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Aproximación al petauro del azúcar (Petaurus breviceps) en la clínica veterinaria

Resumen breve

El petauro del azúcar (Petaurus breviceps), también denominado planeador del azúcar (del inglés sugar glider), es un pequeño marsupial nocturno perteneciente al orden de los diprotodontos (Figura 1). Se trata de un micromamífero muy curioso y sociable que en libertad suele vivir en colonias de unos 6 a 10 miembros formadas por ejemplares adultos junto con sus crías.

Resumen

Figura 1. Ejemplar de petauro adulto.
Figura 1. Ejemplar de petauro adulto.

El petauro del azúcar (Petaurus breviceps), también denominado planeador del azúcar (del inglés sugar glider), es un pequeño marsupial nocturno perteneciente al orden de los diprotodontos (Figura 1).

Se trata de un micromamífero muy curioso y sociable que en libertad suele vivir en colonias de unos 6 a 10 miembros formadas por ejemplares adultos junto con sus crías.

El petauro es nativo de Nueva Guinea y Australia, pero en España va cobrando cada vez más popularidad como animal exótico de compañía. Al ser un animal con unas necesidades muy singulares, es importante que el ATV esté familiarizado con ellas y pueda proporcionar un cuidado adaptado a este tipo de pacientes, así como informar y asesorar a los propietarios del correcto manejo de estos animales en casa.

Introducción

Los petauros son unos animales exóticos delicados y muy peculiares que, desde hace relativamente pocos años, se mantienen en cautividad como animales de compañía.

Debido al desconocimiento de los exigentes cuidados que requieren este tipo de animales, los petauros tienden a sufrir bastantes problemas de salud y de comportamiento.

La mayor parte de las patologías que sufren estos animales en cautividad están asociadas a una mala alimentación y dieta inadecuada, así como a un incorrecto cuidado general del animal. En el centro de la autora del artículo, especializado en animales exóticos, han acudido múltiples petauros que presentaban obesidad, malnutrición y osteodistrofía, mostrando, entre otros signos, delgadez, deshidratación, debilidad, temblores, hipocalcemia, y lesiones óseas. Aproximadamente el 50 % de esos petauros tienen una alimentación completamente incorrecta y el 10 % deficiente.

Por todo ello, el objetivo del artículo es aportar la información necesaria para que estos pequeños marsupiales, puedan disfrutar en cautividad de salud y bienestar. Por ello, a la hora de atender a estos animales es necesario hacerse una serie de preguntas: ¿Qué tipo de animal es?; ¿Qué comen?; ¿Cómo debe ser su instalación?; ¿Es mejor que vivan en pareja, en grupos o solos?; ¿Qué enfermedades se deben prevenir?; ¿Cómo saber si está sano?

Éstas y otras cuestiones se explican a continuación.

Cuidados en cautividad

Como todos los animales, los petauros requieren una serie de cuidados básicos adaptados a sus propias necesidades que garanticen su bienestar:

Alojamiento

A la hora de mantener a una pareja o grupo de petauros en cautividad es importante tener ciertos factores en cuenta:
Los petauros son animales gregarios y muy sociables. A la hora de mantenerlos en cautividad es muy importante tener en cuenta que necesitan convivir, como mínimo, con otro ejemplar de su especie, aunque lo ideal es que vivan en un grupo familiar compuesto por un macho y varias hembras (Figura 2 y 3).

Figura 2. Grupo familiar de petauros.
Figura 2. Grupo familiar de petauros.
Figura 3. Petauro hembra con su cría.
Figura 3. Petauro hembra con su cría.

Aquellos petauros que se mantenien en solitario, tienen mayor probabilidad de padecer estrés, problemas de salud y trastornos de comportamiento, lo cual puede derivar en depresión, auto-mutilaciones y agresividad.
Debido a su necesidad de vivir en grupo, las jaulas deben de ser amplias, principalmente en altura para que puedan desarrollar sin problemas sus actividades (saltar, trepar, planear, jugar, etc.), con rejas horizontales y finas por las que no puedan salir petauros adultos ni sus crías y deben estar bien ventiladas.

Los petauros que disponen de una habitación adaptada para realizar sus actividades libremente. pueden alojarse en jaulas con unas dimensiones mínimas de 1 metro de altura por otro de ancho, pero aquellos que deben estar mantenidos en la jaula la mayor parte del tiempo, es imprescindible que las dimensiones de la jaula sean por lo menos de 2 metros de altura por 2 metros de anchura.

Son animales arborícolas, por ello lo ideal es colocar cuerdas, troncos y ramas en varios puntos de la jaula para fomentar la conducta de trepar, así como poner varios comederos y bebederos a distintas alturas, para que no compitan entre ellos.
La temperatura ambiente debe oscilar entre los 24ºC y los 27 ºC.

Figura 4. Petauro en el nido.
Figura 4. Petauro en el nido.

Es importante colocar un nido en lo alto de la jaula donde puedan refugiarse. Los petauros, cuando la temperatura ambiente baja o quieren dormir, se mantienen juntos dentro de éste dándose calor mutuamente, por ello, debe ser lo suficientemente grande para albergar a todo el grupo. Como refugio se puede utilizar una caja nido para aves, la cual debe poder abrirse con facilidad en caso de emergencia. El interior del nido se puede cubrir con papel, heno, hojas secas o viruta. En la base de la jaula se puede colocar sustrato absorbente de madera o papel prensado (Figura 4).

Los petauros requieren unas pautas de limpieza muy estrictas:

  • Es imprescindible la limpieza diaria de los comederos y bebederos para evitar toxinfecciones alimentarias causadas por el crecimiento de bacterias u hongos (aflatoxicosis).
  • El nido es aconsejable limpiarlo cada 1-2 semanas, pese a que estos animales tienden a mantenerlo relativamente limpio.

Los petauros, al ser animales nocturnos, es recomendable manejarles y jugar con ellos por la tarde-noche para que puedan descansar tranquilamente durante el día sin ser molestados.

Alimentación

Los petauros son omnívoros. En la naturaleza su dieta varía según la época del año y el estado reproductivo. Durante los meses de otoño e invierno consumen más savia, resina, algunos insectos, así como néctar y flores de eucaliptos y acacias. El resto del año, la dieta comprende más insectos y sus larvas, arácnidos e, incluso, pequeños vertebrados. Por tanto, su alimentación es compleja y es la clave para un buen manejo en cautividad.

En la actualidad existe una gran controversia en cuanto a la dieta de estos pequeños marsupiales. Se pueden encontrar multitud de dietas caseras y comerciales, pero algunos veterinarios especialistas en animales exóticos recomiendan la siguiente receta de preparación casera:

Dieta diaria:

  • 1g (3-5 bolitas) de pienso de gato de alta calidad.
  • 3g (una cucharadita) de jarabe de arce, miel, savia o néctar artificial.
  • 2g (media cucharadita) de polen.
  • 3g (un pequeño trocito) de fruta madura.
Figura 5. Petauros alimentándose de la preparación en ?cubitos?.
Figura 5. Petauros alimentándose de la preparación en ?cubitos?.

Para evitar la selección, los ingredientes se trituran hasta formar una papilla.

Para mayor comodidad, se puede calcular la cantidad de ingredientes que se requerirían, por ejemplo, para una semana y tras hacer la papilla se almacena congelada en cubiteras para hielo. De esta manera, es posible preparar comida para varios días y simplemente descongelar las porciones diarias antes de ofrecerlas a los animales (Figura 5).

Acompañando a los “cubitos” se ofrece agua fresca ad libitum y un pequeño trocito de verdura de hoja. Es recomendable ofrecer la comida fresca por la tarde-noche puesto que, al ser animales nocturnos, es cuando comienzan a activarse.

Opcionalmente, se les puede ofrecer 1 o 2 insectos vivos a la semana, como por ejemplo, tenebrios.

Es muy importante poder ofrecer una buena alimentación en cautividad para asegurar la salud de estos animales.

Asistencia veterinaria y medicina preventiva

Los seguimientos veterinarios son fundamentales para comprobar que el animal se encuentra en un estado óptimo de salud.

Figura 6. Exploración del marsupio de una hembra.
Figura 6. Exploración del marsupio de una hembra.

Es recomendable realizar periódicamente un examen físico completo, realizado por un veterinario especialista, que incluya palpación, auscultación, examen dental, control de peso y de temperatura (Figura 6).

Si es la primera vez que acude al veterinario, o la dieta del animal incluye alimento vivo, es recomendable realizar también un análisis coproparasitológico.

Cuando son adultos, a partir de los 5 años de edad, además de lo anterior se añade también un análisis de sangre completo, del cual se habla más adelante.

Otro tipo de pruebas, como radiografía, análisis de orina, ecografía, etc., se aconseja su realización únicamente ante la sospecha de algún tipo de problema de salud en el animal.

Es importante que el ATV conozca los datos biológicos de estos animales (FC, FR, temperatura, etc.) para poder monitorizarlos correctamente en todo momento y poder detectar cualquier alteración relevante en el estado del animal.

Tabla 1 . Datos biológicos del petauro del azúcar (Petaurus Breviceps)
FR (rpm) 16 - 40
FC (ppm) 200 - 300
Temperatura (ºC) 35.5 - 37
Peso (g) ♂ 115 -160
♀ 95 - 135
Esperanza de vida 10 - 12

Por desgracia, a pesar de su importancia y debido a la falta de concienciación e información, estos animales generalmente solo acuden a consulta cuando se encuentran realmente enfermos y, a diferencia de otras especies, es menos frecuente que acudan periódicamente a la clínica veterinaria para realizar una revisión.

Manejo en la clínica veterinaria

Dependiendo de cada ejemplar, el manejo puede ser más o menos sencillo. Hay algunos petauros que al estar acostumbrados a la manipulación por parte del ser humano se dejan manejar de forma relativamente sencilla mediante la sujeción con una toalla, pero generalmente, al ser animales nerviosos y muy activos, para realizar la mayor parte de procedimientos (examen físico completo, toma de constantes, obtención de muestras, etc.) suele ser necesaria la anestesia general con isofluorano.

Figura 7. Petauro durante la inducción anestésica con Isofluorano.
Figura 7. Petauro durante la inducción anestésica con Isofluorano.

Para ello es necesario que el animal haya guardado 4 horas de ayuno puesto que, frecuentemente con el gas, los petauros sienten nauseas y pueden vomitar durante la inducción.

Para anestesiar con mayor facilidad a un petauro, se le puede introducir dentro de una mascarilla y usar ésta a modo de cámara de inducción hasta que se duerma (Figura 7).

Una vez el animal se haya relajado, se puede cambiar la mascarilla grande por una más pequeña que cubra únicamente la cabeza, o colocar directamente el extremo de la T de Ayre sobre las narinas para seguir suministrando la anestesia.

El isoflurano, proporciona por lo general una anestesia segura en los petauros, pero siempre que se anestesie a estos animales, es necesario monitorizarlos en todo momento con un pulsioxímetro.

Análisis de sangre: como se menciona anteriormente, para comprobar que el animal se encuentra en buen estado de salud, se recomienda realizar a partir de los 5 años de edad, un análisis de sangre completo, el cual incluye:

  • Hematología y proteinograma (sangre entera y plasma en EDTA).
  • Análisis bioquímico (plasma heparinizado).

El volumen máximo de sangre que se le puede extraer de forma segura a un petauro no debe superar (se corresponde con) el 1 % de su peso corporal en gramos. Para ello se emplea una jeringuilla de 1 ml con una aguja de 27G o 30 G para evitar lesiones iatrogénicas debido al pequeño tamaño de estos animales.

Si el petauro se encuentra estable se puede obtener de forma segura entre 0,5-1 ml de sangre entera, mientras que si está enfermo o débil es recomendable extraer un volumen menor.

La extracción se puede realizar en múltiples puntos. Una buena opción suele ser en la unión entre la vena yugular, la subclavia y la precava (Figura 8).

Si se requiere menos volumen de sangre, o el animal es corpulento, se puede extraer también de la vena femoral (Figura 9).
Una vez obtenidos los resultados de los análisis realizados, es de gran utilidad revisar los valores de referencia publicados de petauros. En este caso se toma como referencia los valores publicados por Quesenberry KE, Carpenter JW (2012).

Figura 8. Extracción de sangre en la unión entre la vena yugular, subclavia y precava.
Figura 8. Extracción de sangre en la unión entre la vena yugular, subclavia y precava.
Figura 9. Extracción de sangre de la vena femoral.
Figura 9. Extracción de sangre de la vena femoral.
Tabla 2. Hematología
Hematocrito (%) 45 - 53
Hemoglobina (g/dl) 13 - 15
RBC (x106 /µl) 5.1 - 17.8
WBC (x103 / µl) 5.0 - 12.2
Neutrófilos (x103 / µl) 1.5 - 3.0
Linfocitos (x103 / µl) 2.8 - 9.2
Monocitos (x103 / µl) 0.1 - 0.2
Eosinófilos (x103 / µl) 0 - 0.1
Basófilos (x103 / µl) 0
Plaquetas ( x103 / µl) 105 - 220
Tabla 3. Bioquímica sanguinea
Proteínas totales (g/dl) 5.1 - 6.1
Albúmina (g/dl) 3.5 - 4.3
Urea (mg/dl) 18 - 24
Creatinina (mg/dl) 0.3 - 0.5
ALT (UI/l) 50 - 106
AST (UI/l) 46 - 179
CPK (UI/l) 210 - 589
Bilirrubina (mg/dl) 0.4 - 0.8
Ca (mg/dl) 6.9 - 8.4
P (mg/dl) 3.8 - 4.4
Na (mmol/l) 135 - 145
K (mmol/l) 3.3 - 5.9
Glucosa (mg/dl) 130 - 183

A la hora de interpretar estos resultados se debe tener en cuenta que los datos se han obtenido de una muestra relativamente pequeña de sujetos, por lo que si se encuentran resultados que se sitúan fuera del rango de referencia (sobre todo los que se encuentran próximos a éste), no tiene porqué significar, necesariamente, la existencia de una alteración en dicho parámetro. Conviene interpretar los resultados con cierta laxitud y cautela.

Conclusiones

A día de hoy, todavía se cometen gran cantidad de errores en los cuidados que reciben estos animales debido a la falta de información y concienciación por parte de los propietarios.

Nuestra labor como ATVs es conocer las necesidades y cuidados tan singulares que requieren los petauros del azúcar en caso de acudir a nuestro centro de trabajo, así como de informar a los propietarios sobre el correcto manejo en cautividad de esta especie para garantizar su salud y bienestar.

Referencias

  1. Meredith A, Redrobe S. BSAVA Manual of Exotic Pets (4th ed). 2002.
  2. McLaughlin A., & Strunk A. Common Emergencies in Small Rodents, Hedgehogs, and Sugar Gliders. Veterinary Clinics of North America: Exotic Animal Practice 2016 19(2): 465–499.
  3. Dierenfeld ES. Feeding Behavior and Nutrition of the Sugar Glider (Petaurus breviceps). Veterinary Clinics of North America: Exotic Animal Practice 2009 12(2), 209–215.
  4. Nagy K, Suckling G. Field Energetics and Water Balance of Sugar Gliders, Petaurus breviceps (Marsupialia: Petauridae). Aust J Zool. 1985 33(5):683–691.
  5. Quesenberry KE, Carpenter JW (eds): Ferrets, rabbits and rodents (3rd Ed), WB Saunders, 2012.

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