen y maximizando su aprovechamiento y reduciendo su impacto medioambiental.

Bibliografía

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  3. European Comission. Reglamento (CE) n° 1774/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo de 3 de octubre de 2002 por el que se establecen las normas sanitarias aplicables a los subproductos animales no destinados al consumo humano. 2002.
  4. Biel W, Czerniawska-Piątkowska E, Kowalczyk A. Offal chemical composition from veal, beef, and lamb maintained in organic production systems. Animals. 2019;9(8).

Mucha carne, poca carne… ¿es más mejor?

Las alegaciones de ingrediente1 son aquellas que se enfocan en las materias primas utilizadas para fabricar el alimento. Ejemplos de alegaciones de ingredientes pueden ser negativas, enfatizando lo que el producto no lleva (“sin cereales”, “sin subproductos”, “sin conservantes artificiales”) o positivas, enfatizando el ingrediente que sí incluye o en la cantidad.

Las alegaciones sobre el contenido de carne son muy frecuentes, especialmente aquellas que denotan la posición del ingrediente cárnico en la lista de ingredientes y las que incluyen el porcentaje de inclusión. El mensaje subyacente de estas alegaciones es que el alimento es mejor si la carne (o pollo o pescado) es el primer ingrediente y/o si su nivel de inclusión es elevado, ¡lo que no es siempre cierto!

El nivel de inclusión de carne no se correlaciona siempre con nivel proteico, ya que la carne aporta otros nutrientes, como humedad (muy alta, en el caso de carne congelada), grasa y minerales.

La posición de la carne en la lista de ingredientes es, en general, irrelevante. Hay estrategias para subir la carne de posición, como el utilizar carne congelada, alta en humedad. En este caso, aunque la carne sea el primer ingrediente por peso, su posición relativa cambiaría si la lista no tuviera en cuenta la humedad de los ingredientes. Un concentrado proteico (como con proteína deshidratada o harinas) puede no ser el primer ingrediente, pero aportar una alta cantidad de este nutriente.

Pero incluso cuando la carne es el primer ingrediente (tanto en forma congelada como concentrada) esto no se correlaciona con la calidad proteica, determinada como su perfil de aminoácidos y su biodisponibilidad. Tampoco tiene en cuenta la proteína aportada por otros ingredientes (como cereales o legumbres).

Incluso en los casos donde un mayor porcentaje de carne indicara un mayor aporte proteico, el que una dieta tenga más proteína que otra (independientemente de su calidad) tampoco tiene por qué ser beneficioso para todas las mascotas. La proteína es un nutriente valioso, escaso, y aportarlo muy por encima de las necesidades del animal tiene efectos medioambientales importantes, además de las consideraciones éticas.

En conclusión, pese al atractivo de esta alegación, no es algo suficiente para determinar la calidad de un alimento y ni siquiera es especialmente útil para estimar el contenido proteico o su calidad. La popularidad de esta alegación lleva a situaciones como la de la figura X, ¡donde se reporta un contenido de carne imposible del 170 %! Esta alegación es, claramente, incorrecta, ya que la inclusión de un ingrediente no puede superar el 100 %. En el caso de este producto, los fabricantes alegan que incluyen alrededor de un 70 % de proteína deshidratada (con bajo porcentaje de humedad) pero que si se usara el equivalente en carne congelada (alta en humedad), esto se convertiría en un 170 %. Aunque, matemáticamente, no tiene sentido, esto puede ser todavía muy atractivo para un comprador.

Tabla 3. Riesgos descritos asociados a la alimentación en base a carne cruda.
  • Nutricionales
  • Asociados a huesos
  • Asociados al nivel de grasa
  • Microbiológicos
Figura 3. Alegación de contenido de carne, en comparación con su contenido proteico.
Figura 3. Alegación de contenido de carne, en comparación con su contenido proteico.

Bibliografía

  1. FEDIAF. Nutritional Guidelines For Complete and Complementary Pet Food for Cats and Dogs [Internet]. 2021

¿Por qué cocinamos la carne?

La alimentación en base a carne cruda es cada vez más popular. Su uso se asocia a una tendencia de “alimentación natural “, y este tipo de alimentación se promulga como más correcto y adecuado. La alimentación en base a carne cruda tiene múltiples riesgos bien documentados (figura X), incluyendo micorbiologicos1–3. Este tipo de riesgos es la principal razón por la cual la carne se suele cocinar, tanto en nutrición humana como animal.

Pese a que el riesgo no está bien cuantificado y a la creencia que perros y gatos son más resistentes a este tipo de patógenos, la alimentación con carne cruda puede asociarse a enfermedad en humanos4 y mascotas, donde se ha descrito salmonelosis2 , tuberculosis5 y brucelosis6. Además, el consumo de pollo crudo se ha identificado como factor de riesgo para poliradiculoneuritis en perros, sospechada mediada por Campilobacter7.

Otro aspecto preocupante es la asociación de consumo de alimento en base a carne cruda en mascotas y el aumento de excreción de bacterias resistentes a antibióticos8,9. La resistencia a los antibióticos es una causa importante de mortalidad10 y es un tema de salud pública prioritario en estos momentos.

Pese que se han estudiado ciertos métodos para hacer alimentación cruda más segura (como la pasteurización de alta presión y ciertos aditivos11) sin embargo los resultados aun no son consistentes, son peores que la cocción, y no se utilizan de forma general actualmente. En el Reino Unido se ha desarrollado un certificado para garantizar una calidad mínima de procesado de alimentos crudos, lo que da ciertas garantías, pero el riesgo inherente del producto (no solo durante su procesado y envasado, sino durante almacenamiento, tiempo en tienda y uso en casa) sigue presente.

Por estos motivos, varias asociaciones veterinarias, como la WSAVA12, se posicionan contra el uso de alimentación en carne cruda. Las autoras tampoco lo recomendamos o formulamos debido a estos riesgos y la poca evidencia de su superioridad contra alimentos comerciales o caseros cocinados de buena calidad, en espera a la aparición de procesos que las hagan más seguras.

Todas las clínicas veterinarias deben desarrollar una política hospitalaria alrededor del manejo de pacientes alimentados con este tipo de producto, para minimizar el riesgo para otros pacientes y personal (especialmente aquellos que puedan estar inmunosuprimidos).

También es recomendable incluir estas conversaciones en el historial y, si los cuidadores optan por el uso de este tipo de alimentos, conversar sobre medidas de higiene para minimizar, que no eliminar, el riesgo13. La FDA tiene información en su web (en castellano) sobre cómo manejar el alimento para mascotas, tanto crudo como cocinado14.

Tabla 4. Nutrientes aportados por cereales.
  • Almidón → Energía
  • Aminoácidos
  • Ácidos grasos esenciales
  • Vitaminas
  • Minerales
Figura 4. Ejemplo de distribución calórica (% energía metabolizable) de cinco alimentos comerciales para gatos secos sin cereales vs dos alimentos secos (usando información de etqiuetaje).
Figura 4. Ejemplo de distribución calórica (% energía metabolizable) de cinco alimentos comerciales para gatos secos sin cereales vs dos alimentos secos (usando información de etqiuetaje).

Bibliografía

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¡Los cereales son nutritivos!

Existen múltiples mitos alrededor de los ingredientes que aportan carbohidratos digestibles en alimentos para mascotas, especialmente cereales. Los cereales (trigo, maíz, arroz, etc.) se llevan usando en alimentos para mascotas desde hace décadas y aunque su uso principal es como fuente de energía, también aportan una variedad de nutrientes (Figura X). No son, por lo tanto, ingredientes “de relleno” ya que aportan más nutrientes además de calorías. Incluso en este sentido, el aporte de calorías en forma de carbohidratos permite formular alimentos moderados en grasa y calorías para ayudar al control de peso, además de permitir ahorrar proteína, un nutriente valioso y escaso.
En los últimos años ha habido un aumento en los alimentos sin cereales (“grain free”) para perros y gatos, y su marketing puede dar la impresión de que el uso de alimentos que contienen este tipo de ingredientes son problemáticos. Algunas de las alegaciones contra los cereales incluyen alergias alimentarias, el ser “poco naturales” o ser menos digestibles. Sin embargo, los cereales no son una causa principal de alergias alimentarias1, y son altamente digestibles si se cocinan adecuadamente 2,3, de forma similar a otras fuentes de almidón como legumbres o tubérculos.
Respecto al aspecto “natural”, los perros particularmente han evolucionado consumiendo cereales y otros ingredientes ricos en almidón4. En cualquier caso, los alimentos sin cereales utilizan fuentes alternativas de este nutriente, con lo que no son necesariamente nutricionalmente distintas (más bajas en carbohidratos o altas en proteína). En la figura X se ve un ejemplo de alimentos para gatos con y sin cereales, y se puede ver que la composición en macronutrientes no se puede predecir según la inclusión o exclusión de estos ingredientes.
Mas aun, ciertas dietas sin cereales, especialmente de casas comerciales que no cumplen las recomendaciones de WSAVA5, y aquellas ricas en ciertas legumbres (como guisantes o lentejas) se han asociado a casos de cardiomiopatía dilatada canina6–9. Aunque ciertos autores ponen en duda esta relación10,11, en opinión de las autoras es prudente evitar este tipo de alimentos hasta que se conozcan más detalles sobre la naturaleza de esta asociación.

Bibliografía

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  10. McCauley SR, Clark SD, Quest BW, Streeter RM, Oxford EM. Review of canine dilated cardiomyopathy in the wake of diet-associated concerns. Vol. 98, Journal of Animal Science. 2020.
  11. Quest BW, Leach SB, Garimella S, Konie A, Clark SD. Incidence of Canine Dilated Cardiomyopathy Diagnosed at Referral Institutes and Grain-Free Pet Food Store Sales: A Retrospective Survey. Frontiers in Animal Science. 2022;3.

Nuevos productos e ingredientes ¿suficientemente testados?

Hasta hace una década, la evolución del mercado del petfood aunque evolucionaba y surgían nuevos productos no era comparable con la explosión de nuevos productos, formatos (cocinados, peletizado, fresco, crudo, etc.), tendencias alimentarias (vegetarianas, grain-free, etc.), productores, marcas que han aparecido en los últimos años.

La historia en el desarrollo de productos para la alimentación de perros y gatos nos muestra que procesados y ingredientes poco conocidos o en niveles de incorporación al alimento poco habituales pueden ser origen de problemas relacionados con la calidad nutricional de los que podemos ser desconocedores.

Esto debería hacernos ser especialmente cautelosos con los productos novedosos (en cuanto al formato, procesado, ingredientes), echar la vista atrás y plantearnos un testaje de estos productos lo más exhaustivo posible antes de incorporarlos al mercado y alentar su consumo para evitar sucesos como los que han ido surgiendo y que desafortunadamente han afectado la salud de muchos animales antes de que hayamos sido capaces de detectar, entender el problema y corregirlo.

¿Qué hemos aprendido de la historia?

Aunque la historia de los alimentos específicos para perros y gatos es relativamente corta, desde los años 50 del siglo pasado en que empieza la comercialización de productos tal como la conocemos hoy en día ha habido sucesos relacionados con los alimentos para perros y gatos y su seguridad nutricional. Aunque estos sucesos nos han permitido avanzar en el conocimiento de los requerimientos nutricionales de los animales han afectado en su momento de forma dramática la salud de las mascotas afectadas. La mayoría de las ‘crisis’ en la historia de los alimentos para animales de compañía están relacionadas con la introducción de ingredientes o procesados nuevos en ese momento y que, por lo tanto, se desconocía algunos aspectos o no se habían estudiado suficiente antes de incorporarlos en los alimentos para perros y gatos.

Uno de los primeros fue las cardiomiopatías que presentaban gatos durante los años 801 y que se relacionó con una deficiencia de taurina en la dieta y estudios posteriores permitieron relacionar con la alteración de la disponibilidad de este aminoácido en dietas húmedas por los efectos del tipo de procesado2. Este problema ya no se da hoy en día ya que se conocen los niveles de inclusión necesarios para garantizar el contenido adecuado en alimentos enlatados3.

Durante los 80 también, la presencia de dermatosis en cachorros se relacionó con la deficiencia de cobre y zinc en alimentos con una pobre digestibilidad, aun conteniendo niveles adecuados puso de manifiesto la importancia de la biodisponibilidad de los nutrientes como garantía de calidad nutricional y las limitaciones de las medidas cuantitativas4. La alta prevalencia de urolitiasis por estruvita en los 80 en gatos mostró la necesidad de introducir estrategias como la acidificación en las dietas felinas5.

La incorporación de nuevos ingredientes como el cordero en los alimentos para animales de compañía (ingrediente poco usado en ese momento) también estuvo relacionado con deficiencias de taurina que se manifestaban como cardiomiopatías dilatadas en perros a principios de los años 20006. Esto se relacionó con el aporte marginal de estos tipos de ingredientes de aminoácidos sulfurados precursores de taurina que provocaban un estatus de taurina marginal en estos pacientes7. Uno de los sucesos más recientes es la relación que se ha encontrado entre alimentos especialmente ricos en legumbres (muchos de tipo grain-free) y la cardiomiopatía dilatada en perros sin propensión genética, que tiene un origen dietario que está actualmente en estudio8.

Figura 5. Proceso de formulación de un alimento completo para perro o gato
Figura 5. Proceso de formulación de un alimento completo para perro o gato

¿Qué pruebas para garantizar la nutricional de un producto existen? ¿están reguladas por la legislación?

La legislación reguladora de la comercialización de alimentos para perros y gatos es relativamente laxa en cuanto a los requerimientos de calidad nutricional de los productos.

Hay algunos puntos en la preparación de un alimento, cualquiera que sea su formato, en los que puntos de control de la calidad nutricional permiten garantizar en cierta forma la seguridad nutricional del producto.

  • Para la formulación de un producto completo (que contenga todos los nutrientes necesarios para el animal en las cantidades adecuadas) partimos de ingredientes que aportan estos nutrientes y como si se tratara de un rompecabezas se añaden varios en diferentes proporciones hasta cubrir las necesidades.
    Esto implica que se deben conocer bien y asegurar la constancia de la composición nutritiva de los ingredientes que se utilizan. La composición de nutrientes puede estimarse mediante bases de datos o medirse de forma periódica. La medición es mucho más precisa que la estimación y da más garantías de la calidad nutricional del alimento. El análisis y control del contenido en nutrientes y la calidad nutritiva (en términos de digestibilidad, biodisponibilidad) de los ingredientes depende del productor y sus proveedores, no hay un requerimiento legal en este punto. Un productor responsable audita y controla la composición de los ingredientes que utilizará de una forma regular, este es un primer punto de garantía de calidad nutricional que se debería realizar para evitar problemas en los pacientes.
  • A partir de la fórmula completa establecida se mezcla y se cocinan los ingredientes, diferentes formas de alimento se someten a procesados diferentes. El procesado puede afectar de diferente forma a la cantidad y disponibilidad de algunos nutrientes. Así por ejemplo la cocción puede disminuir el contenido de algunas vitaminas y aminoácidos o reducir la digestibilidad de la proteína, sin embargo, permite gelatinizar el almidón para que sea digestible. Es importante, por lo tanto, conocer muy bien el procesado del producto y como afecta al contenido y disponibilidad de los nutrientes para modificar la fórmula en consecuencia, por ejemplo, si cierta cantidad de un aminoácido disminuye durante el procesado, se añadirá más con los ingredientes para asegurar que el contenido en el producto ya procesado es adecuado. Tener un control de las modificaciones nutritivas durante el procesado pasa porque el productor: conozca el efecto de su procesado (sea este una extrusión, el rendering de un producto húmedo o una cocción tradicional), el procesado sea constante y controlado (siempre sea igual, ya que procesados más intensos a nivel de temperatura o tiempo de cocción afectarán de forma diferente los nutrientes) y que se haya analizado el producto final para asegurar que una vez el producto listo, éste contiene los nutrientes que en la fórmula inicial habíamos concretado. El análisis de los nutrientes en el producto final no es obligatorio por ley más allá del análisis proximal que debe constar en la etiqueta y que solo especifica el contenido (de una forma aproximada) de dos nutrientes esenciales (proteína y grasa) y no nos dice nada sobre el resto.
Figura 6. Puntos críticos para la calidad nutricional en la producción de alimentos comerciales para perro o gato
Figura 6. Puntos críticos para la calidad nutricional en la producción de alimentos comerciales para perro o gato

Además del efecto del procesado en los alimentos completos se incluyen varios ingredientes que aportan nutrientes en diferentes formas y cantidades, los nutrientes entre ellos también interaccionan alterando su disponibilidad. Por ejemplo, niveles más altos o bajos de un mineral pueden alterar la digestibilidad de otro, como por ejemplo sucede entre el zinc y el cobre (la disponibilidad del cobre se reduce a niveles mayores de zinc en la dieta). Otro ejemplo es el efecto de la fibra sobre la digestibilidad de todos los nutrientes, en general a mayor nivel de fibra menor la digestibilidad, con lo que en los alimentos en que se incluyan ingredientes fibrosos esto debe estudiarse y tenerse en cuenta al realizar la fórmula. Sin embargo, algunas interacciones y especialmente su magnitud son imposibles de predecir, y para valorar su afectación se debería realizar pruebas de digestibilidad in vivo, es decir probar como el procesado y las interacciones entre diferentes nutrientes se afectan en el alimento compuesto y como se traduce esto en el aprovechamiento real en un animal (perro o gato). Estas pruebas de digestibilidad son tests protocolizados9, sin embargo, no se requieren por ley. Algunos productores los realizan antes de sacar el producto al mercado y otros no. Los productores de alimentos pueden hacer muchas más pruebas, por ejemplo, de palatabilidad, brillo de la capa, salud de la piel, etc. En productos que hagan este tipo de alegaciones vale la pena contactar a la compañía para preguntarles detalles sobre los estudios que las apoyen. También se pueden hacer pruebas para validar alegaciones funcionales, como por ejemplo salud urinaria, control de bolas de pelo, pueden realizar pruebas de adecuación nutricional donde los animales reciben el producto durante meses y se someten a exámenes veterinarios para evaluar su estado de salud.

Las pruebas en animales mencionadas aquí (digestibilidad, palatabilidad, adecuación, etc.) son muy poco invasivas y en general solo requieren la recogida de heces, orina y (en algunos casos) muestras de sangre para evaluar la salud del animal.

¿Qué tendríamos que plantearnos?

De acuerdo a la experiencia y al conocimiento de los requerimientos ligeros necesarios para comercializar un alimento para perros o gatos, deberíamos plantearnos:

  • Las recomendaciones WSAVA que se explican en otra sección de esta publicación pueden ser un factor de triaje interesante para la evaluación de la calidad nutricional de los productos comerciales (incluye factores como la experiencia y expertise del formulador/es, auditaje de materias primeras, pruebas de calidad nutricional: producto final y digestibilidad, pruebas científicas que soporten las alegaciones, etc.)10.
  • Las empresas con una larga experiencia, presupuesto, infraestructura, personal experto en plantilla, y productos exitosos en el mercado ofrecen una mayor garantía de calidad.
  • Las pruebas con paneles son especialmente importantes en empresas con menor experiencia o con la introducción de ingredientes noveles o poco utilizados o el uso de procesados novedosos.
  • El equipo del centro veterinario debe contactar con los fabricantes o sus representantes cuando necesiten información. Estos, a su vez, deben ofrecer una respuesta completa e informativa en un periodo de tiempo razonable. Las respuestas vagas no son útiles para evaluar la calidad del productor. Por ejemplo, si se pregunta sobre el control de calidad, se deben obtener detalles y no vale una respuesta genérica como por ejemplo “nuestro control de calidad se ajusta a la legislación”.

Bibliografía

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  9. Nutritional Guidelines For Complete and Complementary Pet Food for Cats and Dogs [Internet]. 2019 [citado 5 de junio de 2019]. Disponible en: http://www.fediaf.org/images/FEDIAF_Nutritional_Guidelines_2019_Update_030519.pdf
  10. WSAVA. WSAVA Global Nutrition Committee: Recomendaciones para seleccionar el alimento para su mascota.

¿Alimento seco o húmedo? ¿O ambos?

Los alimentos para mascotas se pueden clasificar según su contenido en humedad como secos (<14 %) o húmedos (>60 %). Los alimentos semihúmedos son muy poco comunes y son sobre todo premios o snacks.

Los alimentos húmedos suelen ser más altos en grasa y más bajos en carbohidratos que los secos, además de llevar más fibra tipo soluble. Sin embargo, la composición nutricional de los alimentos es altamente variable, con lo que es imposible generalizar, y la única diferencia clara es el nivel de humedad. Como consecuencia, el alimento húmedo tiene menos energía (kcal) por kg que el seco, ya que el agua no es calórica. Los mitos asociados a que el alimento húmedo es de peor calidad que el seco no tienen base científica.

Existen alimentos húmedos que son complementarios (es decir, no cumplen todas las necesidades nutricionales del animal), que se usan como premios ocasionales. Es, por lo tanto, importante comprobar en el etiquetado si el alimento es completo cuando usamos alimentación húmeda.

Alimento seco

El alimento seco es conveniente, fácil de almacenar, y, en general, más económico (ver comparación de precios en EEUU aquí: https://vetnutrition.tufts.edu/2022/03/pet-food-costs-by-type/). Por lo tanto, es más barato aportar un alimento completo de una marca de buena reputación cuando se usa comida seca.

También es más duradero una vez abierto (al contrario, el alimento húmedo es más duradero antes de abrir). Esto permite dejarlo a disposición de la mascota durante todo el día, lo que es especialmente útil en pacientes delgados de apetito caprichoso u oscilante. Otro beneficio es su facilidad de uso en juguetes o puzles dispensadores de alimento.

Finalmente, el alimento seco es más concentrado: aporta más calorías y nutrientes por la misma unidad de peso o volumen que el alimento húmedo. Esto es muy útil en pacientes con poco apetito o intolerancia a grandes volúmenes de alimento.

Existe la preconcepción que el alimento seco, normalmente más alto en carbohidratos que el seco, puede promover el desarrollo de diabetes mellitus. De los estudios epidemiológicos evaluando tipo de dieta (seco vs húmedo), uno no encontró relación1, otro encontró un efecto protector del alimento seco2, y otro identifico el alimento seco como factor de riesgo en gatos sin sobrepeso3. Estos resultados contradictorios, sumando las limitaciones de los estudios retrospectivos, no permite sacar conclusiones.

Alimento húmedo

El alimento húmedo tiene ciertos beneficios, especialmente en gatos4. Por ejemplo, es altamente beneficioso en pacientes con problemas urinarios, como urolitiasis de diferentes tipos, o cistitis idiopática felina. Este beneficio se asocia a aportar más agua, resultando en una mayor dilución urinaria y frecuencia de micción (figura X) y es especialmente positivo en gatos, ya que son en general malos bebedores, que han evolucionado obteniendo el agua de su presa (figura 8) y tienen una capacidad de concentración urinaria muy alta.

El alimento húmedo también puede ser útil en control de peso, y se sugiere que es más saciante en gatos5. Además, la medida suele ser más precisa, sobre todo si se usan medidas de volumen, ya que el vaso medidor con alimento seco es altamente impreciso6.

En casos donde el alimento húmedo sea demasiado costoso, se puede también añadir agua al alimento seco (figura 9), pero la aceptación de la comida puede verse afectada en ciertos casos.

Figura 8. Beneficio de la reducción de la densidad urinaria en pacientes con urolitos
Figura 8. Beneficio de la reducción de la densidad urinaria en pacientes con urolitos
Figura 9.Las típicas presas del gato contienen alrededor de dos tercios de humedad.
Figura 9.Las típicas presas del gato contienen alrededor de dos tercios de humedad.

Combinación

Es posible combinar alimento seco con húmedo, mientras sean los dos completos. El cálculo de la ración diaria es muy importante para prevenir el exceso de aporte calórico (figura 10).

Figura 10. Alimento seco mezclado con agua.
Figura 10. Alimento seco mezclado con agua.

Bibliografia

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Instrucciones de uso: no son ley

Como sucede en las personas, también en perros y gatos, las necesidades en energía de cada individuo son únicas y dependen tanto de las características fisiológicas del animal como su situación: ambiente, nivel de actividad, etc. La ración que debe comer nuestro perro o gato debe aportar estas necesidades, ni un exceso que puede causar sobrepeso, ni un déficit que provocaría una pérdida de peso involuntaria.

Tabla 5. Ejemplo de cálculo la ingesta dietética diaria.
Productos que ingiere al día Cantidad diaria Kcal/g* = Kcal por producto
Purina Pro Plan Optibalance Large Atletic Adult1 225 gramos 3.8 855
Manzana o pera2 ½ grande (unos 122 g) 0.5 61
Purina Dentalife medium3 ½ unidad (11 gramos) 3.1 34
Total al día 950kcal

El establecimiento de una ración adecuada para el perro o gato adulto pasa por dos fases:

  • Establecer la ración de partida
  • Ajustar individualmente la ración

Establecer la ración de partida

Hay diferentes opciones para establecer una ración inicial para posteriormente ajustarla individualmente.

Apartir de lo que come actualmente: es la forma más precisa.

Si podemos calcular las calorías que está comiendo el perro o gato diariamente y sabemos que está manteniendo su peso constante con estas calorías, significa que las calorías actuales son las que necesita. Si tiene sobrepeso o está demasiado delgado (lo podemos valorar según la escala de condición corporal) significa que necesita más o menos de lo que consume actualmente. Para poder saber las calorías que consume, haremos una lista de todos los productos que consume (incluyendo extras, premios, suplementos, etc.) y en qué cantidad (si no lo sabemos, podemos pesarlo en una balanza de cocina). A partir de esto buscaremos las calorías del producto y haremos la suma de todas las calorías diarias (ver ejemplo más abajo).

Las calorías que tiene cada producto las podemos encontrar:

  • En el caso de los productos comerciales, tal como se explica más arriba.
  • En productos para consumo humano: si van empaquetados, su valor calórico lo encontraremos en la etiqueta (kcal/100 g).
  • En productos frescos o no envasados: hay tablas de composición nacionales que disponen de información sobre el valor calórico de alimentos habituales, como la española BEDCA.

A partir de fórmulas de estimación.

Existen fórmulas que, en base al peso, la especie, la edad, el nivel de actividad, entre otros parámetros, permiten calcular una estimación de las necesidades en energía (kcal diarias necesarias) de perros y gatos. Sin embargo, estas estimaciones son valoraciones medias, es decir pueden aproximarse a las necesidades de muchos animales, pero hay algunos que no se verán representados, eso implica que hay un error o desviación de las fórmulas (de hasta un 50 %, es decir que si la fórmula estima unas necesidades de 1000 kcal el animal puede necesitar entre 500 a 1500, Figura 11).

Figura 11. Las fórmulas para la estimación de los requerimientos energéticos son aproximaciones estadísticas representativas de una proporción mayoritaria de la población, pero no de todos los individuos, por ello hay individuos que no se verán representados por estas estimaciones ya que sus necesidades serán superiores o inferiores. Adaptado de Lewis LD, Morris ML Jr, Hand MS. Small Animal Clinical Nutrition III. Topeka, KS: Mark Morris Associates, 1987; 1?10
Figura 11. Las fórmulas para la estimación de los requerimientos energéticos son aproximaciones estadísticas representativas de una proporción mayoritaria de la población, pero no de todos los individuos, por ello hay individuos que no se verán representados por estas estimaciones ya que sus necesidades serán superiores o inferiores. Adaptado de Lewis LD, Morris ML Jr, Hand MS. Small Animal Clinical Nutrition III. Topeka, KS: Mark Morris Associates, 1987; 1?10
Figura 12.Ejemplos de guías de alimentación en el etiquetaje de productos para perros y gatos.
Figura 12.Ejemplos de guías de alimentación en el etiquetaje de productos para perros y gatos.

Teniendo en cuenta esto, que no son absolutas y tienen un margen de error, las fórmulas de estimación pueden resultar útiles si la opción del cálculo de la ingesta actual no es posible.

Existen diferentes propuestas de estimación, y todas son útiles y con una aproximación parecida, como las que sugiere FEDIAF en sus guías (https:// europeanpetfood.org/wp-content/ uploads/2022/03/Updated-Nutritional- Guidelines.pdf) u otras publicaciones (https://s3.amazonaws.com/mmi_ sacn5/2019/SACN5_5.pdf)1,2.

A partir de las recomendaciones de los productores de alimentos

Los productores incluyen indicaciones por peso del animal de las cantidades adecuadas del alimento, estas recomendaciones se basan en estimaciones y pueden ser también un punto de partida del ajuste de la ración. Pero hay que considerar que son indicaciones y que un individuo particular puede necesitar más o menos que esas recomendaciones generales.

Ajustar individualmente la ración

Como hemos visto, las necesidades de cada individuo son únicas, y para encontrar la buena ración de forma práctica procederemos según las pautas de la imagen. Partiremos de nuestra ración inicial y cada 2-4 semanas pasaremos al perro o gato y veremos si gana, pierde o mantiene su peso, según esa evolución ajustaremos la ración al alza, a la baja o la mantendremos igual (Figura 13). La ración que permita que el animal mantenga su peso durante varias revisiones seguidas es la ración que cubre las necesidades específicas de nuestro animal. Esta cantidad con la que concluimos es más exacta para nuestro animal en particular y su situación actual que las recomendaciones generalistas que podamos obtener mediante fórmulas o guías de producto.

Figura 13. Protocolo de ajuste individual de la ración.
Figura 13. Protocolo de ajuste individual de la ración.

Bibliografía

  1. Council NR, National Research Council (U.S.). Ad Hoc Committee on Dog and Cat Nutrition. Nutrient Requirements of Dogs and Cats [Internet]. Washington, D.C.: National Academies Press; 2006
  2. Villaverde, C; Hervera M. Manual Práctico de Nutrición Clínica en el Perro y el Gato. 2.a ed. Multimédica ediciones veterinarias, editor. Sant Cugat del Vallés (Barcelona): Multimédica ediciones veterinarias; 2021.
    o.

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