Aplicación del chequeo geriátrico preventivo en el entorno del plan de salud
Resumen breve
Este artículo tiene como objetivo mostrar el valor del chequeo geriátrico como herramienta preventiva, así como actualizar su uso tras los grandes cambios sociales, legislativos, económicos y en el ámbito clínico que ha experimentado la medicina de pequeños animales en las últimas décadas.Índice de contenidos
Resumen
Este artículo tiene como objetivo mostrar el valor del chequeo geriátrico como herramienta preventiva, así como actualizar su uso tras los grandes cambios sociales, legislativos, económicos y en el ámbito clínico que ha experimentado la medicina de pequeños animales en las últimas décadas.
En primer lugar, se experimenta un cambio social en la relación entre animales de compañía y propietarios, los cuales pasan ahora a denominarse tutores. Esta relación tutor-animal de compañía no sólo lleva inherente un cambio en la terminología, sino que también lleva asociado un cambio sustancial en las responsabilidades del ser humano en todo lo relativo al bienestar y salud de sus mascotas.
Todo esto ha impulsado la demanda de planes de salud en los que se incluyen chequeos preventivos. En este artículo buscaremos optimizar estos análisis preventivos en la población geriátrica, una población que aumenta exponencialmente al compás de este desarrollo consecuencia del aumento de los cuidados en el entorno sanitario y de bienestar.
En este artículo diferenciaremos de forma objetiva la población senior de la geriátrica y analizaremos las pruebas más adecuadas que deben estar incluidas en el chequeo geriátrico.
Una vez diseñado el protocolo del chequeo, se enumerarán y desarrollarán los cambios generales analíticos que nos encontraremos en la población debido al envejecimiento fisiológico. El análisis de estos parámetros es una herramienta preventiva fundamental para evitar que todos esos cambios pasen a ser patológicos de la forma más lenta posible y asegurando el mayor bienestar para nuestras mascotas.
La naturaleza del plan de salud implica que estas pruebas se realicen con periodicidad y precocidad. Esto permite evaluar cambios degenerativos y su evolución de forma individual en el tiempo, multiplicando la capacidad preventiva de las pruebas en cada paciente.
El auge de la medicina “antiaging” cada vez más demandada en el ámbito de la salud y el bienestar social, nos debe servir como ayuda para sacar más partido a estos procedimientos que sin duda han venido a quedarse.
Introducción
¿A partir de qué edad se considera un paciente geriátrico?
De forma general, en la especie canina se considera senior aquel paciente que ha alcanzado el 75 % de la esperanza de vida típica de la raza, y geriátrico al que la ha superado (aproximadamente a partir de los 11 años).
En la especie felina podemos considerar varias etapas:
- Etapa media/madura entre 7 y 10 años.
- Etapa senior entre 11 y 13 años.
- Etapa geriátrica a partir de 14 años
¿Qué es el Inflammaging?
Este término, ampliamente caracterizado en medicina humana, y que se ha descrito también en veterinaria, hace referencia a niveles aumentados de inflamación sistémica, secundarios a la combinación de los efectos de la inmunosenescencia (deterioro gradual del sistema inmune provocado por el avance natural de la edad), daños acumulativos del ADN y daños oxidativos, que se presentan en individuos de edad avanzada y que pueden correlacionarse con una mayor incidencia de enfermedades crónicas y neoplasias.
El envejecimiento provoca alteraciones celulares y moleculares (inestabilidad genómica, disfunción orgánica, alteraciones en la comunicación intercelular, disfunción mitocondrial...) que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades en mamíferos. Está demostrado que los mecanismos biológicos del envejecimiento se encuentran estrechamente relacionados con la longevidad en muchas especies.
Tipos de Intervalos de Referencia (IR)
IR BASADOS EN LA POBLACIÓN (population-based)
- Calculados a partir de un grupo o población de animales adultos sanos de una determinada especie para un análisis específico
- Establecidos por cada laboratorio (en base a la técnica, los equipos...)
- Un 5% de animales sanos estarán fuera del intervalo de referencia
- Hay un 67% de probabilidades de que en un perfil de 20 parámetros 1 esté fuera del intervalo de referencia en animales sanos
IR INDIVIDUALES (subject-based)
- Diferencias naturales intra e inter individuales
- Qué es normal para un determinado individuo
- Línea basal establecida cuando es adulto: chequeos anuales
- Fundamental valorar tendencias
Chequeo geriátrico
Podemos considerar el chequeo geriátrico un conjunto de pruebas médicas asociadas a una exhaustiva historia clínica y exploración física que se realizan de forma periódica y preventiva a nuestros pacientes. Mediante estos procedimientos clínicos tenemos los siguientes objetivos:
- Detección temprana de alteraciones/patologías.
- Establecer una terapia precoz, a menudo más eficaz y con menor coste.
- Seguimiento y tratamiento adecuado e individualizado.
- Mejoría de la calidad y esperanza de vida.
- Disminución y prevención de la morbilidad/mortalidad.
- Detección y manejo del dolor en nuestros pacientes.
- Evaluación de la calidad de vida.
- Reconocimiento de factores de riesgo:
o Obesidad
o Higiene dental inadecuada
o Estrés - Establecimiento de rangos de referencia individualizados.
Este último punto es de elevada importancia. Al empezar los controles en ausencia de síntomas clínicos, estos chequeos nos permiten establecer unos parámetros fisiológicos e intervalos de referencia individualizados.
El archivo de estos parámetros permite que cambios o alteraciones en tendencias nos puedan alertar de forma muy precoz de ciertas patologías, incluso cuando estos parámetros se encuentran dentro de intervalos de referencia generales.
Los resultados laboratoriales deben interpretarse siempre junto con la historia y exploración clínica, así como el resto de pruebas complementarias. Debe emplearse siempre el mismo laboratorio para una correcta evaluación de las tendencias. Además, en el caso de discrepancias entre el resultado y la clínica del paciente, se recomienda repetir el análisis en el plazo adecuado para la determinación en concreto.
Es importante comenzar estos chequeos 2 años antes de alcanzar la etapa senior (último cuarto de la esperanza de vida). La recomendación es que se realicen de manera anual, pasando a ser bianual en geriátricos.
Como dato curioso, en EEUU se detectó que un 40% de los chequeos profilácticos mostraron anormalidades que derivaron en la realización de pruebas y/o tratamientos adicionales
¿Qué pruebas se incluyen en un chequeo geriátrico?
Las recomendaciones para un correcto chequeo geriátrico comienzan con una historia clínica y exploración física exhaustivas, seguidas de medición de presión arterial y pruebas de laboratorio. Estas últimas incluirían:
- Análisis de sangre completo:
o Hemograma completo
o Bioquímica: proteínas totales, albúmina, globulinas, urea, creatinina, ALT, ALP, Na, K, Ca, Cl, fósforo y T4 en gatos. - Urianálisis (urocultivo si está indicado)
Estudios recientes muestran que el empleo de algunos parámetros adicionales puede ser útil para la detección temprana de determinadas enfermedades. Dentro de estos podemos destacar la dimetilarginina simétrica (SDMA), el ratio proteína:creatinina en orina (UPC), análisis de funcionalidad hepática (ácidos biliares) y análisis endocrinos (fructosamina). En algunos casos, la base de datos mínima requerirá la realización de estas y otras pruebas adicionales (estimulación con ACTH, T4 libre, TSH, PTH, ratio cortisol:creatinina en orina, etc...).
o Ecografía abdominal.
o Radiografía.
o Ecocardiografía.
Todas estas pruebas complementarias no deben quitar importancia en ningún caso a la historia clínica y la exploración física general. De este modo, todos los datos laboratoriales y pruebas complementarias deben interpretarse siempre en base a estas.
Los datos laboratoriales seriados son especialmente importantes en pacientes geriátricos, ya que son mucho más objetivos y sensibles que la presencia de signos clínicos o los hallazgos de la exploración física para detectar cambios fisiológicos y patológicos asociados al envejecimiento.
Es recomendable comenzar estos chequeos 2 años antes de alcanzar la etapa senior, en el último cuarto de esperanza de vida. Esto que puede ser un problema en determinados casos, lo cual se soluciona en gran medida con el aumento creciente de planes de salud. Posteriormente se recomienda realizarlos anualmente y pasar a bianuales en pacientes geriátricos.
Alteraciones laboratoriales asociadas al paciente geriátrico
Hemograma
El hemograma es una parte fundamental en cualquier examen de laboratorio. Este debe ir acompañado del frotis sanguíneo con el fin de poder observar y/o comprobar posibles alteraciones. En pacientes geriátricos puede ayudar, junto a otras pruebas, a interpretar otros hallazgos laboratoriales, así como detectar enfermedades subyacentes ocultas. Así, es frecuente observar cambios en los eritrocitos, leucocitos y plaquetas
Serie roja
- Anemia del anciano: normalmente se trata de una anemia leve o moderada, aunque de mal pronóstico, ya que conlleva aumento de mortalidad y comorbilidades. En veterinaria, artículos recientes han demostrado la presencia de esta anemia en la población geriátrica, siendo su principal causa el sangrado gastrointestinal y la deficiencia de hierro (secuestro en macrófagos). Así mismo puede aparecer asociada a enfermedad o inflamación crónica, enfermedad renal crónica (ERC), hepatitis/hepatopatía crónica, neoplasia y endocrinopatías. La inflamación conlleva secuestro de hierro en enterocitos (duodeno), hepatocitos y macrófagos, lo que supone disminución de la biodisponibilidad en médula ósea para la síntesis de hemoglobina. Además, la transferrina (principal transportadora de hierro) es una proteína de fase aguda (PFA) negativa, es decir, disminuye en procesos inflamatorios.
- Una reticulocitosis significativa en ausencia de anemia, puede indicar enfermedad subyacente, por lo que se debería investigar la presencia de patologías hepáticas, esplénicas, renales y enfermedades inmunomediadas.
- Poiquilocitosis:
o La presencia de esferocitos puede ser indicativa de anemia hemolítica inmunomediada.
o La presencia de acantocitos puede ser secundaria a patologías hepáticas y alteraciones del metabolismo lipídico.
Serie Blanca
- Leucograma inflamatorio: puede aparecer en procesos inflamatorios asociados a diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo y neoplasias.
- El recuento total de leucocitos y de linfocitos disminuye con la edad, derivado de la inmunosenescencia (pérdida de linfocitos T CD4+).
También puede observarse linfopenia asociada al leucograma de estrés, por exposición a glucocorticoides endógenos o exógenos, o por la presencia de procesos inflamatorios o infecciosos. - Eosinofilia persistente: puede estar presente en el asma felino, en fenómenos de hipersensibilidad, en síndrome de Addison y como síndrome paraneoplásico (mastocitoma, linfoma)
Plaquetas:
- Trombocitosis: puede aparecer por diversas causas:
o Exposición a corticoides tanto exógenos como endógenos
o Sangrado intestinal crónico/deficiencia de hierro
o Secundario a inflamación o neoplasia
o Después de una hemorragia aguda.
o En el caso de los gatos la principal causa de trombocitosis es la presencia de procesos inflamatorios, especialmente aquellos que afectan al tracto gastrointestinal. - Trombocitopenia: siempre hay que comprobarlo en el frotis sanguíneo, y se encuentra presente en el 13% de los perros con neoplasias, como el linfoma, el mieloma múltiple o el hemangiosarcoma.
Proteínas totales
Aunque las proteínas totales no forman parte del hemograma, es de suma importancia interpretarlas junto a éste, ya que nos permiten valorar el estado de hidratación del paciente además de ayudar a diferenciar entre anemias hemolíticas y hemorrágicas.
Los cambios observados en las proteínas totales, siempre deben ser correlacionados con los signos clínicos del paciente y con otros hallazgos laboratoriales y de imagen.
La mayoría de las patologías alteran una o más fracciones de las proteínas séricas (albúmina y globulinas). Tanto el incremento de proteínas totales, como el aumento de las globulinas y la disminución de la albúmina ocurren de manera frecuente en los animales geriátricos a diferencia de lo que ocurre en adultos jóvenes.
El patrón inflamatorio clásico se presenta con disminución de albúmina y aumento de las globulinas.
Las proteínas totales aumentan con la edad:
- La albúmina disminuye probablemente debido a disminución en su producción y a que se trata de una proteína de fase aguda negativa, por la presencia de inflamación crónica (inflammaging), malabsorción/ enteropatía perdedora de proteínas o por nefropatía perdedora de proteínas.
- Las globulinas parecen aumentar con la edad (immunoaging)
Bioquímica
El perfil bioquímico que realizaremos para el control de nuestro pacientes geriátricos debería incluir como mínimo la medición de urea, creatinina, ALT, AST, ALP, GGT, glucosa, proteínas totales, albúmina, globulinas, sodio, potasio, calcio y fósforo, además, en el caso de los felinos, añadiremos la medición de T4. Además, sería recomendable con el fin de completar al máximo nuestro perfil bioquímico la medición de bilirrubina, colesterol, triglicéridos, CPK, amilasa y lipasa. Figura.4
Con el fin de realizar un abordaje más práctico de este perfil bioquímico, desglosaremos, más adelante, los principales cambios que sufren estos valores en función de las posibles enfermedades presentes en nuestros pacientes.
Urianálisis
Se debe realizar como rutina en el chequeo geriátrico ya que nos aportará información complementaria al resto de pruebas laboratoriales.
El urianálisis aporta información acerca del buen funcionamiento renal pudiendo identificar procesos inflamatorios/infecciosos que afecten al tracto urinario.
La densidad urinaria (DU) es un parámetro fundamental del urianálisis utilizándose de manera habitual para evaluar la funcionalidad renal. Además, la DU nos ayuda a verificar la presencia de poliuria y el estado de hidratación del paciente.
La evaluación bioquímica de la orina, permitirá determinar el pH así como identificar la presencia de proteína, glucosa, bilirrubina, leucocitos, eritrocitos, etc.
El estudio del sedimento urinario es fundamental con el fin de comprobar los resultados de la tira bioquímica (fundamental en el caso de eritrocitos y leucocitos), determinar si el sedimento es activo, valorar presencia de células anormales en la orina…
Ratio Proteína/Creatinina Orina (UP/C)
La proteinuria es un término general que describe la presencia de cualquier tipo de proteína en la orina, como albúmina, globulinas y proteínas de Bence-Jones.
La presencia de proteinuria con un sedimento inactivo sugiere presencia de ERC, y puede ocurrir debido a lesiones glomerulares y/o tubulares.
Los cambios en la magnitud de la proteinuria siempre deben interpretarse de la mano de la concentración de creatinina/SDMA en sangre del paciente, ya que la proteinuria puede disminuir en la enfermedad renal progresiva a medida que disminuye el número de nefronas funcionales. La disminución de la proteinuria frente a una creatinina/SDMA en sangre estable sugiere una mejoría de la función renal, mientras que la disminución de la proteinuria con un aumento de la creatinina/SDMA en sangre sugiere progresión de la enfermedad. Figura.5
Hallazgos laboratoriales en enfermedades más comunes en pacientes geriátricos
Tracto urinario y riñón
Urea y Creatinina:
Su elevación en sangre (azotemia) es característica de insuficiencia renal crónica (IRC). Ambas son indicativas de la tasa de filtración glomerular (TFG), sin embargo no se elevan hasta que no se pierde la funcionalidad de más del 75% del total de las nefronas.
Es importante evaluar siempre los datos de urea y creatinina junto con la densidad urinaria.
- La urea puede aparecer elevada también en caso de presencia de sangrado digestivo, y en animales con dietas muy proteicas.
- Los valores de creatinina, son ligeramente inferiores en animales geriátricos con riñones sanos que en animales jóvenes o adultos, ya que se encuentra relacionado directamente con la masa muscular, la cual, suele disminuir con la edad. En los gatos con hipertiroidismo la concentración de creatinina en sangre también se ve disminuida por el aumento de la perfusión renal asociada.
- Por lo tanto, es un indicador más sensible que la creatinina de alteración de la TFG. La SDMA aumenta a partir de una reducción de aproximadamente del 25-30% de la TFG, mientras que la creatinina solo aumenta de forma fiable después de una reducción del 70-75%. Un estudio ha mostrado que, en gatos, la SDMA aumentó por encima de niveles normales un año antes de lo que lo hizo la creatinina. Además, la SDMA es independiente de la masa corporal y, por lo tanto, permite la detección de insuficiencia renal cuando los valores de creatinina se encuentran aún dentro de los límites normales.
SDMA:
Se considera un indicador más sensible y temprano de la disminución de la TFG, que la creatinina, ya que se excreta única y exclusivamente a través del riñón sin ser metabolizado, siendo independiente además de la masa corporal del paciente. El aumento se hará evidente a partir de una reducción de la TFG en torno a un 25-30%, lo que permite detectar insuficiencia renal cuando los valores de creatinina aún estén dentro del intervalo de referencia.
Aumento de la concentración sérica de fósforo:
En general las elevaciones de fósforo se correlacionan con la elevación de creatinina, asumiéndose como reflejo de la disminución de la función renal en geriátricos.
Los niveles de fósforo tienen que ser monitorizados durante la IRC, ya que la presencia de hiperfosfatemia crónica puede resultar en hiperparatiroidismo secundario y mineralización tisular.
Alteraciones en concentraciones séricas de sodio y potasio:
Se deben principalmente a la disminución de la funcionalidad renal, presencia de deshidratación o a presencia de daño muscular.
En IRC se puede ver tanto:
- Hiperkalemia: por compensación de acidosis metabólica en IRC
- Hipokalemia: por disminución de su absorción tubular y aumento de su excreción renal
T4 total:
Puede aparecer disminuida en pacientes con ERC (eutiroideo enfermo). Siempre debe evaluarse en cualquier paciente geriátrico felino, ya que el hipertiroidismo y la ERC suelen aparecer como patologías simultáneas.
Urianálisis:
Es fundamental para realizar el diagnóstico de enfermedad renal crónica (ERC), aunque los hallazgos pueden variar en función de la causa subyacente. El hallazgo más consistente es la presencia de isostenuria (DU 1.008-1.012). La presencia de proteinuria también suele estar presente, y se recomienda su monitorización y tratamiento.
Las infecciones del tracto urinario son frecuentes y pueden aparecer de forma concurrente a insuficiencia renal, hiperplasia prostática, hipertiroidismo, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo, nefropatías y ciertas neoplasias.
Un aumento en la excreción de bilirrubina puede también ser indicativa de hepatopatía.
Hemograma:
La presencia anemia moderada no regenerativa suele ser constante. Las causas más frecuentes son debidas a la disminución de la producción de eritropoyetina, al descenso de la vida media de los eritrocitos y posiblemente asociado a la pérdida de sangre a nivel digestivo por la presencia de úlceras en tracto gastrointestinal.
Hígado y vías biliares:
Las hepatopatías no son exclusivas de animales geriátricos. Sin embargo, la capacidad regenerativa del hígado disminuye a medida que aumenta la edad, y el efecto de agentes nocivos sobre el hígado (ej. infecciones, intoxicaciones), enfermedades cardiacas y enfermedades metabólicas, son peor compensados al aumentar la edad. El aumento de los valores hepáticos es un indicador de daño presente o, especialmente en animales geriátricos, crónico en el hígado.
Hepatitis crónica canina:
Se trata de un grupo de enfermedades inflamatorias necrotizantes del hígado con presencia de etiología e historia clínica variable, que suele afectar a perros de mediana edad y geriátricos.
El perfil bioquímico es útil para definir la presencia y el grado de afección del hígado y el sistema biliar, de otra forma la biopsia hepática suele ser necesaria para categorizar la enfermedad.
Perfil bioquímico:
- ALT o GPT: Se trata de una enzima citoplasmática más específica que la AST. Es indicativa de daño hepatocelular agudo (pico a las 48h tras dicho daño), su vida media es de 48-96h en perro y menos de 24h en gato, por lo que su elevación de manera continua es sugestivo de alteración hepática mantenida. No indica funcionalidad, ni distingue entre daño reversible o irreversible. Además, en caso de disminución de la masa hepática, podría suceder que existiendo daño hepático los niveles de ALT estuvieran dentro de rangos fisiológicos, por la disminución del parénquima.
- AST o GOT: enzima presente en las mitocondrias de los hepatocitos, por lo que es indicativa de daño hepatocelular. Su semivida es inferior a 24h, normalizándose en caso de daño hepático agudo antes de que la ALT. Puede aumentar en hemólisis así como en patologías musculares y cardiacas ya que está presente en el músculo esquelético y cardiaco.
- ALP: enzima asociada a membranas celulares (hígado, hueso, riñón, placenta, intestino), existen varias isoenzimas inducidas: ósea, placentaria, renal, gastrointestinal y la inducida por corticosteroides (esta última sólo presente en el perro). Es una enzima inducida por colestasis y no se relaciona con funcionalidad. En perros se consideran significativas elevaciones a partir de 2-3 veces el intervalo de referencia.
- GGT: enzima de membrana de hepatocitos de vías biliares, inducida por colestasis. Es más especifica de hígado que la ALP en perros, sin embargo, ambas tienden a elevarse de manera conjunta tanto en colestasis como por glucocorticoides, probablemente debido a que niveles elevados de glucocorticoides inducen una hepatopatía esteroidea (colestasis intrahepática secundaria). Normalmente cuando la GGT está más aumentada que la ALP el diagnóstico diferencial más probable es una obstrucción biliar y colestasis extrahepática.
- Proteínas totales y albúmina: Los pacientes con masa hepática disminuida presentan a menudo proteínas totales y albúmina disminuidas, manteniendo globulinas normales o aumentadas.
- Bilirrubina: Puede aparecer bilirrubinuria y bilirrubinemia, siendo indicador de colestasis y funcionalidad alterada, pero menos sensible que la ALP y GGT.
- Urea: se presenta disminuida en caso de disminución de la masa hepática funcional.
- Hipoglucemia: por disminución de depósitos de glucógeno hepáticos, siendo indicador de pronóstico negativo en la enfermedad hepática.
- Colesterol y triglicéridos: la enfermedad hepática con componente colestático se asocia con hipercolesterolemia y triglicéridos normales, siendo un patrón inespecífico ya que puede aparecer en otras enfermedades, como síndrome de Cushing, hipotiroidismo, etc. Además, al ser en el hígado donde se sintetiza el colesterol, podremos tener hipocolesterolemia en caso de disminución de masa hepática.
- Urinanalisis: los hallazgos sugestivos de enfermedad hepática son la presencia de bilirrubinuria y la presencia de cristales de urato.
- Hemograma: los hallazgos dependerán del grado de la enfermedad, aunque generalmente se asocian a anemia no regenerativa de leve a moderada, acompañándose generalmente de leucograma inflamatorio. En el frotis pueden aparecer acantocitos, si el metabolismo lipídico se encuentra alterado.
Enfermedades endocrinas:
Es importante realizar un diagnóstico precoz en las endocrinopatías para poder tomar decisiones terapéuticas tempranas, siempre que existan signos clínicos compatibles.
Hiperadrenocorticismo canino:
- Enzimas hepáticas: debido a la elevación de corticoides circulantes se induce la producción de la isoenzima de ALP, produciendo su elevación temprana en el 80% de los pacientes. Estos producen además degeneración vacuolar en los hepatocitos, provocando esteatosis hepática, y por tanto elevación de leve a moderada de ALT y GGT ( probablemente debido a colestasis secundaria).
- Glucosa: los corticoides son glucogénicos, por lo que producirán leves a moderados de la glucemia.
- T4: se encuentran valores disminuidos en el 70% de los pacientes (eutiroideo enfermo), por lo que es importante realizar análisis adicionales en caso de sospecha clínica de hipotiroidismo para diferenciar causas tiroideas de no tiroideas (T4 libre, TSH).
- Urianálisis: los corticoides inhiben los receptores de la hormona ADH en el riñón, por lo que aparecerá PU/PD, siendo la densidad urinaria inferior a 1.020.
- Hemograma: Suele aparecer leucograma de estrés en el 80% de los pacientes (leucocitosis con leve neutrofilia madura, linfopenia, monocitosis leve variable y eosinopenia). A veces se ven recuentos eritrocitarios normales a levemente aumentados, leve respuesta regenerativa (5-10 eritrocitos nucleados/100 leucocitos en ausencia de policromasia) y reticulocitosis con hematocritos normales a leve eritrocitosis.
Diabetes mellitus:
- Enzimas hepáticas:
o ALT, ALP, GGT y bilirrubina: elevaciones por colestasis intrahepática secundaria, ya que la diabetes favorece la aparición de lipidosis hepática.
o Gatos con elevaciones superiores de ALP que de GGT es muy sugestivo de lipidosis hepática. - Glucosa: Hiperglucemia (>180 mg/dl en perros y > 300 mg/dl en gatos ya que la hiperglucemia de estrés en gatos puede llegar a ser de hasta 300 mg/dl)
- Fructosamina: una concentración elevada de fructosamina (> 400 umol/L) es compatible con diabetes, mientras que una concentración normal de fructosamina sugiere hiperglucemia de estrés. La fructosamina refleja la concentración sanguínea de glucosa en las 1-2 semanas previas. Es importante tener en cuenta que el incremento depende de la duración y severidad de la hiperglucemia, por lo que perros y gatos con hiperglucemia leve o DM de aparición reciente pueden presentar niveles de fructosamina dentro del intervalo de referencia. Además, su valor puede aparecer disminuido en casos de hipoproteinemia e hipertiroidismo.
- Urea y creatinina: presencia de azotemia por deshidratación.
- Potasio: pueden presentar tanto hipokalemia como hiperkalemia dependiendo del estado metabólico del paciente en el momento de recolección de la muestra.
o Hiperkalemia: por deficiencia de insulina, o en estados de acidosis metabólica
o La hipokalemia se produce debido al aumento de diuresis osmótica que provoca la glucosuria. - Fósforo: la hiperfosfatemia suele acompañar a la azotemia, aunque es importante monitorizar el fósforo ya que en pacientes con cetoacidosis se puede desencadenar una severa hipofosfatemia que puede provocar anemia hemolítica.
- Urianálisis: glucosuria y cetonuria en animales mal controlados. Son frecuentes las infecciones urinarias.
- Hemograma: variable, de las enfermedades concurrentes. En el caso de los gatos se encuentran cuerpos de Heinz en el frotis sanguíneo.
Hipertiroidismo felino:
- Enzimas hepáticas: aumento de leve a marcado de ALT y ALP.
- Azotemia leve a moderada, que puede estar enmascarada por el aumento de la TFG debido al aumento del gasto cardiaco.
- T4 total: aumentada en la mayoría de los casos, aunque puede encontrarse dentro del intervalo de referencia en presencia de otras enfermedades concurrentes (ER, diabetes mellitus…) En animales sospechosos se recomienda realizar análisis confirmatorios adicionales (t4 libre, gammagrafía, Test supresión con T3)
- Urianálisis: generalmente sin alteraciones, aunque debe ser monitorizado para controlar descompensaciones renales.
- Hemograma: ligera policitemia en más del 50% de los pacientes, macrocitosis y cuerpos de Heinz en ausencia de anemia hemolítica.
Figura.6
Alteraciones observadas en pacientes geriátricos no asociadas a enfermedad
- Disminución de la creatinina: debido a la disminución de la masa muscular con la edad.
- Disminución de la concentración de glucosa sérica: Como causa más probable se ha descrito la disminución en la capacidad de almacenamiento de glucógeno en el hígado con la edad y/o la disminución de la masa hepática funcional.
Otras pruebas complementarias incluidas en el chequeo geriátrico
Presión arterial
La medición seriada de la presión arterial a nuestros pacientes senior y geriátricos es muy importante, ya que se sabe que la hipertensión está ligada a muchas de las enfermedades típicas de esta etapa.
Una única medición no debe ser considerada como diagnóstica, es necesario realizar varias mediciones, en diferentes ocasiones y correlacionar sus valores con alteraciones y signos clínicos.
En medicina veterinaria no se habla de hipertensión primaria o esencial como ocurre en medicina humana. La hipertensión siempre se considera secundaria a enfermedad o idiopática, donde esta enfermedad se sospecha aunque no llegamos a su diagnóstico.
A excepción de la ERC, no se establece relación directa ni lineal entre la hipertensión y el grado de lesión o la velocidad de evolución de la patología.
Causas más frecuentes de hipertensión:
- Perro: ERC, Cushing, diabetes mellitus (DM), insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), hipertrofia cardiaca, feocromocitoma, lesiones intracraneales, obesidad y causas que producen taquicardia.
- Gato: ERC, hipertiroidismo, hiperaldosteronismo, DM, ICC, cardiomiopatía hipertrófica (CMH), feocromocitoma, lesiones intracraneales, síndrome de hiperviscosidad sanguínea y enfermedades que producen taquicardia.
Diagnóstico por imagen
En los últimos años, el espectacular desarrollo técnico que ha experimentado el campo del diagnóstico por imagen, junto con el aumento de la formación del veterinario en estas áreas de la profesión, ha redundado en que estos procedimientos de imagen (ecografía, radiografía, ecocardiografía) se hayan integrado de pleno derecho en protocolos de chequeo preventivo geriátrico e incluido en los planes de salud preventivos de nuestras mascotas.
Ya contamos con una excelente estandarización de medidas, índices e intervalos de referencia que nos permiten realizar un seguimiento preventivo exhaustivo de nuestros pacientes así como un almacenamiento de datos en su historia clínica con las siguientes ventajas:
Radiografía:
- Variaciones de tamaño o localización de estructuras fisiológicas.
- Variaciones en radiodensidad (aumento o disminución) de las mismas que pueden alertar de distintas patologías.
- Variaciones en patrones radiográficos y clasificación de los mismos.
- Presencia de masas o estructuras radiográficas no fisiológicas.
Ecografía:
- Variaciones de tamaño o localización de estructuras fisiológicas.
- Cambios en la ecogenicidad o arquitectura ecográfica que pueden sugerir el desarrollo de enfermedades degenerativas, inflamatorias, neoplásicas, etc.
- Toma de muestras ecoguiadas (orina, citología)
Ecocardiografía:
- Procedimiento mucho más específico pero que tiene una entidad propia en la prevención por su poder diagnóstico preventivo precoz de la enfermedad cardiaca, tan importante en estas etapas.
Estos procedimientos se incluyen de forma general en nuestros chequeos
preventivos no sólo por su gran capacidad diagnóstica per se, sino también como herramientas para justificar/confirmar una alteración analítica o en la exploración general del paciente.
De la misma forma, y como venimos comentando anteriormente, un seguimiento de imagen periódico permite obtener datos de medidas, localizaciones o alteraciones individuales no patológicas del paciente, cuya alteración en el futuro son una herramienta diagnóstica y preventiva muy poderosa.
Conclusión
El aumento de los recursos y el interés empleados en el bienestar de nuestras mascotas ha ido aumentado en estas últimas décadas impulsado por los cambios que ha experimentado nuestra sociedad. Estos acontecimientos conllevan que tanto en medicina humana como en veterinaria nos preocupemos más por la prevención y el bienestar, derivando en un aumento tanto de la esperanza como de la calidad de vida.
El chequeo geriátrico se posiciona como una herramienta fundamental en el entorno de los planes de salud preventivos, cada vez más extendidos en nuestras clínicas. En el área de laboratorio de diagnóstico clínico son varias las alteraciones más frecuentes que podemos encontrarnos en pacientes senior y geriátricos, sin olvidarnos de la historia y exploración general y el resto de pruebas complementarias que engloban normalmente estos chequeos. A su vez, hay que diferenciar alteraciones fisiológicas asociadas al envejecimiento de alteraciones que pueden ser patológicas o que nos pueden alertar de patologías futuras.
Por último, el realizar un registro preventivo de valores analíticos individuales del paciente permite detectar variaciones repentinas o alteraciones en la tendencia que nos pueden ayudar a detectar precozmente una patología en el futuro.
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