Como alimentar adecuadamente al paciente felino

Este artículo pretende facilitar las herramientas necesarias para despejar todas estas incógnitas y ser capaz de diseñar planes de alimentación adecuados a cada paciente y resolver todas las dudas del propietario sobre la nutrición de su mascota.

A menudo la elección de una dieta adecuada y del cálculo de una ración determinada de alimento para nuestros pacientes felinos, se convierte en una tarea difícil por la falta de práctica, recursos o formación del equipo médico en este área. Esto se debe en gran parte, a que la nutrición del paciente no recibe la atención que merece dentro de la clínica diaria. Cada vez con mayor frecuencia nos enfrentamos en consulta a cuestiones que nos plantea el propietario acerca de la alimentación de su gato: ¿Qué alimento debo darle?, ¿Qué cantidad? , ¿Cuántas veces al día?, ¿Puede tomar comida húmeda? ¿Tiene mi gato sobrepeso? ¿Cuál es su peso ideal?

Valoración de la condición corporal de un paciente.

La AAHA (American Animal Hospital Association) ha desarrollado unas guías que nos sirven como herramienta para ayudarnos a determinar la condición corporal de nuestros pacientes asignándoles una puntuación (PCC). Está valoración deberá formar parte siempre del protocolo de exploración en consulta, ya que una PCC anormal es un factor de riesgo en todos los pacientes. Estas tablas se pueden encontrar en la web de la WSAVA (The World Small Animal Veterinary Association) y nos ayudan, durante el examen físico de nuestro paciente, a calcular la puntuación de la condición corporal (PCC o CC) mediante una escala de 9 puntos, donde 5 sería una condición corporal óptima, por debajo de 5 indican peso insuficiente o delgadez y una puntuación superior a 5 sobrepeso u obesidad (Figura 1).

Podemos simplificar este sistema de puntuación utilizando tablas como la de Hill´s, con una escala más pequeña, de 5 puntos, por tanto,3 sería para pacientes con una condición corporal ideal, 1 para pacientes con caquexia o emaciación, 2 para peso insuficiente o delgadez , 4 para sobrepeso y 5 indicaría obesidad (Figura 2).

A través de este sistema interpretamos los datos obtenidos de la palpación y la exploración visual del paciente, asignándole una puntuación.

En casos de sobrepeso (PCC por encima de 3 y 4) u obesidad (PCC 5)

En estos casos podemos utilizar puntuaciones intermedias para ser más precisos en el cálculo del sobrepeso y por tanto acercarnos más a una determinación del peso ideal correcta, y además por cada punto y de forma ascendente asignamos un porcentaje de sobrepeso determinado, de esta forma:

Cc3,5: 5-15% de sobrepeso aproximado
Cc 4: 20%
Cc4,5: 25-30%
Cc5: 40%

En casos de delgadez (PCC por debajo de 3) o caquexia (PCC1-2)

En los casos donde nuestro paciente presente una condición corporal anormal por debajo de 3(delgadez) o una PCC de 1-2 (caquexia), deberemos profundizar más en su evaluación nutricional a través de su historia clínica para identificar el motivo de la pérdida de peso; cambios de dieta recientes, cantidad insuficiente (inanición), patologías previas, enfermedad oral... es decir, debemos detectar durante la exploración física que una PCC anormal es indicativo de una alimentación errónea o un síntoma de enfermedad (Figura 3 y 4).

Además de poder estimar el porcentaje de sobrepeso en nuestro paciente a través de estas guías, debemos realizar de forma simultánea y para realizar una valoración completa de la condición corporal de nuestro paciente, el cálculo de la puntuación de la masa muscular, donde además de la exploración visual palparemos costillas, vértebras y huesos temporales (cráneo) entre otros, para detectar una posible atrofia muscular.

Podemos puntuar sobre 4, donde 4/4 indicaría una masa muscular muy buena o normal, 3/4 atrofia muscular leve y 2/4 y 1/4 atrofia muscular moderada o grave (sarcopenia) (Figura 5).

El sistema digestivo del gato está programado para realizar pequeñas digestiones varias veces al día, por tanto, racionar la comida la mayor parte de las veces crea problemas de ansiedad por la falta de recursos (el gato necesita tener disponibilidad constante de alimento en su territorio) y dependencia (si no estamos en casa no puede alimentarse).

Instaurar estos hábitos desde la infancia del gato, tanto racionar como la alimentación ad libitum dan como resultado en muchas ocasiones, gatos adultos que “no se administran bien” la ración, siempre tienen mucho apetito y que piden o roban comida durante el día e incluso la noche. Estos gatos tendrán siempre más tendencia al sobrepeso que otros pacientes.

Además este requerimiento o necesidad de alimentarse de esta forma, tiene que ver con los hábitos alimenticios del gato en libertad (adaptación metabólica al modo de alimentarse), como son cazadores solitarios cazan presas pequeñas de unas 40 kcal por presa de media con lo cual si necesita 400 kcal al día, tienen que hacer 10 comidas. Además, esta forma de alimentarse (muchas comidas pequeñas a lo largo de las 24 h) les mantiene la orina ácida (poca alcalinización post prandial) lo cual les protege de la formación de estruvita.

Por tanto, racionar la comida en dos tomas por ejemplo, hace que la orina se alcalinice mucho tras las comidas aumentado el riesgo de que se forme estruvita.

Dicho esto, la mejor forma de alimentar a un gato, es a través de un comedero interactivo. Además de los beneficios urinarios, estos comederos fomentan su actividad, les mantienen entretenidos y por consiguiente ralentizan y disminuyen la ingesta voluntaria, ya que si el gato tiene que “cazar” su comida, lo hará sólo cuando de verdad lo necesite, no por aburrimiento.

Por tanto, como alternativa al bol tradicional, debemos comenzar a utilizar comederos interactivos desde temprana edad y fomentar su uso también en gatos adultos (Figura 6). Hay una gran variedad de comederos interactivos en el mercado, son más recomendables los que no dejan el alimento totalmente expuesto para evitar que se reseque o pierda olor, por el contrario, tampoco se recomiendan los que no dejan ver nada el alimento, porque pueden producir demasiada frustración en el animal. Éstos últimos, como el Pipolino (ver Figura 6), sólo estarían indicados en gatos que ya han utilizado comederos interactivos antes o en gatos muy intrépidos o en plan de adelgazamiento.

Existen en la actualidad numerosas dietas comerciales para gatos en el mercado. En su mayoría, poco podemos conocer acerca de su calidad a través de la etiqueta, ya que la lista de ingredientes no nos dice si la formulación de ese alimento es adecuada, si contiene todos los nutrientes esenciales de forma equilibrada, si ha sido probado en gatos antes de su comercialización, si veterinarios expertos en nutrición intervienen en la fabricación de estos productos o si son sometidos a controles de calidad adecuados.

En la etiqueta encontraremos generalmente análisis nutricionales básicos que nos dan información acerca de la cantidad de ciertos nutrientes en ese alimento. Ese porcentaje nos puede dar una idea de su adecuación a nuestro paciente, por ejemplo mayor porcentaje de proteína para gatitos, menor porcentaje de grasa en pacientes esterilizados o con tendencia al sobrepeso, cantidad moderada de proteína en pacientes geriátricos, etc. Pero no obtendremos información sobre la capacidad de asimilación de esos nutrientes por parte del paciente, es decir, acerca de la calidad del mismo. Por tanto, a la hora de elegir una dieta debemos tener en cuenta que la marca tenga una reputación contrastada, y si aporta estudios propios sobre cómo funciona el alimento en el paciente (asimilación) para demostrar que son más las recomendables.

Estas premisas y nuestra propia experiencia con otros pacientes, son lo más importante a la hora de elegir un alimento u otro y hacer una buena recomendación al cliente. No debemos recomendar algo que no sabemos cómo funciona a medio y largo plazo.

La respuesta es que sí, y si es posible a diario. Se sabe que el gato no es un gran bebedor debido a que procede del gato salvaje africano del desierto, que obtenía el agua directamente de sus presas al cazar, por eso, el gato doméstico al alimentarse principalmente de alimento seco, no suele ingerir la cantidad de agua necesaria al día para ayudar a preservar su salud renal y urinaria.

Debemos evitar marcas blancas de supermercado debido a la escasa digestibilidad de su proteína (capacidad de un nutriente a ser asimilado por el organismo) y frecuentes excesos de nutrientes al no estar equilibrados, sobre todo de minerales, como por ejemplo el magnesio, factor de riesgo importante para la formación de estruvita.

Muchos de los alimentos húmedos que vamos a encontrar en el mercado, son alimentos complementarios, por lo que no es adecuado alimentar exclusivamente con ellos a nuestros gatos, ya que no son ni completos ni equilibrados, en todos los nutrientes esenciales y en las cantidades adecuadas. Debemos verificar en la etiqueta que ponga “alimento completo” o “alimento complementario”.

Primero debemos considerar el aporte energético de cada ración de húmedo a la hora de estimar las cantidades de alimento seco y húmedo, por ejemplo, usando el ejemplo anterior:

MER= 293 kcal/día

Densidad energética de 1 lata de paté esterilizado de 85 gr = 70 kcal

Si le quiero dar una lata además de la ración de seco (83 gr habíamos calculado):

293 kcal – 70 kcal = 223 kcal que me quedan para la ración de seco, es decir:

223 x 100/350 (kcal/100gr) = 63 gr

La ración diaria de mi paciente para una alimentación mixta será:

63 gr de alimento seco + 1 lata

Deberemos realizar siempre estos cálculos para no superar la ingesta calórica diaria del paciente que podría conllevar a un aumento de peso no deseado.

En conclusión, podemos dar una alimentación mixta a nuestro paciente. Lo ideal sería, seco y húmedo al 50%.

Algunas empresas proporcionan información acerca de las dosis de alimento seco y húmedo muy útil y fácil de utilizar por el cliente.

Sí, pero no deben suponer más del 10% de la ingesta calórica diaria. Por otra parte, debemos recomendar a los propietarios premios saludables siempre, como por ejemplo daditos de pollo, queso o pavo, premios deshidratados de pescado y pollo, etc., en definitiva debemos proporcionar al cliente opciones saludables de premios con poco aporte energético pero nunca prohibirlos, ya que para el propietario es un gesto de afecto hacia su mascota.

Es muy importante que indiquemos además de la ración de seco y húmedo, la cantidad exacta de premios o extras diarios permitidos.

Una vez asignada una puntuación corporal tras la exploración física y visual, calculo el peso ideal restando el porcentaje de sobrepeso al peso real de mi paciente, por ejemplo:

Un gato de 6 kg con una condición corporal de 4, su peso ideal serían unos 4,8 kg 6 kg – 20% = 4,8 kg aproximadamente.

Gracias a este procedimiento tan sencillo podremos realizar planes de adelgazamiento más exitosos puesto que conoceremos el objetivo del tratamiento y además podremos utilizar las guías de alimentación de las dietas para pérdida de peso de forma más precisa donde nos indican normalmente la ración para el peso ideal.

La mejor forma de administrar la ración exacta es pesando el alimento, ya que los vasitos medidores que proporcionan las diferentes marcas no valen para medir las raciones de cualquier dieta.

Una vez elegida la dieta tenemos que calcular la ración.

Primero debemos conocer la densidad energética del alimento, podemos encontrar esta información en internet en las guías de alimentación que proporciona el fabricante y que aparece expresada en kcal EM (energía metabolizable)/kg de alimento o kcal EM/100 gr de alimento normalmente.

En algunos casos en lugar de energía metabolizable (EM) puede venir expresada en energía bruta (EB) que es mayor y no son comparables.

Por tanto, los gramos de la ración dependerán de la ingesta energética diaria necesaria del paciente y la energía metabolizable de la dieta.

Además de las recomendaciones del fabricante que suelen aparecer en los propios envases, existen fórmulas para el cálculo de los requerimientos energéticos diarios del paciente:

MER (Maintenance Resting Requeriment) kcal/día = 100 x (peso) ^0,67 Veamos un ejemplo práctico:

Un gato de 5 kg con condición corporal 3 (PCC 3 o CC 3), sus requerimientos energéticos serán:

100 x 5^0, 67 = 293 kcal/día

La dieta elegida es un alimento seco para gatos esterilizados que contiene 350 kcal/100gr Hacemos una regla de 3,

293 x 100/350 = 83 gr sería su ración diaria.

Pero esta ración es orientativa, y por ello debemos tener en cuenta las particularidades de nuestro paciente felino, ya que probablemente si mi paciente está castrado, con esta ración engorde ya que no se encuentra en mantenimiento (técnicamente significa animal no castrado que hace 1 hora de ejercicio al día) y porque además su requerimiento basal disminuye.

Por esto, utilizando tanto esta fórmula como las recomendaciones del fabricante, debemos tomarlas como simples guías iniciales ya que no tienen por qué representar los requerimientos reales de todos los gatos en ese peso. Por eso lo importante no es la dosis inicial si no el seguimiento y control con los ajustes necesarios posteriores.

Podemos observar en la clínica, pacientes con patologías derivadas de una inadecuada ingestión de energía y nutrientes en su dieta. Un exceso o deficiencia de energía dará lugar a pacientes delgados o caquécticos a corto plazo y obesidad a largo plazo, enfermedad que predispone a numerosas patologías en el paciente felino:

• Artrosis
• Estreñimiento
• Problemas endocrinos como la diabetes
• Menor capacidad respiratoria (mayor riesgo anestésico)

También las deficiencias y excesos (toxicidades) de algunos nutrientes (sobre todo en dietas caseras) dan origen a problemas graves de salud como el Hiperparatiroidismo nutricional por deficiencia de calcio o la Cardiomiopatía dilatada y ceguera en deficiencias de Taurina y el Raquitismo por deficiencia de Vitamina D e Hipercalcemia en su exceso son algunos ejemplos.

Un indicador de enfermedad en el gato es en muchas ocasiones el aspecto del pelaje. Un pelo mate, abierto y/o con seborrea puede ser debido a un alimento pobre en ácidos grasos esenciales y proteína.

Todos los pacientes requieren de una evaluación nutricional individualizada en cada visita por parte del equipo médico, tanto veterinario como ATV, con el objetivo de conocer qué tipo de alimentación proporciona el cliente a su mascota y asegurar una correcta nutrición en nuestro paciente, adecuada para su estado de salud y reproductivo, condición corporal , características raciales, etapa de la vida o nivel de actividad, ya que la desnutrición es un indicador de enfermedad y una alimentación inadecuada un factor de riesgo para la salud de nuestros pacientes.

• The World Small Animal Veterinary Association (WSAVA). Global Nutrition Assessment Guidelines (Spanish); 2011.
• Villaverde, C., Hervera, M. “Manual práctico de nutrición clínica en el perro y el gato” Multimédica Ediciones Veterinarias, 2016.
• Wolter, R; Jean-Philippe, C. “Cat Nutrition” Ed. Les Editions du Point Vétérinaire.2014.