Patologías reproductivas en reptiles habituales de la clínica veterinaria de animales exóticos en España
Resumen breve
Las patologías reproductivas en reptiles son una causa habitual de consulta en la clínica veterinaria de animales exóticos. Este trabajo pretende revisar las enfermedades más frecuentes de tipo reproductivo, como la distocia, la estasis folicular, los prolapsos, detallando los signos clínicos, el diagnóstico, tratamiento y la prevención.Índice de contenidos
Resumen
Las patologías reproductivas en reptiles son una causa habitual de consulta en la clínica veterinaria de animales exóticos. Este trabajo pretende revisar las enfermedades más frecuentes de tipo reproductivo, como la distocia, la estasis folicular, los prolapsos, detallando los signos clínicos, el diagnóstico, tratamiento y la prevención.
El diagnóstico de estas patologías se realiza según los datos obtenidos en la anamnesis, pruebas de imagen (radiografía, ecografía y endoscopia) y en ocasiones, analíticas sanguíneas. El tratamiento varía, según la enfermedad, optando por un tratamiento conservador, médico o quirúrgico, siendo esta última relevante en los casos graves o complicados. La prevención se basa en el conocimiento del manejo de cada especie, controlando factores como la temperatura, dieta, humedad, fotoperiodo y el entorno del animal.
Este trabajo intenta servir como una guía práctica para el veterinario clínico, reforzando la importancia de una detección temprana y un manejo especializado para tratar de forma adecuada y mejorar el pronóstico de los reptiles afectados.
Introducción
En los últimos años, los reptiles son animales cada vez más habituales en los hogares españoles, siendo casi 1 millón y medio los que se encuentran en nuestro país1. Presentan una gran diversidad de especies mantenidas en cautividad, desde tortugas de tierra como Testudo hermanni (Tortuga mediterránea), acuáticas como Trachemys scripta (Galápago de Florida), lagartos como Pogona vitticeps (Dragón barbudo), y ofidios como Pantheropis guttatus (Serpiente del maíz). Debido a esta variedad de especies, presentan también diferentes particularidades anatómicas, fisiológicas, nutricionales, entre otras. Con el aumento de estos animales como mascota, los clínicos veterinarios se han especializado en estos animales y en diagnosticar sus patologías2,3 (Figura 1).

Figura 1. Ejemplar de una Serpiente del maíz (Pantheropis guttatus) en clínica veterinaria.
Las causas de consultas de reptiles en centros veterinarios especializados son amplias y variadas, siendo las de origen reproductivo una de las habituales, tanto en hembras como en machos. En ocasiones, se deben a procesos de déficits nutricionales, condiciones inadecuadas de mantenimiento, procesos infecciosos, entre otros, por lo que para resolver el problema reproductor también hay que tratar otros aspectos que lo desencadenaron2,4.
Las principales patologías de origen reproductivo que afectan a los reptiles son: distocia, estasis folicular, prolapsos cloacales, infecciones del tracto reproductor, prolapsos del pene o hemipenes y del oviducto, neoplasias del tracto reproductor2,4 (Figura 2).

Figura 2. Ejemplar de Gecko leopardo con quemaduras por manta térmica debido a mal manejo.
Generalmente, son animales cuyos tutores no observan cambios en su comportamiento hasta que el proceso está avanzado y acuden a los centros con signos clínicos inespecíficos como apatía, inapetencia, anorexia, deshidratación, en ocasiones con prolapso evidente de la cloaca, que necesitan de la experiencia del clínico y pruebas avanzadas para diagnosticar y tratar de forma eficaz a estos pacientes2,3,5.
El diagnóstico de estas enfermedades se hace principalmente por la anamnesis realizada, así como con pruebas de imagen avanzada, incluyendo radiografías, ecografías e incluso endoscopias. Asimismo, también se pueden realizar analíticas sanguíneas para valorar otras patologías que causen el proceso del tracto reproductivo como hipocalcemias o infecciones. El tratamiento puede ser conservador, médico o quirúrgico, según el caso que se presente. La prevención es esencial, incluyendo pautas de manejo adecuadas a cada especie, como la alimentación, temperatura, sustrato empleado, revisiones periódicas, y en algunas ocasiones, en hembras de algún grupo de reptiles como los quelonios, realizar esterilizaciones de forma preventiva2,5.
Distocias
Introducción
La retención de huevos o distocia es una de las principales enfermedades relacionadas con la reproducción en reptiles. Se puede definir como la falta de capacidad de la hembra para realizar una puesta normal de huevos. Es la principal patología en tortugas de tierra (Testudo spp., Geochelone spp.) y agua (Trachemys spp., Mauremys spp.), así como en algunos lagartos (Iguana iguana, Chamaeleo spp., Eublepharis macularius). En serpientes, también se puede producir, aunque hay que tener en cuenta que también son animales vivíparos2,3,5,6.
Las causas pueden deberse a procesos no obstructivos, obstructivos y ectópicos5.
Relacionados con procesos no obstructivos:
- Ambiental y/o manejo: temperaturas inadecuadas, falta de humedad, zona de puesta inadecuada (sustratos duros, sin protección), estrés continuo.
- Nutricional: hipocalcemia, enfermedad ósea metabólica (EOM).
- Infecciosa: salpingitis, granulomas, parásitos.
- Enfermedad sistémica que produce una deshidratación generalizada, debilidad en la hembra y la imposibilita para la puesta.
- Edad muy temprana o avanzada.
Relacionados con procesos obstructivos:
- Por el tamaño del huevo y/o roturas.
- Trauma y/o fracturas que afecten a la zona pélvica.
- Obstrucción urinaria por cálculos.
Procesos ectópicos:
- Que se encuentren en la cavidad celómica o en la vejiga urinaria.
Se considera una patología de carácter urgente en aquellos casos que se prolongan durante semanas, hay sospecha de obstrucción completa de la cloaca y/o rotura de algún huevo (Figura 3).

Figura 3. Ecografía con presencia de huevos calcificados y presencia de líquido libre en una tortuga acuática.
Signos clínicos
En general, en la mayoría de los reptiles, presentan signos inespecíficos como apatía, anorexia e inapetencia. Por grupo taxonómico, los quelonios presentan cambios de comportamiento, en los que la hembra está nerviosa, hace movimientos continuados con las extremidades posteriores para la realización del nido. Algunos lagartos, como los geckos, presentan un comportamiento de agresividad y nerviosismo. En algunos saurios y ofidios se pueden palpar masas redondas compatibles con los huevos retenidos, así como observar un abdomen hinchado2,3,5,6.
Diagnóstico
El diagnóstico de esta patología se realiza principalmente mediante pruebas de imagen. En radiografía, en las tortugas se pueden observar los huevos calcificados, así como su tamaño e integridad, en los lagartos y serpientes, los huevos no están calcificados por lo que se observarán estructuras más radiodensas en comparación con otros órganos. En ecografía, se visualizan los huevos en la cavidad celómica. En estas pruebas, es muy probable que no se observen todos los huevos que presenta la hembra en la cavidad celómica2,3,5,6 (Figura 4).

Figura 4. Imagen radiográfica de un ejemplar de tortuga acuática con distocia debido a la rotura de uno de los huevos.
Tratamiento
Se puede optar por varias opciones:
- Tratamiento conservador: en algunos casos, se puede dejar a la hembra en un ambiente tranquilo con una zona húmeda y protegida para realizar la puesta, pero no suele dar resultado2.
- Tratamiento médico: siempre y cuando no exista rotura de los huevos, ni procesos obstructivos, ni enfermedad ósea metabólica. Se administra gluconato cálcico (100 mg/kg) por vía intramuscular SID y junto a ello, administrar atenolol como relajante uterino durante 3-4 días (7 mg/kg) SID2,5,7. Tras ello, se administra oxitocina 10 UI/kg por vía intravenosa. Si no se realiza la puesta, se puede repetir la dosis de oxitocina al día siguiente o dejando unos días de descanso. Este protocolo es bastante eficaz en tortugas y tiene menos efecto en serpientes y lagartos7.
- Tratamiento quirúrgico: se pueden retirar mediante una celiotomía en todas las especies, con la dificultad en tortugas por el caparazón. En lagartos, se colocan en posición dorsal incidiendo por la línea paramedial evitando la vena abdominal mientras que en los camaleones se realiza en posición lateral, siguiendo la línea de las costillas con extremo cuidado. En las tortugas, se realiza mediante una plastrotomía o una aproximación prefemoral2,3,5.
Prevención
Las medidas de prevención se basan principalmente en un buen conocimiento del manejo de estos reptiles en su ambiente, es decir, que tengan condiciones óptimas de temperatura, humedad, sustrato, dietas correctas y equilibradas. Aunque haya únicamente hembras, estas pueden realizar una puesta de huevos sin necesidad de cópulas con machos ni su presencia.
Estasis folicular
Introducción
La estasis folicular o estasis preovulatoria es una condición en la que los folículos se desarrollan, pero no llegan a ovular ni retroceder con el tiempo. Los folículos que no han ovulado o retrocedido pueden romperse, sufrir necrosis y causar una celomitis. Puede ocasionarse por aumento del alimento, de la temperatura y del fotoperiodo. Afectan generalmente a los lagartos, principalmente iguanas, camaleones y geckos. Puede producirse también en quelonios y ofidios, pero no son habituales en la clínica veterinaria. Estos folículos pueden permanecer estáticos durante meses2,3,5,6 (Figura 5).

Figura 5. Ecografía de folículos ováricos en desarrollo en un Gecko leopardo.
Signos clínicos
Los principales signos clínicos que presentan son inespecíficos2. Se pueden observar cambios de comportamiento (agresividad, intranquilidad o incluso apatía), inapetencia prolongada por el llenado de la cavidad celómicaycambios de color en los camaleones. Se puede presentar también un celoma muy hinchado y dolor a la palpación del celoma2,3.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza principalmente mediante ecografía y radiografía, que permite a su vez realizar un diagnóstico diferencial de otras patologías como ascitis por alteración hepática, cardíaca, renal o hipovitaminosis A, obesidad, infecciones en la cavidad celómica. En ecografía, se observan los ovarios y las fases de la foliculogénesis y así poder determinar en qué estadio folicular se encuentra la hembra. En radiografía, se pueden observar en los lagartos, como las iguanas, unas estructuras redondas ligeramente radiopacas en la parte final del celoma del animal, aunque pueden ocupar todo el espacio celómico. En las tortugas, se opta principalmente por la endoscopia para observar todos los folículos formados, aunque hay riesgo de rotura y causar una celomitis2,3,5,6 (Figura 6).

Figura 6. Radiografía de una Iguana verde con estasis folicular avanzada.
Tratamiento
En relación con el tratamiento, se puede optar por uno conservador en el que la hembra finalice la formación de los folículos y realice la puesta o que los reabsorba de forma natural. Se debe proporcionar una dieta de rápida absorción (dietas y papillas Recovery® comerciales) y fluidos. Si tras un mes o mes y medio, la hembra no se ha alimentado o ha empeorado su salud, se debe optar por el tratamiento quirúrgico, de igual forma que en la cirugía de distocia. Hay que asegurarse de que no queda ningún resto de contenido folicular en la cavidad celómica, debido a que puede provocar una distocia o estasis folicular ectópica. Otras opciones médicas, en concreto los tratamientos hormonales, necesitan de mayor conocimiento científico antes de realizarlo en pacientes de la práctica clínica2,3,5,6.
Prevención
A los tutores, se les debe educar en el manejo de las hembras, evitando la sobrealimentación y la obesidad, debido a que predispone a la mayor formación de folículos. También se deben realizar fotoperiodos adecuados, evitando sobreexposición de luz, asícomo evitar temperaturas elevadas.
Prolapso del oviducto/clítoris y pene/hemipene
Introducción
En la mayoría de los casos, el prolapso del aparato reproductor de machos y hembras no suele ser una enfermedad en sí misma sino un signo clínico de otra enfermedad, por lo que habría que diagnosticar la causa que ha producido ese prolapso2,5. El prolapso en hembras puede ser debido a un sobreesfuerzo durante la puesta por distocias, infecciones graves, parasitosis descompensadas, obstrucciones gastrointestinales, cálculos urinarios, entre otras razones2,3,5. En machos, las causas pueden ser por exceso de libido y cópulas, debilidad, traumatismos en tercio posterior, enfermedad ósea metabólica, cuerpos extraños, así como otras causas2,3,5. De forma fisiológica, el pene de las tortugas puede exteriorizarse durante unos pocos minutos hasta que se vuelve a introducir solo5 (Figura 7).

Figura 7. Ejemplar macho de Iguana verde con tapones en ambos hemipenes.
En hembras, el prolapso del oviducto y/o clítoris se observa habitualmente en saurios (Iguana verde, Dragón barbudo, Gecko leopardo) y tortugas terrestres. En machos, el prolapso del pene o hemipenes, según la especie, se diagnostican en tortugas terrestres y acuáticas, así como en saurios. En serpientes, no es habitual hallar este problema en las especies que acuden a la clínica veterinaria2,3,5,6.
Se debe diferenciar bien el prolapso cloacal del aparato genital de ambos sexos, para evitar confusiones y tratamientos inadecuados. El prolapso cloacal se produce por una retención de heces en el último tercio del tracto digestivo por un tenesmo continuado. Se diferencia de los genitales, debido a que se hincha y edematiza rápidamente, aumentado el tamaño de forma considerable.2,3,5
Esta patología se considera urgente, para asegurar la viabilidad del órgano, así como evitar complicaciones, p. ej., sepsis.
Signos clínicos
Los signos clínicos observados son muy evidentes, visualizándose el oviducto/clítoris o pene/hemipenes exteriorizados, con tonos rojizos y oscuros, inflamados y comenzando a formar edema. Si se prolonga en el tiempo, presenta un aspecto negruzco, maloliente y/o hemorrágico2,3,5. También se puede observar cambios de comportamiento, malestar, debilidad2. En los reptiles que presentan hemipenes, se puede observar un tapón de secreción de semen que ha impedido recolocar el hemipene en su interior y se ha producido el prolapso3 (Figura 8).

Figura 8. Imagen radiográfica de un fecaloma en un ejemplar de tortuga terrestre.
Diagnóstico
Se debe diagnosticar la causa que ha producido el prolapso. Se pueden realizar radiografías para observar presencia de huevos distócicos, fecalomas, cuerpos extraños, realizar un análisis coprológico para visualizar formas parasitarias. Asimismo, se puede hacer un análisis sanguíneo, para observar alteraciones en hemograma y/o bioquímica, como leucocitosis o hipocalcemia, respectivamente2,3,5.
Tratamiento
En los machos, se puede optar por limpiezas con soluciones hipertónicas para intentar disminuir el tamaño y edema de la parte exteriorizada, así como con cremas con corticoide. En los casos en los que se ha producido el prolapso relativamente poco, tras esto, se puede reintroducir con ayuda de un bastoncillo lubricado con vaselina2,5.
Si lo anterior no ha funcionado, se opta por dos opciones de tratamiento, según la viabilidad del órgano, a excepción de los hemipenes:
- Si hay viabilidad: se reintroduce en el interior de la cloaca con un bastoncillo lubricado con vaselina y se realiza una sutura en bolsa de tabaco8,9. Si tras 2 semanas, tras la retirada de los puntos, se produce de nuevo el prolapso, se debe realizar la amputación de la parte exteriorizada5.
- Si no hay viabilidad: se realiza directamente la amputación. Se debe tener en cuenta en los machos el importante paquete vascular que discurre por la parte ventral para evitar hemorragias graves. Se realiza esa sutura de hemostasia alrededor y se elimina el tejido necrosado. Se debe emplear antibióticos de amplio espectro antes de la cirugía y continuar tras ella, así como antiinflamatorios y analgésicos. En algunos casos, donde existen edemas graves, se pueden administrar diuréticos durante 5 días previos a la cirugía2,3,5.
En los hemipenes que presenten únicamente el tapón y no se haya producido necrosis del hemipene, con retirar ese tapón sería suficiente. Si hubiera inflamación y signos de infección, habría que aplicar antiinflamatorios como meloxicam y antibióticos de amplio espectro3.
Prevención
Se puede evitar esa patología con manejos adecuados de la especie, p. ej., separando machos de hembras si continuamente realizan cópulas, favorecer el lugar de puesta para las hembras, administrar dietas equilibradas para evitar la ingesta de cuerpos extraños o causar retención de heces, en especies con hemipenes, y retirar los tapones de estos con frecuencia2,3,5,6.
Celomitis
Introducción
La celomitis puede ocurrir debido a folículos retenidos, salpingitis o distocia. La inflamación, los cambios degenerativos y la infección pueden afectar a los ovarios de los reptiles, principalmente tortugas2,5. La estasis folicular y la distocia puede predisponer a los reptiles a desarrollar la celomitis. En la estasis folicular, los folículos retenidos sufren necrosis, que puede conducir a la celomitis. En una distocia con ruptura del oviducto puede hacer que el contenido del huevo se libere en la cavidad celómica. La celomitis en los reptiles tiene un pronóstico grave5.
Signos clínicos
Los signos clínicos son inespecíficos, incluyendo anorexia, letargo, inactividad, diarrea y/o disminución de la producción de heces o uratos. Los datos analíticos incluyen hipercalcemia, hiperproteinemia y anemia2,4,5.
Diagnóstico
Se puede emplear tanto la ecografía como la radiografía como técnicas de diagnóstico, aunque la ecografía es de mayor utilidad. Se debe a que se puede confirmar mediante ecografía la presencia de líquido libre dentro de la cavidad celómica y visualizar los folículos2,4. Como se indicó anteriormente, esta patología puede cursar con alteraciones en la analítica sanguínea, por lo que es importante llevar a cabo un hemograma y bioquímica completos. La endoscopia es un método eficaz de diagnóstico de la celomitis para observar con mayor detalle el estado del oviducto y los folículos2,5.
Tratamiento
El tratamiento se basa en un tratamiento quirúrgico para retirar el material alterado, ya sea los folículos retenidos o huevos rotos junto con su contenido2,5. Asimismo, se deben recoger muestras para cultivo bacteriano, fúngico e histopatología, para determinar la causa de esa celomitis4,5. Deben realizarse lavados de la cavidad celómica para retirar todo el contenido vertido, así como incluir en el tratamiento posquirúrgico, fluidoterapia, nutrición parenteral, analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, hasta la espera de los resultados2,5.
Prevención
La prevención de esta enfermedad se basa en evitar la distocia y la estasis folicular y, para ello, se deben dar unas pautas adecuadas de manejo de estos reptiles en los hogares. Como se menciona en las medidas de prevención de las patologías anteriores, hay que hacer hincapié en aportar una dieta equilibrada, mantener una temperatura adecuada, buena humedad y sustrato eficaz.
Neoplasias
Introducción
Las neoplasias reproductivas no son habituales en la clínica veterinaria de reptiles10. Son más frecuentes en ofidios y poco reseñables en quelonios y saurios. En serpientes, los más habituales son hemangiomas, carcinomas, tumores de las células de la granulosa, leiomiosarcomas, seminomas, y tumores estromales de las gónadas. En tortugas, se han reportado casos de seminomas y adenomas testiculares, así como leiomiomas y teratomas. En lagartos, se han descrito casos de carcinomas del oviducto y tumores de las células de la granulosa de los testículos3,5,6,10.
Signos clínicos
Debido al escaso número de casos reportados, los signos clínicos están poco documentados. Se pueden observar aumentos de tamaño en la parte caudal de las serpientes. Suelen ser hallazgos que se observan durante una necropsia6,10.
Diagnóstico
El diagnóstico definitivo es mediante la necropsia y la histopatología para conocer el tipo de tumor. En ocasiones, se puede visualizar mediante radiografías y ecografías la masa en la cavidad celómica y realizar una citología de esta6,10.
Tratamiento
Dependiendo del tipo de tumor, la localización y agresividad, se podría realizar un tratamiento quirúrgico para la extirpación de este, pero en la mayoría de los casos no se puede realizar y el animal fallece6.
Conclusiones
Las patologías de origen reproductivo en los reptiles representan una causa frecuente de consulta en la clínica de animales exóticos, especialmente en las hembras mantenidas en condiciones inadecuadas de manejo.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran la distocia, la estasis folicular, los prolapsos del aparato reproductor, la celomitis y, con menor frecuencia, las neoplasias. Estas alteraciones presentan generalmente signos clínicos inespecíficos, lo que puede retrasar el diagnóstico y empeorar el pronóstico.
El diagnóstico se basa principalmente en la anamnesis y pruebas de imagen avanzada (radiografía, ecografía y, en algunos casos, endoscopia). El tratamiento varía según la gravedad del caso, pudiendo ser conservador, médico o quirúrgico. En muchas ocasiones, la cirugía representa la única opción para preservar la vida del animal, especialmente en casos de distocia complicada, celomitis o prolapsos.
La prevención es fundamental y se centra en educar e informar a los tutores, promoviendo condiciones óptimas de mantenimiento: conocimiento de las necesidades fisiológicas de la especie que cuidan, en concreto de la alimentación, temperatura y humedad necesarias, zonas de puesta adaptadas, y revisiones periódicas. La detección precoz, junto con un personal veterinario especializado, es esencial para mejorar el pronóstico y garantizar el bienestar de estos animales.
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