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Técnicas de manejo amable en la consulta felina

Resumen breve

La visita al veterinario por regla general se percibe como una situación estresante para los gatos. Estudios previos han evidenciado que la percepción del estrés puede influenciar el bienestar felino. Con el fin de minimizar el estrés de los gatos durante la consulta veterinaria, las técnicas de manejo amable con los gatos junto a un entorno adecuado tienen un peso importante y todo veterinario debería estar familiarizado con su uso. En este artículo se aportan y se describen consejos sobre…

Resumen

La visita al veterinario por regla general se percibe como una situación estresante para los gatos. Estudios previos han evidenciado que la percepción del estrés puede influenciar el bienestar felino. Con el fin de minimizar el estrés de los gatos durante la consulta veterinaria, las técnicas de manejo amable con los gatos junto a un entorno adecuado tienen un peso importante y todo veterinario debería estar familiarizado con su uso. En este artículo se aportan y se describen consejos sobre el manejo amable durante la consulta felina diaria.

Introducción

La visita a la consulta veterinaria puede ser una experiencia muy estresante para un gato desde el inicio hasta el final. La experiencia puede resultar amenazante para una especie que necesita sensación de control y familiaridad para sentirse segura, y la ansiedad que esto causa tanto al gato como al cuidador es una de las principales causas de que los gatos no reciban la atención veterinaria que necesitan1.

Un estudio previo evidenció que el 78 % de los cuidadores de gatos lo consideraban un miembro más de la familia2, sin embargo, a pesar de este dato, el 72 % de los gatos visitó al veterinario menos de una vez al año2.

Además, otro estudio que encuestó a más de mil cuidadores de gatos indicó que el 58,2 % afirmaba “que su gato odiaba ir al veterinario” y el 37,6 % dijo que “solo pensar en llevar a su gato al veterinario era estresante”3. En un estudio muy reciente, un tercio de los encuestados indicó que presenciar el estrés de su gato los desanimó a llevarlos de nuevo al centro veterinario4. Estudios previos evidencian que el estrés del cuidador influye en la percepción del estrés de su gato5.

Es importante reconocer que un factor importante en la reducción de las visitas del gato al veterinario se relaciona con el estrés y la dificultad que implica transportar a un gato al centro veterinario, así como con el hecho de que los gatos solo muestran signos sutiles de dolor y enfermedad. Además, los cuidadores se preocupan por cómo reaccionará el gato en la clínica, por un entorno e instalaciones adecuadas, así como por un manejo apropiado por parte del equipo veterinario1,2.

Desde la percepción del gato, la visita al veterinario puede resultar aterradora y las consecuencias del estrés también pueden tener implicaciones a considerar6 (Tabla 1). El miedo se reflejará en el comportamiento del gato, lo que con frecuencia imposibilitará el examen físico y manejo y complicará el detectar cambios sutiles en la movilidad y bienestar. Un estudio previo indicó que un 88,7 % de los gatos presentaban estrés en todas las etapas de la visita al centro veterinario, incluso antes y después de la cita7.

Desde el punto de vista del personal veterinario, tratar con gatos y cuidadores estresados también puede resultar estresante. Los gatos asustados pueden convertirse rápidamente en pacientes agresivos y un manejo inadecuado pone al personal veterinario en riesgo de sufrir lesiones. Además, los cuidadores estresados son menos receptivos a los consejos y con menor probabilidad atenderán a las pautas establecidas de tratamiento y seguimiento1.

Entender el comportamiento natural del gato como especie, considerar las bases de la clínica amable, así como seguir las pautas y técnicas de manejo felino amable, consiguen que la experiencia sea menos estresante y se reduzca el estrés de los gatos, de los cuidadores y del equipo veterinario8. Los gatos tienen buena memoria a largo plazo y pueden recordar un solo evento como una experiencia negativa durante una visita al veterinario. Por lo que las interacciones del veterinario no solo afectarán al gato en ese momento, sino que también influirán en sus respuestas emocionales y comportamiento en las visitas posteriores9,10. Las interacciones amables con los gatos implican considerar su salud emocional y cognitiva a lo largo de la visita al veterinario, incluso antes de salir del hogar. Estudios previos sugieren que las primeras visitas del gato al veterinario pueden afectar a un animal de por vida. Así una experiencia negativa, puede afectar a su bienestar, generando miedo o ansiedad a largo plazo11.

Además de la realización de un manejo amable, es importante tener en cuenta la evaluación y adaptación del entorno del centro veterinario, ya que el equipo veterinario debe considerar cómo el gato percibe e interpreta los estímulos asociados. Lo que un gato ve, huele, siente, saborea y oye puede afectar de manera importante a su bienestar y estado emocional1. Las bases para crear un ambiente amigable con los gatos quedan fuera del objetivo de este artículo, pero deben considerarse como parte importante y apoyo fundamental a las técnicas de manejo amable durante la consulta y hospitalización felina.

Tabla 1. Parámetros fisiológicos y diagnósticos que pueden verse afectados por estrés.

Los siguientes hallazgos se observan en gatos sanos estresados. Es importante evaluar el nivel de miedo/estrés del paciente antes de tomar una decisión sobre la enfermedad o el dolor en función de estas anormalidades en el examen físico o pruebas diagnósticas1.

Hallazgos del examen físico

  • Taquicardia
  • Bradicardia (a largo plazo)
  • Aumento de la frecuencia respiratoria
  • Dilatación pupilar
  • Hipertermia
  • Colitis por estrés (heces blandas, presencia de sangre y/o moco en la superficie)

Hallazgos en pruebas diagnósticas

  • Hiperglucemia de estrés, con o sin glucosuria
  • Hipopotasemia debida a liberación de epinefrina
  • Hipertensión
  • Hipersensibilidad plaquetaria
  • Linfocitosis
  • Neutrofilia

¿Por qué es importante un manejo bajo en estrés?

Minimizar el estrés de los pacientes siempre debe ser una prioridad en el centro veterinario. El estrés continuado en el entorno clínico es indeseable por razones de bienestar, así como por los efectos adversos sobre la función inmunológica, tasa de recuperación y el aumento del riesgo de lesiones al personal11. Los beneficios de un manejo bajo en estrés se detallan en la Tabla 2.

Tabla 2.Beneficios del manejo bajo en estrés en la clínicadiaria.
  • Mejora el bienestar emocional y físico del gato.
  • Aumenta la satisfacción del equipo veterinario.
  • Aumenta la confianza del cuidador creando un vínculo cuidador-equipo veterinario.
  • Reduce la ansiedad del cuidador.
  • Reduce el tiempo y los recursos en las visitas posteriores.
  • Ayuda a enfrentarse a las visitas problemáticas y evitar problemas.
  • Previene las alteraciones inducidas por el estrés en los parámetros fisiológicos y laboratoriales.
  • Evita lesiones en el equipo veterinario y en el cuidador.

Consideraciones previas sobre la visita del gato a la consulta

Los eventos que preceden a la llegada al centro veterinario comúnmente aumentan la ansiedad del gato y del cuidador y por consiguiente también aumentan las dificultades del personal veterinario para interactuar posteriormente con el gato. Si los cuidadores no están informados sobre las pautas a considerar durante el transporte del gato a la clínica, sus interacciones durante el traslado pueden aumentar la ansiedad del gato antes de llegar al centro veterinario8. Un estudio previo indicó que más del 75 % de los cuidadores nunca recibieron consejos sobre el traslado del gato al centro veterinario, por lo que este punto debería reforzarse por parte del equipo veterinario4.

El uso de determinados agentes farmacológicos antes de la visita (Tabla 3) debe considerarse en aquellos gatos con experiencias veterinarias negativas previas, los que no estén habituados al manejo y aquellos de temperamento muy ansioso o temeroso8.

Tabla 3. Fármacos sedantes/ansiolíticos que pueden considerarse como opción previa a la visita al centro veterinario.
Fármaco Dosis (vía oral) Administración
Gabapentina 100-200 mg/gato o 20 mg/kg Considerar reducción de dosis en gatos pequeños, o con enfermedad renal crónica o con debilidad 2-3 horas previas al factor estresante (transportín, traslado, llegada a la clínica, considerar según desencadenantes conocidos para el gato)
Trazodona 50-100 mg/gato o 10 mg/kg 60-90 minutos previos al factor estresante

Cada visita amable felina debe estar enfocada en asegurarle al gato una sensación de control, enfatizando las experiencias positivas y disminuyendo las experiencias negativas a través de enfoques alternativos. Será necesario considerar el desarrollo de un plan previo basado en la historia y las preferencias del gato, minimizar las posibles alteraciones físicas y emocionales, gestionar adecuadamente las interacciones y permitir que el gato se mueva y se posicione de la manera que les resulte más cómoda. Cada consulta debe adaptarse de acuerdo con la condición y etapa de vida del gato, además la preparación del equipo veterinario para la visita de cada paciente influirá en gran medida en el desarrollo del examen8.

Conjuntamente, es importante asegurar que todos los miembros del equipo entienden al gato como especie y están familiarizados con sus respuestas emocionales y comportamentales, además de conocer la mejor estrategia para interactuar con ellos y estar entrenados para realizar un buen manejo felino que resulte en una experiencia positiva para todas las partes implicadas.

Aproximación al paciente en consulta: enfoque general

Antes de acercarse, primero debe evaluarse el estado emocional del gato, atendiendo a su postura corporal y expresión facial. Aunque los registros previos sobre el comportamiento del paciente deben tenerse en consideración para planificar el mejor enfoque, se debe evaluar el estado emocional del gato en cada interacción antes de iniciar cualquier contacto8.

Mientras se saluda al cuidador y se revisa el historial del paciente, se debe permitir que el gato salga de su transportín por su propia voluntad (Figura 1) y explore u olfatee la consulta (Figura 2). Esta aproximación es preferible a introducir la mano en el transportín, sacar al gato a la fuerza o inclinar el transportín para forzarlo a salir, ya que estas acciones repercuten en que el gato se sienta amenazado y no son técnicas de manejo apropiadas12,13.

Figura 1: Cuando el gato llega a consulta se recomienda dejarlo salir del transportín por sí solo.
Figura 1: Cuando el gato llega a consulta se recomienda dejarlo salir del transportín por sí solo.
Figura 2: Mientras se realiza la anamnesis, una vez finalizado el examen físico e incluso mientras se discuten los resultados, tratamiento y seguimiento con el cuidador, se recomienda permitir que el gato se mueva libremente por la consulta e incluso pueda retirarse a un área donde se sienta seguro.
Figura 2: Mientras se realiza la anamnesis, una vez finalizado el examen físico e incluso mientras se discuten los resultados, tratamiento y seguimiento con el cuidador, se recomienda permitir que el gato se mueva libremente por la consulta e incluso pueda retirarse a un área donde se sienta seguro.

Además, mientras se realiza la anamnesis, el veterinario puede evaluar al gato desde la distancia, evaluando su patrón respiratorio, movilidad y comportamiento en general.

Si el gato no sale del transportín de forma voluntaria, se debe retirar con cuidado, si es posible, la mitad superior del transportín, para que el gato pueda permanecer en esta localización la mayor parte del examen (Figura 3). Si se percibe que el gato aún tiene miedo, se puede deslizar lentamente una toalla entre la parte superior e inferior del transportín mientras se retira la parte superior. La toalla proporciona un escondite seguro para el gato (Figura 4).

Figura 3: Si el gato no sale del transportín de forma voluntaria se debe retirar la parte superior para que pueda permanecer en esta localización la mayor parte del examen.
Figura 3: Si el gato no sale del transportín de forma voluntaria se debe retirar la parte superior para que pueda permanecer en esta localización la mayor parte del examen.
Figura 4: Este gato es miedoso y se siente mucho más cómodo cubierto con una toalla. La cabeza del gato se está sosteniendo con la mano derecha de forma suave y sin restricción.
Figura 4: Este gato es miedoso y se siente mucho más cómodo cubierto con una toalla. La cabeza del gato se está sosteniendo con la mano derecha de forma suave y sin restricción.
Figura 5: Un transportín apropiado debería contar con puerta frontal y superior, siendo la mitad superior desmontable. Además, debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda ponerse de pie y girar de forma cómoda, estar hecho de un material resistente, recio, estable, seguro y fácil de limpiar y que cuente con rendijas u orificios para la ventilación.
Figura 5: Un transportín apropiado debería contar con puerta frontal y superior, siendo la mitad superior desmontable. Además, debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda ponerse de pie y girar de forma cómoda, estar hecho de un material resistente, recio, estable, seguro y fácil de limpiar y que cuente con rendijas u orificios para la ventilación.

Si el gato está en un transportín no desmontable con abertura superior, colocar el transportín en el suelo y usar una toalla para envolver al gato y sacarlo con cuidado. Si el transportín no permite desmontar la parte superior, se recomienda intentar deslizar lentamente al gato fuera de la abertura lateral sobre cualquier cama que esté recubriendo la parte inferior del transportín12. En casos en los que el transportín no sea adecuado y dificulte el manejo durante la consulta, será necesario aconsejar al cuidador sobre otras opciones que faciliten el manejo del paciente8-14 (Figura 5).

Siempre se considerará el uso de toallas y mantas, así como superficies mullidas y antideslizantes para colocarlas debajo del gato.

Las recomendaciones para una aproximación amable hacia el gato se detallan en la Tabla 4.

Tabla4. Lenguaje corporal (no amenazante) hacia el gato.
  • Evitar el contacto visual directo o la mirada fija.
  • Parpadear de forma lenta en la dirección del gato.
  • Realizar movimientos suaves y sutiles.
  • Es importante trabajar despacio y con confianza: “Lento es rápido y rápido es lento”.
  • Emplear un tono de voz suave y tranquilo.
  • Evitar realizar sonidos agudos y ruido excesivo. Evitar el uso de luces brillantes.
  • Emplear juguetes o comida para alentar al gato a acercarse primero o a salir del transportín. Es recomendable colocar la comida sobre superficies (mesa, suelo, transportín), no ofreciéndola directamente de la mano.
  • Siempre que sea posible, ponerse al mismo nivel que el gato (p. ej. si está en suelo será necesario agacharse o arrodillarse).
  • Evitar inclinarse sobre el gato.
  • Si el gato se acerca, permitir que investigue y huela nuestra mano.
  • Manejar al gato lo más suavemente posible y en posición natural.
  • Acariciar las áreas de la cabeza y cuello.
  • El manejo con toallas puede ser de utilidad en gatos temerosos.
  • Manipular al gato acercándonos desde atrás.
  • Evitar arrinconar al gato dentro del transportín o en cualquier lugar de la consulta.
  • Comenzar con el procedimiento menos estresante o invasivo.
  • Si es necesario, retroceder momentáneamente y ver si el gato se relaja para luego intentar acercarse de nuevo.
  • Cuando el enfoque suave falla, no aumentar la restricción, será necesario alejarse y considerar la posibilidad de sedación.
  • En ningún caso agarrar al gato por la piel de la nuca. Es inaceptable sujetarlo por la piel de la nuca y suspenderlo.

Uso de feromonas felinas sintéticas

Estudios previos evidencian que el uso de difusores enchufables y espráis que contienen feromonas felinas sintéticas presentan un efecto beneficioso reduciendo el estrés durante la estancia del gato en el centro veterinario15,16 y durante el transporte a la clínica17. En estudios previos, aunque los gatos estuvieron más tranquilos con el uso de feromonas, no redujeron el forcejeo durante la cateterización venosa18 o no se consiguió reducir los valores de presión arterial en un entorno clínico19.

Se recomienda el uso de feromonas como complemento en todas las estancias en las que gato pueda estar (área de recepción, consulta, hospitalización, etc.). Además de considerar el rociado con feromonas en las mantas y toallas.

Técnicas de manejo amable felino

El manejo exitoso de gatos es una combinación de conocimientos y técnicas, práctica y confianza. Al considerar el abordaje para un determinado procedimiento, es importante recordar siempre que hay que evaluar a cada paciente de forma individual, debiendo estar preparado para adaptar un enfoque o técnica diferente según cada gato. No sólo es importante realizar una correcta técnica de manejo, sino que también se deben haber tomado previamente medidas para asegurar que el gato esté lo más relajado posible. Es esencial que el entorno en el que se manipula al gato y donde tendrá lugar el procedimiento sea silencioso. Siempre que sea posible, se deberá ofrecer a los gatos más nerviosos la posibilidad de ocultarse parcialmente (p. ej., permitir esconder la cabeza bajo una toalla)20 (Figura 6).

Figura 6: Tapar al gato con una toalla le permite ocultarse y hacer que se sienta más seguro.
Figura 6: Tapar al gato con una toalla le permite ocultarse y hacer que se sienta más seguro.

Es importante revisar el historial previo del gato y considerar cualquier factor que pueda influir en el abordaje del procedimiento. Además, también debe tenerse en cuenta que el abordaje de un gato adulto o senior puede ser diferente al de un cachorro, debido al tamaño y presencia de comorbilidades. Cuando sea necesario, es importante asegurar una analgesia adecuada previa a cualquier procedimiento. También debe considerarse el estilo de vida del gato, ya que los gatos ferales necesitan un enfoque muy diferente al de los gatos que viven en un hogar8.

Estudios previos han demostrado que los gatos que se examinan con una mínima manipulación (restricción pasiva) muestran menos respuestas negativas que los gatos en los que se emplean métodos de sujeción más fuertes (sujeción por el pliegue de la nuca, clipnosis y sujeción corporal completa)21. Sujetar a un gato por el pliegue de la nuca es intimidante para el gato, aumentando su miedo y excitación ya que pierde la sensación de control. A pesar de esto, un estudio reciente indicó que, aunque la mayoría de los cuidadores evidenciaron en consulta métodos de restricción suave, casi un tercio de los cuidadores (81/263; 30,8 %) había evidenciado sujeción por el pliegue de la nuca durante la manipulación de su gato en consulta4. Según la evidencia actual y el claro impacto negativo sobre el bienestar de los gatos, el uso de estas técnicas de sujeción más fuerte no se considera como parte de un adecuado manejo amable felino21. Tampoco se recomienda el siguiente equipamiento a la hora de realizar interacciones amables con los gatos: bolsas, guantes de cuero, bozales o cualquier otro dispositivo colocado sobre la cabeza del gato, collares isabelinos (únicamente necesario como elemento de protección tras, p. ej., una cirugía electiva; siempre considerar la variedad acolchada y nunca de plástico rígido), cajas de inducción anestésica, redes de malla para captura, jaulas trampa y jaulas de contención (ambas dos excepto en circunstancias excepcionales, p. ej., manejo de gatos ferales)8.

Exploración física

El mejor lugar para examinar al gato es donde el gato quiera estar, ya que esto le da al gato control sobre su entorno. Considerar examinar al gato sobre la mesa de exploración, en el suelo, sobre el regazo o en el transportín (Figura 7). Muchos gatos prefieren la exploración cuando están sobre una manta familiar que ya tiene su olor. Los gatos a los que les gusta sentarse en el regazo a menudo se sienten cómodos en el regazo del veterinario, pero debe estar en una posición en la que esté de espaldas al veterinario y pueda ver al cuidador8,12.

El primer contacto es el más intimidante para el gato, y mantener un contacto constante es mejor tolerado que romper ese contacto y reestablecerlo de forma repetida13. Una vez se haya comenzado con el examen físico, es recomendable mantener una mano en contacto con el gato en todo momento. Si es necesario, se pueden usar mantas o toallas para cubrir o envolver suavemente, pero no para sujetar firmemente al gato (Figura 8).

Figura 7: Realizar el examen físico donde el gato quiera estar (en este caso, en la mitad inferior del transportín) hace que se sienta más seguro. La mayor parte del examen físico debe realizarse con el gato de espaldas al veterinario, evitando el contacto visual directo.
Figura 7: Realizar el examen físico donde el gato quiera estar (en este caso, en la mitad inferior del transportín) hace que se sienta más seguro. La mayor parte del examen físico debe realizarse con el gato de espaldas al veterinario, evitando el contacto visual directo.
Figura 8: Si el gato se resiste a ciertos aspectos del examen físico, se pueden emplear mantas o toallas para envolverlo suavemente. En este caso hay también comida depositada de forma pasiva en la mesa de exploración para establecer buena relación con el gato e incrementar su distracción durante el procedimiento.
Figura 8: Si el gato se resiste a ciertos aspectos del examen físico, se pueden emplear mantas o toallas para envolverlo suavemente. En este caso hay también comida depositada de forma pasiva en la mesa de exploración para establecer buena relación con el gato e incrementar su distracción durante el procedimiento.

Antes de comenzar con la exploración hay que asegurarse de que todo el equipamiento esté disponible en la consulta, además de asegurar su limpieza entre pacientes para eliminar olores.

El orden del examen físico debe modificarse para que sea más fácil para el paciente; no es necesario examinar a todos los gatos comenzando por la cabeza y finalizando por la cola. De hecho, es preferible realizar primero las partes de la exploración menos estresantes y reservar las áreas menos preferidas hasta el final del examen. Este último aspecto es variable entre gatos, algunos se resisten a la interacción con el instrumental (p. ej., estetoscopio, balanza), mientras que otros pueden desconfiar del manejo de partes individuales del cuerpo (p. ej., para algunos, los dientes y la boca; para muchos gatos con enfermedad degenerativa articular, las patas; para gatos con problemas del tracto urinario, el abdomen)12. Será necesario ir avanzando en la exploración de forma cuidadosa y lenta, permitiendo al gato que tome una postura cómoda. En caso necesario, el tomar descansos breves facilitará la evaluación del paciente.

A continuación, se indican algunas sugerencias en puntos clave de la exploración para facilitar el examen y conseguir una experiencia menos estresante para el gato.

Auscultación torácica

Para la mayoría de los gatos, la auscultación es el primer paso ya que es el menos invasivo; además, será necesaria una correcta evaluación cardiovascular y respiratoria en caso de requerir contención química. El estetoscopio ideal para auscultar a un gato es el de cabeza pequeña (infantil o pediátrico). Será necesario colocarse detrás o lateral al paciente y comenzar con la mano y el estetoscopio a lo largo del tórax lateral, auscultando ambos campos pulmonares laterales y el corazón (Figura 9). El corazón está en una posición muy esternal en el gato, y la mayoría de los soplos se detectan en la zona paraesternal, por lo que se debe incluir una cuidadosa evaluación de esta zona22. El ronroneo en ocasiones puede interferir con los sonidos cardiacos; existen muchos trucos para detener el ronroneo, un estudio previo evidenció que la proximidad a un grifo de agua abierto hizo que el 81 % de los gatos dejara de ronronear23.

Figura 9: Auscultación cardiaca en un gato colocándose detrás del paciente y manteniendo al gato sobre la mitad inferior del transportín.
Figura 9: Auscultación cardiaca en un gato colocándose detrás del paciente y manteniendo al gato sobre la mitad inferior del transportín.

Examen de la cavidad oral. Es importante considerar que esta zona será dolorosa en gatos con afección dental. Levantar o bajar suavemente los labios para evaluar las superficies dentales (Figura 10) antes de abrir la boca para ver las estructuras orales internas (Figura 11). Es importante no tirar del pelo del gato para bajar el labio inferior. Si el gato se opone a alguna parte de la evaluación oral, puede ser mejor volver a ella más adelante en el examen o después de la administración de analgesia o tras sedación o anestesia8.

Figura 10: En el examen de la cavidad oral se están retrayendo los labios de forma suave evitando tirar del pelo del gato para bajar el labio inferior. Para la sujeción del gato se está usando una envoltura suave con toalla.
Figura 10: En el examen de la cavidad oral se están retrayendo los labios de forma suave evitando tirar del pelo del gato para bajar el labio inferior. Para la sujeción del gato se está usando una envoltura suave con toalla.
Figura 11: Para abrir la boca del gato será necesario acercarse desde el lateral, colocando una mano sobre el hocico, con el índice y el pulgar posicionados justo detrás de los dientes caninos superiores. Presionar suavemente los labios mientras se inclina la cabeza ligeramente hacia arriba. Colocar un dedo de la otra mano sobre los incisivos inferiores y ejercer presión suave para abrir la boca. No tirar del pelaje de debajo de la mandíbula para tirar de ésta hacia abajo. Como en la imagen, se puede envolver al gato en una toalla para incrementar su seguridad.
Figura 11: Para abrir la boca del gato será necesario acercarse desde el lateral, colocando una mano sobre el hocico, con el índice y el pulgar posicionados justo detrás de los dientes caninos superiores. Presionar suavemente los labios mientras se inclina la cabeza ligeramente hacia arriba. Colocar un dedo de la otra mano sobre los incisivos inferiores y ejercer presión suave para abrir la boca. No tirar del pelaje de debajo de la mandíbula para tirar de ésta hacia abajo. Como en la imagen, se puede envolver al gato en una toalla para incrementar su seguridad.

Toma de temperatura. La toma de temperatura rectal debe dejarse para el final del examen. La hiperextensión de la cola es incómoda y debe evitarse. Estudios previos comparando la toma de temperatura rectal, timpánica y axilar en gatos, determinan que la toma de temperatura timpánica y axilar no debería reemplazar a la temperatura rectal. No obstante, la determinación de la temperatura axilar puede reflejar más fielmente el valor de la temperatura rectal en gatos sanos o con bajo peso en comparación a gatos con sobrepeso24.

Áreas dolorosas. La evaluación de las zonas dolorosas debe considerarse dentro de la última parte del examen o hasta haber conseguido un efecto analgésico tras administración de medicación. Cada paciente es único y es necesario evaluar la escala de dolor de forma individual. Se recomienda ser cuidadoso con el examen, ya que la mayoría de los gatos sénior y súper sénior tienen algún grado de dolor articular. Además, será necesario manipular con cuidado la cabeza si hay dolor dental o cervical8.

Extracción de sangre

La extracción de sangre con frecuencia requerirá una sujeción muy ligera, sin embargo, algunos gatos requerirán más sujeción, pero como máximo podrá aplicarse una fuerza suave que les permita seguridad, protección y control de la situación20.

Como se ha comentado anteriormente, será necesario evaluar a cada paciente de forma individual y considerar cualquier factor que pueda influir en cómo abordar el procedimiento. Así, los gatos que tienen antecedentes de enfermedad dental pueden sentir dolor en la región oral, por lo que la vena yugular puede no ser una buena opción para la toma de muestras. Los gatos braquicéfalos a menudo no toleran que les levanten la cabeza para tomar una muestra de la yugular, los gatos obesos pueden tener venas difíciles de localizar o los gatos con enfermedad degenerativa articular pueden sentir incomodidad con la extensión de algunas de sus extremidades8.

Para la extracción de sangre debe seleccionarse una aguja de calibre pequeño (21-23G) y considerar tubos de recolección de pequeño tamaño que permitan abordar las pruebas necesarias (p. ej., considerar tubos de 0,5 ml de EDTA en lugar de tubos de 1 ml para hemograma). Se recomienda el empleo de peladoras silenciosas. Para la limpieza de la piel es preferible usar clorhexidina y evitar productos a base de alcohol con olor fuerte. La aplicación de crema anestésica local 30 minutos antes del procedimiento mejora el bienestar de los gatos y simplifica los procedimientos de venopunción25.

Vena Yugular

Se requiere un manejo mínimo inclinando la cabeza hacia arriba suavemente, evitando presionar los bigotes. La sujeción de las patas delanteras puede realizarse colocando el dedo índice entre ellas y permitiendo que el gato tenga las cuatro patas sobre la mesa (Figura 12). Puesto que a muchos gatos no le gusta que los levanten, manteniendo sus cuatro patas sobre la mesa aumenta su sensación de control. Si es necesario controlar las patas y el gato reacciona de forma negativa a la contención, se puede considerar envolverlo de forma suave en una toalla o manta, lo que ayudará a controlar todo el cuerpo (Figura 13). Se recomienda no sacar las extremidades anteriores del borde de la mesa de examen ya que esto hace que el gato pierda el sentido de control y el posicionamiento puede resultar doloroso. Se puede distraer el gato con un alimento líquido mientras se toma la muestra8,20.

Figura 12: Extracción de una muestra de sangre de la vena yugular con una restricción mínima.
Figura 12: Extracción de una muestra de sangre de la vena yugular con una restricción mínima.
Figura 13: Extracción de una muestra de sangre de la vena yugular usando una envoltura con toalla y restricción suave.
Figura 13: Extracción de una muestra de sangre de la vena yugular usando una envoltura con toalla y restricción suave.

Vena safena medial

El gato debe colocarse en posición semilateral, de modo que la mitad dorsal del cuerpo mantenga una postura esternal cómoda. Mantener al gato en decúbito lateral estricto no le aporta sensación de control. Debe emplearse un colchón o manta para que el gato pueda posicionarse cómodamente. La extremidad seleccionada para la toma de muestras debe estabilizarse sin sujetar fuertemente. Las extremidades deben sujetarse manteniendo una posición natural, no se recomienda hiperextender la articulación del tarso y la cola debe permanecer en una posición natural sin sujeción8,20 (Figura 14).

Figura 14: Posicionamiento para la toma de muestras de la vena safena medial derecha. En la imagen el gato está colocado en una posición semilateral mientras la extremidad posterior derecha está estabilizada y la izquierda se ha flexionado de forma suave. La cola permanece en una posición natural sin sujeción.
Figura 14: Posicionamiento para la toma de muestras de la vena safena medial derecha. En la imagen el gato está colocado en una posición semilateral mientras la extremidad posterior derecha está estabilizada y la izquierda se ha flexionado de forma suave. La cola permanece en una posición natural sin sujeción.

Vena cefálica

Colocar una mano detrás del codo para permitir el avance de la extremidad anterior. Evitar hiperextender la articulación del codo. La extremidad anterior debe estabilizarse sin sujetar fuertemente. Se puede considerar envolver al gato de forma suave en una toalla o manta, manteniendo la extremidad anterior fuera8,20.

Colocación catéter intravenoso

Se debe considerar el tamaño de catéter apropiado según cada caso individual, según el tamaño y estado de la vena (independientemente del tamaño del gato) (Figura 15). Los aspectos que considerar para la colocación de un catéter intravenoso son los mismos que para la venopunción. En este caso también se recomienda la aplicación previa de crema anestésica local.

Se debe tener en cuenta el tiempo que estará colocado el catéter, cómo de cómodo estará el gato en función de la localización del catéter y si interfiere con sus necesidades (comer, beber, descanso y/o acicalado).

Cuando se coloca un catéter es importante asegurar que permanezca en su localización de forma segura, aunque hay que considerar minimizar el vendaje. Los gatos con frecuencia no toleran bien los vendajes y pueden dificultar las posturas de descanso. En casos en los que el vendaje o la cinta se haya adherido al pelo, es importante usar productos que disuelvan el producto en lugar de tirar de la cinta y el pelo8.

Figura 15: Colocación de un catéter intravenoso en la vena cefálica.
Figura 15: Colocación de un catéter intravenoso en la vena cefálica.

Medición de la presión arterial

Realizar la medición en un entorno tranquilo ayuda a reducir el riesgo de hipertensión situacional. Previo a la medición es importante permitir la aclimatación del gato al entorno al menos unos 5-10 minutos. La toma de presión arterial debe realizarse donde el gato se sienta cómodo (sobre una toalla o manta, parte inferior del transportín, etc.). Una sujeción mínima es esencial. El gato debe estar en una posición tranquila, relajada y cómoda. Si el gato se agita, es importante parar y dejar que se calme en lugar de usar una restricción más firme.

La localización para medir la presión dependerá de la tolerancia del gato, aunque la extremidad anterior puede ser mejor opción para las mediciones Doppler (Figura 16) y la cola para el método oscilométrico y para gatos con enfermedad articular. El ancho del manguito debe ser del 30-40 % de la circunferencia de la extremidad/cola. Es recomendable sostener suavemente la extremidad o cola o dejarla reposar sobre la mano o sobre la mesa sin sujeción. La cabeza del gato no tiene que sujetarse y se debe evitar hiperextender las extremidades8,26.

Figura 16: Determinación de presión arterial mediante el método Doppler mientras el gato está relajado sobre una manta sin ninguna sujeción adicional.
Figura 16: Determinación de presión arterial mediante el método Doppler mientras el gato está relajado sobre una manta sin ninguna sujeción adicional.

Ecografía abdominal

El gato debe estar sobre una superficie acolchada. La distracción con comida puede ser útil si el gato está consciente. El gato debe colocarse en posición relajada con mínima sujeción (Figura 17), si el gato lo prefiere puede realizarse la ecografía sobre la parte inferior del transportín (Figura 18). Las extremidades deben sujetarse manteniendo una posición natural (Figura 19).

Figura 17: Posicionamiento para realizar una ecografía abdominal. El gato está colocado en posición semilateral con una restricción mínima.
Figura 17: Posicionamiento para realizar una ecografía abdominal. El gato está colocado en posición semilateral con una restricción mínima.
Figura 18: Realización de una ecografía abdominal manteniendo al gato en la mitad inferior de su transportín.
Figura 18: Realización de una ecografía abdominal manteniendo al gato en la mitad inferior de su transportín.
Figura 19: Cuando se necesite mantener al gato en una posición semilateral, las extremidades deben sujetarse manteniendo una posición natural (imagen izquierda): la cola está suelta, se ha colocado un dedo entre las extremidades posteriores y se están sosteniendo suavemente. No se recomienda que las extremidades posteriores y la cola del gato se presionen conjuntamente ni que se estiren de manera antinatural (imagen derecha).
Figura 19: Cuando se necesite mantener al gato en una posición semilateral, las extremidades deben sujetarse manteniendo una posición natural (imagen izquierda): la cola está suelta, se ha colocado un dedo entre las extremidades posteriores y se están sosteniendo suavemente. No se recomienda que las extremidades posteriores y la cola del gato se presionen conjuntamente ni que se estiren de manera antinatural (imagen derecha).

¿Cuándo recurrir a sedación o anestesia?

Como se comentó anteriormente, es recomendable optar por la opción de administrar fármacos sedantes o ansiolíticos previo a la visita (Tabla 3) o posponer el procedimiento. Sin embargo, en ocasiones esto no es posible, por lo que se debe recurrir a una combinación segura de fármacos que minimicen los efectos adversos (Tabla 5).

Tabla 5. Indicaciones del uso de fármacos sedantes o anestésicos.
  • Si el gato muestra signos de miedo o agresividad y el procedimiento se va a alargar en el tiempo.
  • Procedimientos en los que se prevé dolor o incomodidad; cuando la analgesia sea insuficiente por sí sola.
  • Cuando la sujeción suave o las técnicas de manejo no proporcionan seguridad para el personal.

La sedación para procedimientos utiliza fármacos como tranquilizantes, sedantes y analgésicos (Tabla 6), en ocasiones con la adición de anestésicos locales. Los beneficios de la sedación para procedimientos incluyen una menor restricción física, menor estrés, manejo más sencillo de las vías respiratorias, evitar inhalantes y recuperación rápida27.

Siempre hay que considerar el mejor protocolo individualizado para cada paciente en función de su edad, comorbilidades, etc. La administración por vía intramuscular o subcutánea requiere de una menor sujeción.

Siempre que sea posible se recomienda el uso de agentes reversibles. A los gatos siempre se les debe proporcionar un lugar para esconderse, ya que esto a menudo aliviará el miedo, la ansiedad y la frustración27. Se recomienda el uso de anestesia general en casos en los que la sedación sea insuficiente para llevar a cabo los procedimientos. Será recomendable consultar con un anestesista en caso necesario.

Cuando los cuidadores se muestren reacios al uso de fármacos sedantes o anestésicos o a la reprogramación de la cita, el veterinario debe abogar por el bienestar del gato y explicar que este enfoque es necesario para reducir el riesgo de emociones negativas asociadas a la visita8.

Tabla 6. Protocolos de sedación en gatos para la realización de procedimientos8,27.
Fármaco Dosis (mg/kg); vía de administración Comentarios
Opioides
Butorfanol 0,2-0,5; IM, IV Generalmente proporciona una mejor calidad de sedación que otros opioides cuando se usa como agente único. Puede asegurar una sedación adecuada para procedimientos menores
Metadona 0,05-0,6; IM, IV, OTM 60-90 minutos previos al factor estresante
Morfina 0,05-0,3; IM, IV No se recomienda su uso como agente único
Buprenorfina 0,005-0,04; IM, IV, OTM
Agonistas alfa2-adrenérgicos (el vómito es común tras su administración)
Dexmedetomidina 0,0025-0,04; IM, IV Mejor opción frente a otros agonistas alfa2 adrenérgicos
Medetomidina 0,01-0,04; IM, IV
Xilacina 0,1-1; IM, IV
Otros
Alfaxalona 2-3; IM, IV Dosis IV por debajo de 0,5 mg/kg pueden proporcionar sedación significativa
Combinaciones (ejemplos)
Opioide + dexmedetomidina (0,0025-0,005 mg/ kg IM, IV)
Opioide + alfaxalona (2-3 mg/kg IM, IV) La inyección de gran volumen puede ser un problema
Opiode + dexmedetomidina + ketamina (2-3 mg/kg IM, IV) Si el opioide y la dexmedetomidina se revierten habrá un efecto residual mínimo con la dosis baja de ketamina
Opiode + dexmedetomidina + midazolam (0,05- 0,2 mg/kg IM, IV) Cada uno de estos fármacos es reversible (si es necesario eliminar los efectos sedantes)
Opiode + dexmedetomidina (0,0025-0,005 mg/ kg IM, IV) + alfaxalona (1-2 mg/kg IM, IV) El extremo superior del rango de dosis puede causar efecto anestésico
Alfaxalona (1-2 mg/kg IM, IV) + dexmedetomidina (0,0025-0,005 mg/kg IM, IV) La inyección de gran volumen puede ser un problema y la analgesia puede ser inadecuada

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