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Reptiles y anfibios: características fisiológicas y manejo clínico II

Resumen breve

Dentro del conjunto de mascotas de carácter exótico, el grupo de los reptiles y anfibios suele generar una gran curiosidad y atractivo tanto para los propietarios como para el personal clínico. Si bien el trabajo con pequeños mamíferos puede guardar más similitudes con la clínica de pequeños animales enfocada a perros y gatos, las especies que hoy aquí ocupan requerirán de unos conocimientos aún más especializados si se quiere garantizar un manejo clínico correcto y una hospitalización…

Serpientes

Especies más habituales
Figura 1. Pitón real (Python Regius).
Figura 1. Pitón real (Python Regius).
  • Rey de California (Lampropeltis Getulus Californiae).
  • Pitón Real (Python Regius) (Figura 1).
  • Pitón de la India (Python Molurus).
Características anatómicas y fisiológicas destacables
  • Ausencia de miembros (aunque en algunas especies pueden existir vestigios pélvicos).
  • El maxilar superior cuenta con cuatro filas de dientes, dos a cada lado, mientras que el inferior consta de dos filas. Suelen ser curvados caudalmente, y las especies venenosas poseen unos colmillos más especializados para inyectar el veneno.
  • La cabeza está anatómicamente adaptada para engullir presas de gran tamaño. Para ello, las dos mitades de la mandíbula inferior se unen rostralmente de forma muy ligera, de modo que la sínfisis puede separarse. Además, la serpiente no tiene articulación temporomandibular, sino un hueso cuadrangular que articula la mandíbula inferior con el cráneo, lo que permite una dislocación rostral y lateral de las mandíbulas. El maxilar superior también se une con el aspecto rostral del cráneo muy levemente, favoreciendo una mayor apertura oral.
  • La glotis está situada rostralmente, sobre la base de la boca y caudal a la lengua, y resulta fácil de ver cuando la boca está abierta. La intubación puede llevarse a cabo con el paciente despierto si es necesario.
  • El pulmón derecho es el de mayor tamaño en la mayoría de las especies, quedando el izquierdo como una estructura vestigial o siendo sustituído por un saco aéreo vascularizado. Las especies menos evolucionadas, como las boas, tienen dos pulmones.
  • El estómago es tubular, con un esfínter esofágico poco definido, y es en donde se produce la mayor parte del proceso digestivo. El pelo de las presas es la única sustancia que las serpientes son incapaces de digerir, y es eliminado a través de las heces.
  • Las serpientes no tienen vejiga urinaria, las uretras conectan directamente los riñones al urodeum, que desemboca en la cloaca.
  • Corazón de tres cámaras: dos aurículas y un ventrículo. La extracción sanguínea puede realizarse puncionando la vena coccígea ventral, mientras que, para la administración de fluidos por vía intravenosa, es necesario un procedimiento quirúrgico que permita el acceso a alguna de las dos yugulares que se puede encontrar medialmente a la zona medial de las costillas cervicales.
Figura 2. Detalle del patrón de las escamas dorsales
Figura 2. Detalle del patrón de las escamas dorsales
  • El macho tiene dos hemipenes situados en la zona ventral de la cola, únicamente con funciones reproductivas y que no intervienen en la micción. Los testículos son intracelómicos y pueden llegar a triplicar su tamaño en época de celo.
  • La hembra posee dos ovarios, conectados mediante dos oviductos enroscados, a una vagina muscular que desemboca en el urodeum de la cloaca. Algunas especies son ovíparas y otras, vivíparas.
  • Las escamas pueden variar en cuanto a tamaño, forma y textura dependiendo de la especie y de la zona anatómica que cubran. La ecdisis, o muda de piel, está condicionada por factores como la época del año, el estado de salud o la edad de la serpiente, siendo regulada, en parte, por la glándula tiroides. Implica la renovación de la piel del reptil al completo (Figura 2).
Sujeción y manipulación

Antes de manipular o incluso acercarse a una serpiente, hay que asegurarse de que no se trata de un ejemplar venenoso. Algunas de las serpientes venenosas que se pueden encontrar son la culebra bastarda (Malpolon Monspessulanus), las serpientes de cascabel y todas las especies de víbora, cobra y coral.

El mayor peligro radica en los dientes, puesto que el veneno es inyectado a través de los colmillos. Las mordeduras de las especies no venenosas pueden ser muy dolorosas y, en caso de las constrictoras, ha de tenerse en cuenta su habilidad para enroscarse en el cuello y el pecho, produciendo la asfixia.

La sujeción y manipulación de una serpiente no venenosa debe ser llevada a cabo controlando, antes de nada, la cabeza. Para ello, se presiona el pulgar contra la región occipital del cráneo, rodeando la mandíbula inferior con el resto de dedos, y sujetando con la otra mano el cuerpo, de modo que no quede suspendido en el aire. Las especies de menor tamaño pueden enroscarse sobre sí mismas sobre la mano de la persona que las sujeta.

En el caso de las de mayor tamaño, se necesitan dos o más personas, de forma que cada una sujete un intervalo de la serpiente y pudiendo desenroscarla de su compañero en caso de ser necesario (esto se consigue desenrollando al reptil en sentido de la cola a la cabeza). Es importante no ejercer excesiva fuerza al agarrar a la serpiente, ya que se podrían causar hematomas y la segregación de mioglobina por parte del tejido muscular, lo que podría dañar la membrana glomerular de los riñones.

Patologías frecuentes
Tabla 1. Patologías frecuentes en serpientes.
Patología Comentario
Anorexia Asociada a temperatura inadecuada, procesos de muda, estomatitis, neumonía, parasitosis, obstrucción intestinal y otras
Enfermedad vesicular (blister desease) Puede darse en condiciones higiénicas deficientes y a niveles de humedad incorrectos
Quemaduras Debidas a dispositivos de calor
Estomatitis Múltiples causas: origen viral, bacteriano, micótico o parasitario, así como cuerpos extraños o fracturas. Errores de manejo (humedad y temperatura)
Disecdisis Retención de la muda
Enfermedades víricas Retrovirus (enfermedad vírica por cuerpos de inclusión)
Paramyxovirus (neumonía)
Figura 3. Retención preovulatoria en una pitón verde de árbol
Figura 3. Retención preovulatoria en una pitón verde de árbol

Lagartos

Especies más habituales
  • Iguana Verde (Iguana Iguana) (Figura 4).
  • Dragón Barbudo O Pogona (Pogona Vitticeps) (Figura 5).
  • Gecko Leopardo (Eublepharis Macularius).
  • Camaleón Pantera (Furcifer Pardalis).
  • Varano de Sabana (Varanus exanthematicus).
Figura 4. Iguana verde (Iguana iguana).
Figura 4. Iguana verde (Iguana iguana).
Figura 5. Dragón barbudo (Pogona vitticeps).
Figura 5. Dragón barbudo (Pogona vitticeps).
Características anatómicas y fisiológicas destacables
  • Cráneo más rígido que el de las serpientes, con menos partes móviles. Dos filas de dientes (sin colmillos) en cada mandíbula. Estos son reemplazados por otros nuevos constantemente, excepto en los agámidos y los camaleones. El lagarto escorpión (Heloderma horridum) y el monstruo de Gila (Heloderma suspectum) poseen dientes huecos con el que inyectan veneno al morder.
  • La lengua es de gran tamaño y móvil en la mayoría de las especies, en algunas, como los camaleones, puede proyectarse para alcanzar a sus presas. La lengua de las iguanas presentan un color mucho más oscuro en la punta de la lengua y no debe ser confundido con un signo patológico.
  • Al contrario que las serpientes, los lagartos poseen tímpanos. Se encuentran ventrocaudales a los ojos.
  • Algunas especies, como la iguana, poseen un ojo parietal. Se encuentra situado entre los dos ojos, y aunque su lente no permite crear imágenes, es capaz de percibir cambios en la iluminación y detectar movimientos.
  • El estómago es una estructura simple con forma de saco. El intestino delgado está más desarrollado en carnívoros e insectívoros que en herbívoros; en el caso del intestino grueso, se da el caso contrario.
  • En algunas especies, como la familia de las iguanas, la cola posee unos planos de fractura en la zona media y caudal que hacen que la cola se seccione ante el ataque de un depredador, regenerándose posteriormente. Cuando esto ocurre, las vértebras caudales no se regeneran, sino que son sustituidas por un tejido cartilaginoso. Las nuevas escamas no suelen coincidir en tamaño y forma con las del resto de la cola.
  • En los iguánidos, junto a las narinas (o en el interior de estas) suelen encontrarse unas glándulas que segregan cloruro de sodio. Su función es la de eliminar el exceso de sodio, haciendo que el organismo conserve mejor el agua.
  • En la entrada a la tráquea, se encuentra una laringe rudimentaria que carece de epiglotis y cuerdas vocales, a excepción de algunas especies, como los geckos, que sí cuentan con cuerdas vocales que les permiten emitir cierta variedad de sonidos.
  • En los lagartos más primitivos, los pulmones son estructuras en forma de saco alargado. En el caso de especies más evolucionadas, se asemejan más a los de los mamíferos. En ambos casos, los lagartos suelen inflarlos para aparentar tener un mayor tamaño cuando se sienten amenazados.
  • La posición de los riñones varía en función de la especie, pudiéndose encontrar en abdomen, en la pelvis (unidos a la pared muscular dorsal) o como largas estructuras que se extienden cranealmente en el interior de la cavidad celómica. Algunos reptiles poseen vejiga urinaria. Su funcionamiento difiere del de la vejiga de los mamíferos, ya que está conectada a la cloaca de manera que la orina ha de pasar por esta antes de llegar a la vejiga.
  • Corazón de tres cámaras: dos aurículas y un ventrículo. El vaso preferente para la extracción de sangre es la vena coccígea ventral; alternativamente, se puede acceder a una vena abdominal que recorre ventralmente la línea medial del cuerpo (la venopunción de este vaso requiere más precaución que la vena coccígea, dada la proximidad de los órganos internos). Para su uso como vía intravenosa, la vena cefálica en el aspecto ventral del antebrazo es accesible mediante un corte en la piel en las especies de mayor tamaño (Figura 6 y 7).
Figura 6. Extracción sanguínea en una iguana verde.
Figura 6. Extracción sanguínea en una iguana verde.
Figura 7. Cateterización de vena yugular en una iguana verde.
Figura 7. Cateterización de vena yugular en una iguana verde.
  • En el macho, en las especies en las que los riñones están situados en el abdomen, los testículos se ubican cranealmente a estos. En aquellas en las que los riñones están más pélvicos, los testículos se encuentran caudalmente al final de los pulmones y el hígado. Durante el celo, se produce un aumento en el tamaño de las gónadas. En la base de la cola se encuentran dos hemipenes.
  • El aparato reproductor de la hembra es similar al de la serpiente.
  • Glándulas con distintas especializaciones a lo largo de la piel. La iguana, por ejemplo, cuenta con unas glándulas secretoras o poros en la parte ventrocaudal de la zona femoral, mientras que algunos geckos tienen poros precloacales.
Sujeción y manipulación

Iguanas y otros lagartos de gran tamaño.

Han de vigilarse boca, garras y cola, y debe tenerse en cuenta que los machos sexualmente maduros pueden ser más agresivos, sobre todo con las mujeres, ya que son capaces de detectar las feromonas propias del ciclo menstrual. La sujeción debe llevarse a cabo agarrando al reptil por la zona cervical dorsal, colocando los dedos corazón y anular a ambos lados de la cabeza de manera que controlen los miembros delanteros, mientras la otra mano rodea la zona pélvica dorsalmente, controlando los miembros posteriores con el pulgar y el meñique. La cola, capaz de actuar como un látigo, puede ser inmovilizada manteniéndola presionada contra el cuerpo con el codo. La sujeción, aunque firme, debe permitir cierta flexibilidad al reptil, ya que, si este forcejea, un exceso de rigidez en la contención podría dañar la columna vertebral. Además, al carecer de diafragma, una fuerza excesiva podría generar un aumento de presión pulmonar.

Los individuos más agresivos han de ser debidamente inmovilizados primero. Para ello, se puede hacer uso de una toalla para que controle la cola y las garras, ayudándose de unos guantes de protección para evitar posibles mordiscos. Si se trata con un animal cuya inmovilización pueda suponer un peligro para él, como en el caso de aquellos con enfermedad metabólica ósea, la contención química puede ser la mejor opción.

Geckos y otros lagartos de menor tamaño.

Los geckos, a excepción del Gecko Tokay, suelen ser dóciles. Pueden ser examinados colocándolos en un recipiente de plástico transparente. En caso de ser necesaria la manipulación, basta con sostenerlos en la palma de la mano mientras se controla la cabeza con pulgar e índice para impedir que muerdan. Es importante recordar que la piel de estos animales puede dañarse con facilidad, por lo que es altamente recomendable el uso de guantes sin látex y evitar el uso de toallas de textura áspera.

Bajo ningún concepto se debe sujetar a un lagarto por la cola, ya que esta podría desprenderse.

Patologías frecuentes
Tabla 2. Patologías frecuentes en lagartos.
Patología Comentario
Disecdisis Retención de la muda
Quemaduras térmicas Debidas a dispositivos de calor
Ectoparásitos Garrapatas, ácaros
Impactación digestiva Habitualmente causada por cuerpos extraños u otros elementos que el reptil es incapaz de digerir
Estomatitis Múltiples causas: origen viral, bacteriano, micótico o parasitario, así como cuerpos extraños o fracturas. Errores de manejo (humedad y temperatura)
Enfermedades oculares Multicausal
Dermatitis Causadas, en la mayoría de los casos, por un mal manejo del propietario
Enfermedad ósea metabólica Resultado de un desequilibrio de calcio/fósforo
Retención preovulatoria Los folículos se desarrollan en el ovario pero no se produce la ovulación, con lo que comprimen los órganos internos

Quelonios (tortugas y galápagos)

Especies más habituales
  • Tortuga Mora (Testudo graeca).
  • Tortuga Mediterránea (Testudo hermanni).
  • Tortuga Sulcata (Centrochelys sulcata).
  • Galápago Leproso (Mauremys leprosa).
  • Galápago de Florida (Trachemys scripta elegans).
Características anatómicas y fisiológicas destacables
  • Mandíbulas superior e inferior rígidas, similar a los lagartos. Ausencia de dientes, en su lugar, los bordes de las mandíbulas presentan un borde de queratina dura que forma una especie de pico. Algunas especies acuáticas presentan unas espinas curvadas caudalmente en la parte caudal de la faringe y en el esófago, que les ayudan a tragar peces y otras presas resbaladizas.
  • La mayoría de especies son criptodiros, esto es, son capaces de retraer la cabeza dentro del caparazón. Esto es posible gracias a dos poderosos músculos que conectan la parte caudal del cráneo con el punto en el que las vértebras cervicales se unen al caparazón.
  • Los pleurodiros, en lugar de este movimiento craneocaudal, introducen la cabeza en el caparazón de lado.
  • El caparazón está formado por dos partes: la mitad dorsal, formado por la fusión de hueso dérmico con costillas expandidas y vértebras, y la mitad ventral, llamada plastrón, formada por huesos dérmicos fusionados. El conjunto del caparazón se encuentra cubierto por placas queratinizadas de epidermis, por lo que tiene sensibilidad y consta de nociceptores.
  • Las escápulas se encuentran en el interior del caparazón, dentro de la caja torácica, una característica única en el mundo animal.
  • La articulación del codo se encuentra girada 180º.
  • Los músculos extensores de las extremidades son extremadamente fuertes en relación al tamaño del animal.
  • Los pulmones se encuentran en la parte dorsal de la cavidad celómica, en la cara interna del caparazón, sobre el hígado y el sistema digestivo. Se trata de dos estructuras esponjosas de músculo blando y fibras elásticas. En algunas especies acuáticas, los pulmones contienen unos sacos aéreos que favorecen la flotabilidad. En caso de colapso de uno de los pulmones, la flotabilidad de la tortuga se verá afectada de manera que el lado correspondiente al pulmón colapsado estará más sumergido, produciendo una inclinación.
  • Algunas tortugas son capaces de llevar a cabo una respiración cloacal, debido a un par de cámaras de aire conectadas a la cloaca capaces de absorber oxígeno del agua.
  • El vómito en un quelonio sano es muy poco frecuente, dado que el estómago cuenta con un firm esfínter esofágico
  • Los riñones están situados en la zona caudal del caparazón, adheridos a la cara interna, caudal al acetábulo de la pelvis (excepto en el caso de las especies marinas, en las que se presenta craneal a esta estructura). De los riñones salen dos uréteres que desembocan en el seno urogenital, una cavidad común a los sistemas urinario y reproductivo, que también conecta con la vejiga. Al final del aparato urinario, se encuentra una estructura carnosa bilobulada capaz de absorber agua, y que puede ser usada como método de hidratación.
  • Corazón de tres cámaras: dos aurículas y un ventrículo. Pueden obtenerse muestras sanguíneas de las venas yugulares, cefálicas, coccígea dorsal y subcarpacial, a la que se accede puncionando en dirección craneocaudal por la parte dorsal del cuello, hacia el interior del caparazón y paralelo a este.
  • El pene es largo y flexible y está alojado en la cara ventral de la cloaca cuando está en reposo, proyectándose al exterior cuando aumenta de tamaño. Los testículos se encuentran craneales a los riñones.
  • En las hembras, los ovarios se hallan suspendidos en la cara media dorsal de la cavidad celómica. El resto de estructuras anatómicas es similar a las de serpientes y lagartos.
Sujeción y manipulación

La mayoría de tortugas son inofensivas, pero sorprendentemente fuertes. Generalmente, pueden ser sostenidas con ambas manos por detrás de los miembros posteriores.

Las especies agresivas, como la tortuga mordedora o la tortuga caimán, han de ser sujetadas únicamente por detrás y por encima de los miembros posteriores, siendo altamente recomendable recurrir a la sedación para un examen pormenorizado.

Con las especies acuáticas y de caparazón blando, se deben evitar los guantes de látex y los tejidos ásperos que puedan dañar la piel del paciente.

Patologías frecuentes
Tabla 3. Patologías frecuentes en quelonios.
Patología Comentario
Dermatitis Causada, en la mayoría de los casos, por la contaminación con bacterias fecales
Traumatismos por ataques de otras mascotas Son frecuentes las lesiones por mordeduras, en ocasiones con fractura del caparazón
Edema palpebral Comúnmente causado por infecciones bacterianas o hipovitaminosis A
Insuficiencia renal Causas habituales: hipotermia, deshidratación y alteraciones dietéticas
Urolitiasis Asociada a deshidratación crónica por escaso acceso al agua
Enfermedad metabólica ósea Resultado de un desequilibrio de calcio/fósforo
Infección respiratoria Cursa con respiración por la boca, mucosidad y secreciones nasales, pérdida del apetito y letargo
Constipación Habitualmente debida a dietas inapropiadas
Retención preovulatoria Los folículos se desarrollan en el ovario pero no se produce la ovulación, con lo que comprimen los órganos internos
Distocia Imposibilidad para la puesta. Pueden ser obstructivas o no obstructivas
Figura 8. Lesión por mordedura de perro.
Figura 8. Lesión por mordedura de perro.
Figura 9. Lesiones en caparazón de tortuga mora.
Figura 9. Lesiones en caparazón de tortuga mora.

Anfibios

Órdenes

Existen tres órdenes de anfibios: ranas y sapos, salamandras y tritones, y cecílidos (ver Tabla 2).

Características anatómicas y fisiológicas destacables
  • Los anuros y salamandras tienen una estructura esquelética muy básica, pero similar a la de los lagartos. La principal diferencia radica en los primeros, que poseen largos fémures, tibias y peronés, así como metatarsianos y miembros posteriores bien musculados.
  • Los anuros tienen muy desarrollado el sentido del oído, ya que los sonidos de baja frecuencia se transmiten a lo largo de los huesos de los miembros anteriores mientras que los de alta frecuencia son recogidos por los tímpanos.
  • Las salamandras, como algunos lagartos, pueden regenerar la cola si les es seccionada (autotomía).
  • El patrón corporal de los cecílidos es mucho más simple, con un cuerpo en forma de gusano, y pocos huesos, si bien poseen mandíbulas, un cráneo primitivo y una columna vertebral fibrocartilaginosa.
  • En sus formas de larva o renacuajo, los anfibios acuáticos poseen branquias. Estas evolucionan, una vez en su etapa adulta, en pulmones que suelen ser simples estructuras de sacos aéreos. En períodos en los que los requerimientos de oxígeno son bajos, como durante la hibernación, ciertas especies son capaces de usar su piel para el intercambio gaseoso.
  • La mayoría de anfibios adultos son carnívoros y sus sistemas digestivos están adaptados a este tipo de dieta, con una lengua capaz de proyectarse largas distancias a altas velocidades y cilios en la propia lengua y esófago, que ayudan a la deglución de las presas.
  • Debido a la pigmentación de la melanina, el hígado es de color oscuro. De esta forma, se mantiene protegido de la luz ultravioleta que se filtra a través de la piel.
  • El principal producto de excreción de los anfibios acuáticos es el amoníaco, que eliminan a través de las branquias o la piel, según la especie. En el caso de las especies terrestres, excretan urea a través de dos primitivos riñones.
  • El sistema circulatorio sufre una severa transformación durante la metamorfosis de larva a adulto, siendo más propio de un pez en las primeras etapas (con un corazón de una aurícula y un ventrículo). Una vez alcanzada la madurez, el corazón se divide en uno de tres cámaras.
  • Los anfibios terrestres tienen una fina capa córnea que les confiere una protección extra, así como también reduce la pérdida de agua a través de la piel. Esta piel es mudada periódicamente, y suele ser ingerida por el anfibio.
Sujeción y manipulación

Antes de la manipulación y del examen de un anfibio, se deben tomar ciertas precauciones:

  • El examen del animal debe hacerse a la temperatura óptima de esa especie, siendo esta de entre 21 y 24 ºC.
  • La mesa de examen debe estar cubierta por toallas de papel, previamente empapadas con agua declorada (preferiblemente purificada).
  • Ha de prepararse un recipiente con más agua purificada para aplicar periódicamente al anfibio durante el examen y así prevenir la deshidratación.
  • No se debe manipular al anfibio hasta asegurarse de cuál es el problema que presenta, ya que algunas lesiones en la piel resultan extremadamente frágiles.
  • Es aconsejable el uso de guantes (sin látex) para minimizar la irritación de la piel del anfibio.
  • Algunas especies de anuros segregan a través de la piel toxinas irritantes e incluso potencialmente mortales, que pueden ser absorbidas a través de la piel de la persona que los manipule. El Sapo Gigante (Bufo marinus) dispone de unas enormes glándulas parótidas que contienen un veneno extremadamente tóxico. Especies como el Escuerzo Común (Ceratophrys ornata) o la salamandra americana gigante (Cryptobranchus alleganiensis) pueden propinar dolorosos mordiscos.

El método de sujeción de salamandras y tritones es similar al de los lagartos, teniendo especial cuidado de no provocar el desprendimiento de la cola.

Los anuros de mayor tamaño pueden sostenerse rodeándolos con una mano por detrás de los miembros anteriores mientras la otra mano se coloca bajo los miembros posteriores.

Los caudados acuáticos y de menor tamaño se pueden examinar en pequeños recipientes con agua (extraerlos podría generar daños en la piel). Las especies de mayor tamaño requieren una inmovilización más restrictiva.

Patologías frecuentes
Tabla 4. Patologías frecuentes en anfibios.
Patología Comentario
Endoparásitos Helmintiasis
Enfermedad metabólica ósea Resultado de un desequilibrio de calcio/fósforo
Hydrops Anasarca de etiología múltiple
Dermatitis De origen micótico o por mal manejo
Parálisis Habitualmente asociada a dietas inapropiadas o a tóxicos en el agua que se filtran a través de la piel

Conclusiones

Como ha quedado reflejado, las funciones del ATV en la práctica con reptiles y anfibios pueden ser de lo más variadas y van desde la sujeción e inmovilización del paciente para su exploración hasta la obtención de muestras, realización de pruebas diagnósticas o administración de diversos tratamientos, además de proporcionar unos cuidados hospitalarios adecuados. Dado que la mayoría de consultas son debidas a problemas derivados de errores de manejo, proporcionar al propietario una información precisa sobre temas como la alimentación o las necesidades fisiológicas de estas especies supone otra importante labor que debería corresponder al personal auxiliar.

Bibliografía

Girling, Simon J; “Veterinary Nursing of Exotic Pets”; Part III: Reptiles and Amphibians, Págs. 245 – 354; 2013 (Second Edition); Oxford, United Kingdom.

Douglas R. Mader, MS, DVM, DABVP, “Reptile Medicine and Surgery”, Section II: Biology and Husbandry, Section III: Anatomy, Physiology and Behavior, Section IV: Medicine, Section V: Critical Techniques/Procedures, Section VII: Specific Diseases and Critical Conditions, Section VII: Special Topics, Págs. 25 - 674, 715 - 972; 2006 (Second Edition); St. Louis, Missouri.

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