Desplazamiento abomasal izquierdo en ternero Holstein. Descripción de las alteraciones bioquímicas.

El desplazamiento abomasal izquierdo es una enfermedad multifactorial que aparece principalmente en las hembras de ganado vacuno lechero y que está directamente relacionada con la ingestión de alimento en la fase del periparto (desde las 2 semanas preparto hasta las 4 semanas postparto). La disminución de la ingesta durante la fase de preparto y el lento incremento de la ingesta durante las primeras semanas postparto, son factores de riesgo que causan un menor llenado ruminal, la reducción del ratio forraje-concentrado y el aumento de la incidencia de otras enfermedades características de la fase de postparto.

Todo esto, disminuye la motilidad ruminal y aumenta la concentración de ácidos grasos volátiles, ralentizando el tiempo de vaciado abomasal y favoreciendo el acúmulo de gas en el mismo¹.

En el siguiente artículo, se expone el caso de un ternero macho de raza Holstein de 7 meses de vida, con una condición corporal baja, una ganancia de peso menor que la de sus compañeros de grupo y con cierto grado de timpanismo ruminal. El animal se encuentra en una explotación de terneros de cebo. Se realiza una exploración clínica donde se diagnostica un desplazamiento abomasal izquierdo, patología atípica en este tipo de animales. Por lo que se decide tomar muestras sanguíneas para comparar los resultados con bibliografía de perfiles sanguíneos de vacas adultas con esta misma enfermedad, ya que en terneros apenas hay referencias de la misma.

La explotación donde se encontraba el animal es una granja de cebo de ganado vacuno con 500 terneros machos de raza Holstein y 500 terneros machos de raza Limousine cada año. El rebaño está alojado todo el año en 2 establos, cada uno con 14 corrales (15x20 m). En cada corral se alojan de 30 a 35 animales sobre cama de paja, con acceso ad libitum a pienso compuesto, forraje y agua. En cada corral hay comederos con pienso, comederos con paja y bebederos.

Los terneros Holstein proceden de una granja que dedica su actividad a la compra y venta de terneros machos de explotaciones de ganado vacuno lechero y llegan a la explotación con una edad de 3 meses de vida, ya destetados. Estos animales no tienen interés productivo en la mayoría de las granjas de vacuno lechero, por lo que pasan a formar parte de la industria del cebo. Los terneros de raza Limousine proceden de diferentes ganaderías de España, y llegan a la explotación con una edad de 7-8 meses de vida. Proceden de explotaciones de ganado vacuno de carne en extensivo.

El rebaño tiene un programa de vacunación contra rinotraqueitis infecciosa bovina y Clostridium. No realizan ningún tipo de control exhaustivo de enfermedades, a menos que un animal esté gravemente enfermo (decúbito, cojera severa, distensión ruminal...). Los animales también se vacunan contra Mannheimia haemolytica, Parainfluenza bovina y virus sincitial respiratorio bovino.

La explotación tiene algunos casos de tiña con una incidencia baja (en la primera visita se observó alrededor de un 3% de animales afectados en cada corral), hernias umbilicales, papilomatosis, timpanismo ruminal y cojeras; todas ellas, enfermedades típicas de una explotación de bovino de cebo. Recientemente han tenido problemas con enfermedad respiratoria bovina, aunque ya lo han solucionado, según comenta el propietario.

El caso fue visto por primera vez el 10 de octubre de 2022. Un ternero Holstein, de 7 meses de edad, con una condición corporal baja y con menor ganancia de peso en comparación con los otros terneros de su corral, también presentaba cierto grado de timpanismo ruminal, según detalló el ganadero. No se le administró ningún tratamiento antes de la primera visita.

El ganadero no detalló ningún otro signo de enfermedad previa de este ternero ni de los demás animales del corral.

En la observación del animal dentro de su grupo se observa que el tamaño del animal es menor que el del resto del grupo, con presencia de timpanismo ruminal y de lesiones de tiña.
En la exploración individual se observó:

• El ternero estaba alerta, con un valor de condición corporal de 2 (escala de 5 puntos) y un peso corporal de 221 Kg.
• Las lesiones de tiña presentes se encontraban en fase de cicatrización en algunas zonas de la piel. Presentaba áreas de alopecia secas y costrosas en la cabeza y el cuello.
• La auscultación cardiaca reveló una frecuencia cardiaca aumentada de 100 latidos por minuto.
• Temperatura de 38,8 ˚C.
• Frecuencia respiratoria de 24 respiraciones por minuto. La auscultación del tórax no reveló anomalías.
• Los ganglios linfáticos submandibulares, preescapulares y precrurales eran normales a la palpación.
• Las contracciones del rumen estaban aumentadas (5 contracciones/minuto).
• La fosa paralumbar izquierda estaba distendida con gas en el rumen, evitando la evaluación del llenado ruminal.
• La percusión en el tercio superior de los espacios intercostales de las costillas 9ª a la 12ª de la pared abdominal izquierda no reveló sonidos de ping (característicos del desplazamiento abomasal izquierdo), pero se hallaron estos sonidos de ping en la parte inferior del abdomen, ventral a la fosa paralumbar izquierda. También se apreciaban sonidos agudos de líquido al realizar la sucusión en esa área.
• Consistencia normal de las heces, pero escasa cantidad.
• El examen ecográfico reveló la localización del abomaso en el flanco izquierdo del animal, con imágenes de este en la zona caudo-ventral desde la posición del rumen. En el examen ecográfico, también se pudo comprobar una actividad normal de las contracciones del retículo. No se observó presencia de líquido libre.
• Se pudo apreciar micción espontánea, con un aspecto normal de la orina. Se utilizó una tira reactiva de orina, donde sólo se observó una ligera proteinuria.
• No se pudo encontrar ningún otro hallazgo significativo.

En base a la historia y los hallazgos clínicos, los diagnósticos diferenciales fueron:

• Desplazamiento abomasal izquierdo.
• Timpanismo ruminal secundario.
• Obstrucción esofágica.
• Reticuloperitonitis crónica.
• Peritonitis.
• Indigestión vagal.

De la lista de diferenciales, no se sospechó de obstrucción esofágica, ya que el animal seguía comiendo y no mostraba signos de ansiedad o inquietud; tampoco se observaron degluciones ni regurgitaciones, salivación, tos o movimientos masticatorios continuos².

Se descartó también una reticuloperitonitis crónica, ya que la actividad ruminal estaba aumentada, se comprobaron las contracciones del retículo con ecografía y no había líquido libre alrededor de este órgano. Además, el animal no presentaba fiebre ni taquicardia³.

En cuanto a la peritonitis, no se encontraron resonancias bilaterales a la percusión, ni signos de toxemia. Además, ninguna prueba de dolor abdominal resultó positiva⁴.

Asimismo, para la indigestión vagal, no se apreciaron signos de distensión abdominal, depresión, debilidad muscular, apatía e indiferencia a estímulos normales; por lo que se descartó⁵.

Los sonidos de ping y salpicaduras de líquido metálico encontrados en el abdomen izquierdo junto con las imágenes ecográficas del abomaso en esa área guiaron a diagnosticar un desplazamiento abomasal izquierdo. De alguna manera esta condición podría impedir el proceso de eructación, llevando a tener un timpanismo ruminal secundario con el aumento de la motilidad ruminal y la presencia de gas encontrada durante el examen clínico inicial.

Una vez que se confirmó el desplazamiento abomasal izquierdo, se decidió obtener una muestra de sangre para realizar un estudio del hemograma y del perfil bioquímico del animal, ya que como se ha comentado, este tipo de patología aparece de forma muy esporádica en terneros de cebo y apenas hay referencias sobre la misma en este tipo de animales. Por lo que podría ser interesante tener más información sobre este caso.

Los resultados del hemograma (Tabla 1), muestran que no existía ninguna alteración en comparación con los valores fisiológicos.

Sin embargo, los valores reflejados en el perfil bioquímico (Tabla 2), muestran un aumento de la bilirrubina total, hiperglucemia, valores de insulina inferiores a los de referencia, valores de β-hidroxibutirato elevados, hipocloremia y un aumento de los valores sanguíneos de urea. Estos hallazgos bioquímicos están de acuerdo con los resultados de perfiles bioquímicos obtenidos de vacas de producción lechera con desplazamiento abomasal izquierdo^6,7.

En esta visita se ofreció como tratamiento de elección la cirugía, pero el ganadero decidió no realizarla debido al coste de esta y al estado general del animal. Dos meses más tarde el ganadero llamó, ya que el animal presentaba un empeoramiento general de su estado de salud. En el examen clínico realizado, la condición corporal era inferior a la de la visita anterior (puntuación de 1 en una escala de 5 puntos) y con más y peores lesiones de tiña (posible indicación de un peor estado inmunológico del animal). También se observó una pérdida de peso en comparación con los demás animales de su corral. La ecografía seguía revelando la localización del abomaso en el lado izquierdo del abdomen.

Ya que el bienestar animal era una prioridad y debido al estado general del mismo, se decidió llevar a cabo la eutanasia del ternero. Sin embargo, como esta patología de desplazamiento abomasal izquierdo es relativamente poco frecuente en terneros⁴, se decidió fotografiar la disposición anatómica de los órganos en la cavidad abdominal del ternero post mortem. Se tomaron fotografías desde la vista lateral izquierda (Figura 1), donde se puede confirmar la posición anormal del abomaso (círculo verde), atrapado entre el rumen y la pared abdominal ventral; y lleno de gas. En este caso no se encontraron adherencias entre ninguno de los órganos subyacentes.

1. Constable, P., Hinchcliff, K., Done, S., Gruenberg, W. Veterinary Medicine: a textbook of the diseases of cattle, horses, sheep, pigs and goats. 2017. St. louis, Mo.
2. Haven, M. L. Bovine esophageal surgery. Veterinary Clinics of North America: Food Animal Practice, 6(2), 359-369. 1990.
3. Braun, U., Gerspach, C., Ohlerth, S., Warislohner, S., & Nuss, K. Aetiology, diagnosis, treatment and outcome of traumatic reticuloperitonitis in cattle. The Veterinary Journal, 255, 105424. 2020.
4. Mueller, K. (2011). Diagnosis, treatment and control of left displaced abomasum in cattle. In Practice, 33(9), 470-481.
5. Hussain, S. A., Uppal, S. K., Hussain, T., Nabi, S. U., Beigh, S. A., & Ashraf, S. Vagus indigestion in bovines: a review in historical perspective. The Pharma Innovation Journal, 6(12), 157-163. 2017.
6. STENGÄRDE, L., et al. Blood profiles in dairy cows with displaced abomasum. Journal of dairy science, vol. 93, no 10, p. 4691-4699. 2010.
7. Song, Y., Loor, J. J., Zhao, C., Huang, D., Du, X., Li, X., ... & Li, X. Potential hemo-biological identification markers to the left displaced abomasum in dairy cows. BMC veterinary research, 16(1), 1-9. 2020.
8. Chapinal, N., Carson, M., Duffield, T. F., Capel, M., Godden, S., Overton, M., ... & LeBlanc, S. J. The association of serum metabolites with clinical disease during the transition period. Journal of dairy science, 94(10), 4897-4903. 2011.
9. Foris, B., Thompson, A. J., Von Keyserlingk, M. A. G., Melzer, N., & Weary, D. M. Automatic detection of feeding-and drinking-related agonistic behavior and dominance in dairy cows. Journal of dairy science, 102(10), 9176-9186. 2019.
10. Subdirección General de Productos Ganaderos Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios. Estudio del sector español de cebo de vacuno. Datos SITRAN. 2019.