Anestesia locorregional en perros y gatos
Resumen breve
El campo de la anestesia, tanto humana como veterinaria, está creciendo de forma muy rápida, gracias a los avances y técnicas que ayudan a los profesionales de este campo, a que los pacientes tengan durante todo el procedimiento anestésico mayor calidad. Por eso es muy importante la formación continua y conocer todos los avances para poder llevar a cabo de forma correcta estas técnicas como se puede leer en este artículo.Índice de contenidos
Introducción
La anestesia locorregional es una técnica en la que se obtiene, mediante fármacos, eliminar el dolor de la zona que vamos a intervenir, mediante el bloqueo reversible de la conducción del impulso nervioso.
Existen distintos bloqueos como puede ser local, en el que infiltramos una zona pequeña a tratar y regional, en la que ya afecta a una zona más extensa del cuerpo, como un brazo o una pierna.
Cada vez, los profesionales del campo de la anestesia realizan más técnicas de anestesia locorregional debido a los múltiples beneficios que nos ofrece:
- Gran poder analgésico.
- Menos requerimiento de fármacos.
- Reducción del riesgo anestésico.
- Ayuda a controlar tanto el dolor quirúrgico, como dolor postoperatorio, y también dolor crónico.
Los anestésicos locales son fármacos que impiden la conducción de impulsos eléctricos por las membranas nerviosas, con lo que origina la pérdida de sensibilidad de la zona donde se administra.
El mecanismo de acción de los anestésicos locales es bloquear unos canales iónicos del sodio (Na), lo que conlleva que paralice la transmisión de un potencial a través de las fibras nerviosas que se desencadena ante un estímulo doloroso o nociceptivo. Este bloqueo es reversible y dependiendo del fármaco que utilicemos y el lugar donde se administre, tendrá una acción diferente.
Podemos encontrar distintos tipos de anestesia locorregional:
- Anestesia tópica: por aplicación tópica, en la que aplicamos directamente el anestésico local sobre la piel o mucosas para reducir la sensibilidad. Se utiliza en forma de colirios, pomadas o aerosoles.
- Anestesia por infiltración: la anestesia por infiltración consiste en la administración extravascular de anestésico local a nivel de la dermis o del tejido subcutáneo. Se utiliza habitualmente en procedimientos menores, como la extirpación de masas cutáneas superficiales (Figura 1).
- Anestesia regional: en este caso, se usa este procedimiento cuando queremos bloquear temporalmente la sensibilidad de una zona determinada, mediante la administración de un anestésico local por vía perineural, interfascial o epidural.

FIgura 1.
¿Qué fármacos son los más usados para los bloqueos locorregionales?
- Lidocaína: es de los más utilizados. Normalmente se usa en concentraciones de 2 % y del 5 % para estos procedimientos. Podemos encontrarlo también en concentraciones más altas, en pomada, en espray. La lidocaína ejerce su efecto de manera rápida. Su efecto lo podemos encontrar a los 7-10 minutos desde su administración y su tiempo de acción oscila entre 40-60 minutos. Presenta alta liposolubilidad lo que produce esa facilidad de atravesar tejidos y membranas neuronales. Es metabolizada de forma principal en el hígado (Figura 2, Tabla 1).

Figura 2. Envases de lidocaína en su presentación al 2 %.
- Bupivacaína: muy utilizado también en anestesia regional (Figura 3). Empieza el efecto a los 20 minutos después de su administración, y puede durar entre 4-6 horas, a diferencia de la lidocaína, que hace su efecto antes, pero con menor duración. Se puede utilizar sola o con adyuvante que potencia sus efectos.

Figura 3. Presentación de los envases de bupivacaína.
- Mepivacaína: se emplea para bloqueos centrales y periféricos por infiltración. Comienza el efecto rápidamente, y su tiempo de duración es de unas 3 horas.
- Ropivacaína: su empleo es igual que el de la mepivacaína, y al igual que el anterior su acción es rápida. El tiempo de duración mayor, de unas 4- 5 horas.
Los anestésicos locorregionales se pueden administrar en solitario o acompañados con otros fármacos que ayuden a su poder bloqueante o analgésico, normalmente ampliando el tiempo de duración en nuestro paciente. Algunos de estos adyuvantes son:
- Dexmedetomidina o medetomidina: este grupo de fármacos, denominados alfa-2 agonistas, pueden acompañar a los fármacos de anestesia local para ayudar a su papel de acción y duración, ya que potencia el efecto y alarga el tiempo en que el anestésico actúa en el organismo. La dexmedetomidina o medetomidina se utiliza con bastante frecuencia.
- Ketamina: este fármaco, afecta a la generación del potencial de acción de las fibras nerviosas. Suelen acompañar a los anestésicos locales a una dosis de 0.25 mg/ml y nos ayuda a incrementar la duración del bloqueo.
- Adrenalina: al utilizar adrenalina conjunta a nuestro bloqueo, aumenta la duración y retarda la absorción del fármaco anestésico. No se deben utilizar en bloqueos de apéndices terminales ni en anestesia intravenosa por su efecto vasoconstrictor.
- Bicarbonato sódico:en medicina humana se ha propuesto la adición de bicarbonato sódico a los anestésicos ya que, al utilizar bicarbonato sódico en nuestro anestésico local, eleva el pH y por lo tanto aumenta la intensidad del bloqueo. Además, reduce la irritación tisular y el paciente no notará el malestar que provoca la inyección de estos fármacos.
¿Qué material se utiliza para la administración del fármaco?
Para la administración de los bloqueos, se utilizan agujas especiales para el procedimiento.
Para la realización de bloqueos locorregionales se emplean agujas específicas, seleccionadas según el tipo de procedimiento, la profundidad del tejido y el calibre requerido (Figura 4).

Figura 4. Distintas agujas y dispositivos para realizar bloqueos locorregionales.
Se usan agujas de calibres que oscilan desde 22 G a 27 G y que por su bisel se introducen fácilmente en la duramadre. El tipo de aguja empleada en anestesia locorregional varía en función del procedimiento y la localización anatómica. Existen diferentes modelos diseñados específicamente para técnicas espinales, epidurales, periféricas o infiltrativas, que difieren en longitud, calibre y tipo de bisel. La elección de la aguja adecuada es clave para optimizar la precisión del bloqueo y minimizar el riesgo de complicaciones.
- Aguja espinal de Quincke: es una aguja con bisel largo y cortante, diseñada para punciones intratecales como la raquianestesia. Su punta afilada permite atravesar la duramadre con precisión, aunque presenta un mayor riesgo de lesión tisular si no se maneja correctamente. Se caracteriza por una buena combinación de rigidez y maniobrabilidad, lo que facilita su avance a través de los planos anatómicos.
- Aguja epidural de Tuohy: esta aguja está diseñada específicamente para la administración de anestesia epidural. Su característica más distintiva es la curvatura en la punta, que permite redirigir el catéter dentro del espacio epidural sin dañar la duramadre. Presenta marcas milimétricas en el cuerpo de la aguja que permiten controlar con precisión la profundidad de inserción durante el procedimiento.
- Aguja para neuroestimulación eléctrica: esta técnica, consiste en la aplicación de pequeñas corrientes eléctricas regulables a través de una aguja que activan los nervios, produciendo movimiento de los músculos cercanos.
Este tipo de dispositivos suelen disponer de cuatro componentes esenciales: un oscilador, un generador de corriente continua (batería), un display y medios para controlar la intensidad y/o la frecuencia del estímulo.
Fármaco | Dosis máxima recomendada en perros (mg/kg) | Dosis máxima recomendada en gatos (mg/kg) |
---|---|---|
Lidocaína | 6-8 | 3-4 |
Bupivacaína | 3 | 2 |
Mepivacaína | 6 | 3 |
Ropivacaína | 3-4 | 2 |
Tabla 1. Dosis tóxicas de los distintos anestésicos locales en perros y gatos.
Principales bloqueos locorregionales
Bloqueos en la cabeza:
- Bloqueo del nervio maxilar.
- Bloqueo del nervio mandibular.
- Bloqueo del nervio mentoniano.
- Bloqueo del nervio auriculotemporal.
- Bloqueo del nervio infraorbitario.
Bloqueos en tórax:
- Bloqueo paravertebral torácico.
- Bloqueo del serrato ventral.
- Bloqueo de los nervios intercostales.
- Bloqueo del cuadrante lumbar.
Bloqueos en extremidades anteriores- plexo braquial:
- Bloqueo paravertebral.
- Bloqueo subescalénico.
- Bloqueo axilar.
- Bloqueo de los nervios radial, cubital, mediano y musculocutáneo (RUMM).
Bloqueos en abdomen:
- Bloqueo del músculo transverso abdominal (TAP).
- Bloqueo lateral del músculo cuadrado lumbar.
- Bloqueo intratesticular.
Bloqueos neuroaxiales
- Bloqueo epidural lumbosacro.
- Bloqueo epidural sacrococcígeo.
Bloqueos del nervio infraorbitario y del nervio mentoniano
Estos bloqueos son muy útiles en procedimientos como extracciones dentales, procedimientos dolorosos como fracturas o cualquier procedimiento en esta cavidad, en la que esta técnica ayude a controlar el dolor. Se puede realizar con una aguja de calibre 25 a 27 o mediante un catéter de 24 G.
- Bloqueo del nervio infraorbitario: este nervio es una rama terminal del nervio maxilar. El orificio infraorbitario, se puede palpar por encima del borde craneal del cuarto premolar maxilar (Figura 5), que se observa fácilmente, por lo que es de los bloqueos más sencillos a realizar.
- Bloqueo del nervio mentoniano: este bloqueo permite anestesiar los tejidos blandos de la mandíbula rostral, especialmente la zona de los caninos e incisivos inferiores. Puede realizarse por vía intraoral o extraoral, localizando el foramen mentoniano en la cara lateral de la mandíbula.

Figura 5. Administración de anestésico local para el bloqueo del nervio mentoniano.
Bloqueo testicular
Este bloqueo se utiliza en procedimientos de orquiectomía en gatos y perros (Figura 6). Al utilizar esta técnica en este procedimiento, conseguimos menos requerimiento de fármacos anestésico y mejor recuperación del paciente.
Bajo condiciones de anestesia general y asepsia, se administra el fármaco en el parénquima testicular. Un gato o perro pequeño necesitará aproximadamente 0.3 ml de lidocaína por testículo, mientras que un perro de tamaño mediano a grande necesitará hasta 0.5 ml por testículo, respetando la dosis máxima para cada paciente, dependiendo de su peso.

Figura 6. Bloqueo testicular para realizar una orquiectomía.
Bloqueo TAP (bloqueo del plano transverso del abdomen)
En este bloqueo, se infiltra el anestésico local en el plano entre el músculo transverso del abdomen y el músculo oblicuo interno. Este bloqueo es útil en lesiones o traumatismos en la pared abdominal. Cuando es una sola región podemos realizar un bloqueo unilateral, pero si es para grandes zonas internas, se realizará bilateral con cuidado de no superar la dosis máxima del fármaco. Este bloqueo se realiza mediante imagen ecoguiada.
Bloqueo cuadrado lumbar
Se realiza para obtener analgesia de la pared abdominal y analgesia a nivel visceral. Se administra entre los músculos cuadrado lumbar y psoas mayor a nivel de L1- L3, dependiendo del tamaño del paciente. Este bloqueo se realiza de forma ecoguiada, con el paciente en decúbito lateral.
Bloqueo RUMM
Este bloqueo nos ayuda a la insensibilización de la zona del húmero, codo, antebrazo, carpo, metacarpo y falanges. Se puede realizar mediante imagen ecoguiada o asistida por neuroestimulación.
Bloqueo epidural
El bloqueo epidural es una técnica que durante años se lleva usando, pero en los últimos tiempos, se ha visto su gran importancia y todos los nuevos abordajes, fármacos y técnicas que ayudan al bienestar quirúrgico y anestésico de nuestros pacientes.
El bloqueo epidural, se puede utilizar como aporte anestésico durante el procedimiento quirúrgico, así como de forma analgésica en periodos posoperatorios.
De forma común, se lleva a cabo situando una gota de anestésico local o de suero fisiológico en el cono de la aguja. Se introduce lentamente la aguja hasta que se observa retraerse la gota en el cono, lo que indica que el bisel ha entrado en el espacio epidural. No se debe de notar resistencia en la entrada del anestésico local de forma lenta.
Para este bloqueo, se suele utilizar aguja de Touhy calibre de 20-22. La anestesia epidural está contraindicada en pacientes con coagulopatías e hipotensión debido a que el efecto del anestésico local puede aumentar estos riesgos, así como en pacientes con infección u heridas en la zona de la punción.
Existe la opción de dejar un catéter epidural insertado en la zona para realizar bloqueos de analgesia por tiempos más prolongados después de la intervención o procedimiento. En este caso, hay que tener especial cuidado del catéter, evitando que se produzcan infecciones o movilizaciones del mismo que provoquen problemas a nivel medular, así como verificar la permeabilidad del propio catéter.
Bloqueo epidural caudal (sacrococcígeo)
Este tipo de bloqueo proporciona analgesia regional para procedimientos que involucran la cola (Figura 7), el pene o la vulva.
Se posiciona al paciente en decúbito esternal. El espacio sacrococcígeo se aprecia mediante palpación de las apófisis espinosas y se inserta la aguja elegida en este espacio en la línea media.
En cualquier bloqueo a realizar, siempre se debe de aspirar para estar seguros de no encontrarse en ningún espacio intravascular.

Figura 7. Realización de un bloqueo sacrococcígeo con lidocaína al 2 %.
Bloqueo del nervio isquiático (ciático)
Este tipo de bloqueo se realiza mediante imagen ecoguiada (Figura 8).
El nervio isquiático puede bloquearse a distintos niveles:
- Bloqueo distal.
- Bloqueo lateral proximal.
- Bloqueo lateral medio.
El nervio ciático discurre entre los músculos bíceps femoral y abductor.
El ciático presenta dos ramas, el nervio peroneo común y el nervio tibial. Al hacer el bloqueo del nervio ciático, bloqueamos toda la zona en la que se vaya a trabajar como la rodilla, la pierna, el tarso o el pie.

Figura 8. Bloqueo del nervio ciático mediante técnica ecoguiada.
¿Qué complicaciones podemos encontrar cuando administramos anestesia locorregional?
En la anestesia locorregional, como en cualquier procedimiento anestésico, podemos encontrar complicaciones debido a muchos factores.
- Complicaciones neurológicas.
- Reacciones alérgicas a alguno de los fármacos administrados.
- Dolor en el sitio de punción.
- Cardiotoxicidad.
Podemos encontrar signos de intoxicación con dosis excesivas de fármacos. Cuando esto sucede, hay que remediarlo de forma inmediata ya que puede provocar signos en el sistema nervioso central, así como signos cardiovasculares, (p. ej., arritmias, hipotensión, etc.).
Los primeros síntomas de toxicidad y los más observados suelen ser espasmos musculares y convulsiones, acompañados posteriormente de inconsciencia, coma y parada cardiorrespiratoria. La bupivacaína es el fármaco más cardiotóxico de los comúnmente utilizados.
El tratamiento de la toxicidad ante fármacos relacionados con la anestesia locorregional es una emulsión lipídica al 20 %. En caso de convulsiones, hay que tratarlas con benzodiacepinas.
Conclusiones
La anestesia locorregional es una técnica muy avanzada y de excelencia para ayudar al paciente al procedimiento anestésico, minimizando los riesgos al permitir menor requerimiento de fármacos anestésicos. Existen diversas técnicas y procedimientos, en el cual el veterinario anestesista valora cuál se adecúa mejor a cada paciente. Mediante el buen uso y manejo de ellas, obtendremos mejores resultados y la calidad de nuestro paciente y de nuestra anestesia aumentará en gran medida.
Tanto la anestesia local, regional o general, ayuda durante todo el acto anestésico a que nuestro paciente no tenga sensibilidad al dolor o depende del caso inconsciencia ante este acto.
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