Complicaciones sistémicas derivadas del decúbito prolongado y su abordaje fisioterapeútico
Resumen breve
Esta revisión aborda las alteraciones sistémicas y las principales complicaciones asociadas que pueden presentarse en pacientes con decúbito prolongado o inmovilización, así como las diversas técnicas fisioterapéuticas disponibles para su prevención y tratamiento.Índice de contenidos
Objetivo
Esta revisión bibliográfica tiene como objetivo analizar los principales efectos adversos del decúbito prolongado en pacientes postrados y revisar las técnicas fisioterapéuticas disponibles para su prevención y tratamiento.
Resumen
A pesar de la extensa evidencia en medicina humana de los efectos adversos del decúbito prolongado, los estudios en el ámbito veterinario —especialmente en animales de compañía— siguen siendo limitados. Esta revisión aborda las alteraciones sistémicas y las principales complicaciones asociadas que pueden presentarse en pacientes con decúbito prolongado o inmovilización, así como las diversas técnicas fisioterapéuticas disponibles para su prevención y tratamiento.
Introducción
El decúbito prolongado en pacientes postrados o inmovilizados constituye un desafío clínico relevante, ya que puede desencadenar múltiples complicaciones que afectan negativamente tanto la recuperación como la calidad de vida del animal. La fisioterapia representa una herramienta fundamental para contrarrestar estos efectos adversos.
Las complicaciones asociadas con el decúbito prolongado pueden presentar una gravedad comparable a la patología que lo originó, abarcando diversos efectos sistémicos. Por este motivo, es importante establecer una terapia que favorezca:
- La prevención de complicaciones secundarias.
- La reducción del tiempo de hospitalización.
- La aceleración del proceso de recuperación (Figura 1).

Figura 1. Paciente felino con tetraparesia a consecuencia de una lesión cervical traumática.
Alteraciones sistémicas asociadas al decúbito prolongado
El decúbito prolongado produce alteraciones sistémicas que pueden afectar de manera drástica al organismo. Estas modificaciones no solo comprometen la función musculoesquelética, sino que también repercuten en el sistema cardiovascular, respiratorio, hematológico, etc. aumentando la morbilidad y dificultando la recuperación del paciente. La comprensión de estos efectos es esencial, por ello a continuación, se describen las principales alteraciones sistémicas asociadas con el decúbito prolongado, sus mecanismos fisiopatológicos y sus implicaciones clínicas.
Sistema cardiovascular
Durante el reposo prolongado en decúbito, la eliminación del efecto gravitacional vertical provoca una redistribución de los líquidos corporales hacia el tórax, abdomen y cabeza. Este aumento del volumen torácico genera una dilatación de la aurícula derecha, liberando el péptido natriurético auricular (ANP), que promueve natriuresis y diuresis, reduciendo el volumen sanguíneo.
Simultáneamente, se inhibe la hormona antidiurética (ADH), disminuyendo la reabsorción renal de agua e incrementando la diuresis, promoviendo la pérdida de líquidos. Estos mecanismos disminuyen progresivamente el volumen sanguíneo, elevando el riesgo de deshidratación, hipovolemia e hipotensión.
Los músculos de las extremidades facilitan el retorno venoso durante el movimiento. La inactividad prolongada genera una disminución de este retorno venoso, disminuyendo así el volumen sistólico. Para compensar esto, la frecuencia cardíaca aumenta.
Además, la disminución de la actividad cardíaca puede provocar atrofia miocárdica, afectando a su vez la función de bombeo (Figura 2).

Figura 2. Monitorización de la presión arterial en un paciente felino en decúbito prolongado.
Aparato respiratorio
En posición de decúbito, el peso del cuerpo restringe el movimiento libre de la caja torácica, lo que reduce el volumen pulmonar, incrementando el riesgo de colapso parcial de los pulmones (atelectasia).
La mucosidad respiratoria mantiene húmedas las vías aéreas y atrapa partículas inhaladas. Normalmente, esta secreción es movilizada hacia la faringe mediante el movimiento rítmico de los cilios del tracto respiratorio, donde es deglutida y esterilizada por el ácido gástrico. Sin embargo, la inmovilización prolongada favorece la acumulación de moco en las zonas inferiores de las vías respiratorias, lo que puede obstruir la escalera mucociliar y disminuir su eficacia. Esta situación se agrava con la deshidratación, que aumenta la viscosidad de las secreciones, dificultando su eliminación.
La reducción del calibre de las vías respiratorias, junto con la presión torácica y acumulación de secreciones, provoca respiración superficial y dificultosa. Esto puede causar colapso de segmentos pulmonares disminuyendo el área de intercambio gaseoso. La retención de moco reduce la eliminación de patógenos e irritantes, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias.
Sistema hematológico
La diuresis por decúbito prolongado reduce el volumen plasmático, aumentando el hematocrito y la viscosidad sanguínea. La atrofia musculoesquelética disminuye la demanda de oxígeno, reduciendo la eritropoyesis, lo que provoca descenso de eritrocitos, masa globular y hemoglobina, reflejado en menor saturación arterial de oxígeno.
Esta hipoxia favorece la acumulación de CO₂, afectando tejidos, especialmente piel. En humanos, la hipoxia altera funciones cognitivas (memoria, concentración, juicio), con fluctuaciones diurnas y empeoramiento nocturno.
La inmovilidad prolongada promueve la triada de Virchow, aumentando el riesgo de trombosis venosa:
- Estasis venosa: la atrofia muscular disminuye el flujo sanguíneo en el tejido favoreciendo la estasis venosa.
- Hipercoagulabilidad: la reducción del volumen plasmático junto a un aumento del hematocrito pueden aumentar la viscosidad sanguínea.
- Daño vascular: la presión por decúbito puede comprimir los vasos sanguíneos causando daño endotelial y riesgo de trombosis.
Sistema gastrointestinal
El decúbito prolongado puede afectar el gusto y el olfato, disminuyendo el apetito y causando hiporexia. Esto generará un desuso progresivo del tracto gastrointestinal afectando tanto a la estructura como a su función.
La inmovilidad ralentiza el tránsito intestinal, prolongando el paso de heces por colon y recto, aumentando la reabsorción de agua y causando heces duras y estreñimiento, que puede evolucionar a impactación fecal. Este efecto se agrava con la administración de opioides ya que reducen la motilidad intestinal.
Además, el reposo disminuye la secreción de bicarbonato gástrico, elevando la acidez estomacal. La acumulación de secreciones presiona el esfínter esofágico inferior, favoreciendo su relajación y aumentando el riesgo de reflujo gastroesofágico, manifestado por regurgitación y pirosis (Figura 3).

Figura 3. Paciente felino con sonda nasoesofágica.
Sistema endocrino
Una consecuencia importante del decúbito prolongado es la atrofia muscular, que se agrava en estrés fisiológico (lesión, inanición) debido al aumento de cortisol, que induce degradación muscular y liberación de aminoácidos como fuente energética.
La inmovilidad reduce significativamente la tasa metabólica basal (TMB); estudios muestran que la TMB puede disminuir tras solo 10 horas de reposo, contribuyendo al desacondicionamiento metabólico.
En humanos, el decúbito prolongado se asocia con resistencia a la insulina y menor tolerancia a la glucosa. Existe una correlación directa entre la duración del reposo en cama y el grado de intolerancia glucémica, reflejando un deterioro metabólico progresivo.
El decúbito prolongado activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, especialmente ante la hipovolemia por aumento de la diuresis. La baja presión arterial estimula la renina renal, iniciando vasoconstricción por angiotensina II y liberación de aldosterona, que promueven retención renal de sodio y agua, aumentando volumen intravascular y presión arterial.
El aumento de la diuresis provoca pérdida de electrolitos esenciales (Na, K, Mg, Zn, P, S). La desmineralización ósea por inmovilidad eleva el calcio plasmático, aumentando riesgo de litiasis renal y alterando el metabolismo óseo.
Sistema renal y aparato urinario
La gravedad facilita el flujo urinario renal a través de los uréteres hasta la vejiga. En decúbito prolongado, el vaciado renal depende principalmente de la peristalsis ureteral, pero los cálices renales (que requieren gravedad), pueden acumular orina estática.
En posición vertical, el llenado vesical activa receptores de estiramiento que desencadenan el reflejo miccional; en decúbito supino, esta estimulación disminuye, atenuando la micción.
El desplazamiento abdominal reduce la presión vesical, contribuyendo la retención urinaria funcional. La sobredistensión crónica puede disminuir la sensibilidad de los receptores y afectar la contractilidad del detrusor. La distensión prolongada daña el urotelio, facilitando infecciones urinarias. Además, el decúbito prolongado favorece la precipitación de solutos, aumentando el riesgo de litiasis renal.
La desmineralización ósea por inmovilidad libera calcio y fosfato, excretados urinariamente, lo que contribuye a la formación de cálculos especialmente en zonas de estancamiento. La orina alcalina, promovida por bacterias ureasa-positivas (p. ej., Proteus spp.) facilita la formación de cálculos de estruvita (Figura 4).

Figura 4. Paciente felino politraumatizado con disuria secundaria a la dificultad para adoptar postura de micción.
Sistema musculoesquelético
La atrofia muscular por inmovilización aparece a los 3-5 días, con pérdida significativa de masa y fuerza muscular. En 9 días, el volumen muscular puede reducirse hasta 50 %. La recuperación requiere 2-4 veces más tiempo que la inmovilización. En huesos, la falta de uso causa desmineralización y degradación proteica por ausencia de carga y movimiento.
Tanto el cartílago articular como los meniscos dependen del movimiento para la buena circulación del líquido sinovial (vital para nutrición y lubricación). La inmovilización prolongada genera tejido conectivo intraarticular en menos de cuatro semanas, formando adherencias que dañan el cartílago. Tras siete semanas, el daño puede ser irreversible. La gravedad depende de la extensión de la zona inmovilizada.
Sistema nervioso
En pacientes postrados, la disminución significativa de la exposición a estímulos ambientales induce privación sensorial, lo que provoca alteraciones neuroquímicas cerebrales, afectando la percepción sensorial. Esto genera una disminución en los neurotransmisores clave como dopamina, noradrenalina y serotonina, pudiendo provocar síntomas de desorientación y confusión.
El aislamiento también se relaciona con cambios conductuales como inquietud, aumento de la agresividad, insomnio y disminución del umbral del dolor. Además, en medicina humana se ha comprobado una predisposición a desarrollar trastornos depresivos. Según la teoría de la indefensión aprendida, la respuesta inicial del paciente ante un estímulo estresante suele ser de ira y frustración. No obstante, al percibir que dichas respuestas son inútiles o ineficaces, se produce una transición hacia un estado de apatía, caracterizado por sentimientos de indefensión, deterioro cognitivo progresivo y una notable pérdida de motivación.
Otras complicaciones asociadas
Estrés psicógeno
El estrés psicógeno puede ser inducido tanto por estímulos agudos como por hospitalizaciones prolongadas. Sus principales desencadenantes incluyen la separación tutor, cambios en el entorno, estímulos sensoriales novedosos, ruido ambiental excesivo y restricción del espacio físico.
Fisiológicamente, activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, con liberación de glucocorticoides que alteran el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos. Además, afectan la motilidad intestinal, modifican la tasa de filtración glomerular y el equilibrio hidroelectrolítico. A nivel inmunológico, el estrés crónico se asocia con leucopenia, linfopenia y disminución de la fagocitosis.
En contexto hospitalario, la exposición sostenida a estos factores promueve un estado de estrés crónico con inmunosupresión significativa, lo que incrementa la morbilidad, la mortalidad y compromete la cicatrización de heridas quirúrgicas o traumáticas.
Hiperextensión carpiana
El carpo del perro está formado por siete pequeños huesos dispuestos en filas formando varias articulaciones y estabilizadas por ligamentos ubicados tanto en la parte dorsal como en la palmar del carpo. En condiciones normales, estos ligamentos mantienen la articulación firme y alineada.
La hiperextensión carpiana se produce cuando estos ligamentos se lesionan. En casos leves, puede haber solo distensión o esguince; en los casos más graves, los ligamentos pueden estar completamente rotos. Esta pérdida de estabilidad hace que el carpo se colapse hacia el suelo cuando el perro soporta peso, adoptando una postura anormal.
La hiperextensión carpiana también puede estar vinculada a disfunciones en la maduración o degeneración ligamentosa. En cachorros menores de cuatro meses, el riesgo se incrementa debido a la inmadurez ligamentosa, agravada por desnutrición, crecimiento acelerado o falta de estímulo mecánico.
Un ejemplo clínico frecuente es el de cachorros hospitalizados por enfermedades infecciosas, donde el aislamiento y el desuso favorecen la debilidad estructural y el retraso en el desarrollo ligamentoso.
En animales geriátricos, especialmente de razas grandes, la hiperextensión carpiana puede deberse a la degeneración progresiva de los ligamentos, ya sea por traumatismos previos o procesos degenerativos relacionados con la edad.
Úlceras por presión
Las úlceras por presión (también llamadas úlceras de decúbito o dérmicas) son lesiones isquémicas localizadas en piel y tejidos subyacentes, causadas por presión prolongada, fricción o cizallamiento, especialmente sobre prominencias óseas. Inicialmente, presiones leves generan hiperemia reactiva, pero una presión sostenida compromete la perfusión capilar, desencadenando isquemia, acumulación de metabolitos, necrosis celular y ulceración.
Los principales factores de riesgo incluyen inmovilidad prolongada, incontinencia urinaria o fecal, heridas abiertas, déficits sensoriales, desnutrición, deshidratación, hipotensión, anestesia prolongada y edad avanzada. La prevención es la estrategia más efectiva y se basa en:
- Cambios posturales cada 2 horas para redistribuir presión.
- Inspección frecuente de la piel.
- Control de humedad con materiales absorbentes.
- Uso de dispositivos de descarga (colchones, almohadas).
- Micción y defecación programadas.
- Movilización activa o pasiva para mantener perfusión y drenaje linfático.
- Masoterapia para estimular retorno venoso, reducir edema y preservar función muscular.
Abordaje terapéutico y prevención
Objetivos
Un diagnóstico preciso es fundamental para establecer un tratamiento fisioterapéutico eficaz que permita prevenir complicaciones clínicas derivadas del decúbito prolongado. Aunque la evaluación inicial es determinante, resulta igualmente indispensable monitorizar la evolución del paciente, su respuesta al tratamiento y su grado de adaptación, con el fin de ajustar el plan terapéutico de manera individualizada.
Los objetivos principales de la rehabilitación en pacientes postrados incluyen:
- Preservar o recuperar funciones: mantener la autonomía funcional dentro de las posibilidades clínicas individuales.
- Optimizar otros tratamientos: la fisioterapia puede acelerar y potenciar los resultados de terapias médicas o quirúrgicas.
- Reducir la carga farmacológica: mediante el abordaje físico-funcional, se busca disminuir la necesidad de medicación.
Técnicas terapéuticas
Establecer una relación de confianza con el paciente es fundamental, puesto que el miedo o estrés puede inducir la liberación de catecolaminas como la adrenalina, lo que interfiere negativamente en los efectos terapéuticos de la fisioterapia. Para optimizar la intervención, es esencial generar un entorno tranquilo, acogedor y libre de estímulos estresantes, así como adaptar el ritmo de la terapia a las necesidades individuales de cada paciente y evitar técnicas de sujeción invasivas.
Es esperable que, durante las primeras sesiones, el animal no se muestre completamente receptivo; sin embargo, conforme se familiarice con las manipulaciones y perciba sus efectos beneficiosos, se irá consolidando un vínculo de confianza.
En aquellos casos en los que se requiera aplicar el tratamiento en decúbito lateral, se recomienda completar todas las maniobras en un solo lado antes de proceder al cambio de posición. Esta estrategia contribuye a reducir el malestar y la ansiedad.
Masoterapia
Descripción: la masoterapia, o terapia de masaje, es la manipulación sistemática de los tejidos blandos con fines terapéuticos. Aunque su eficacia está bien documentada en medicina humana, la evidencia científica en veterinaria aún es limitada.
Objetivos:
- Prevenir lesiones.
- Aliviar el dolor.
- Favorecer la rehabilitación funcional.
- Mejorar el bienestar general.
- Aumentar el flujo sanguíneo local.
- Facilitar la eliminación de metabolitos como el lactato.
- Favorecer la recuperación posejercicio.
Aplicaciones o indicaciones:
- Dolor miofascial.
- Espasmos musculares.
- Puntos gatillo.
- Osteoartritis.
- Edema posquirúrgico.
- Apoyo en cuidados paliativos o intensivos.
- Pacientes geriátricos, oncológicos o con movilidad reducida.
Técnicas de masaje:
- Stroking: es una maniobra de masaje suave que se aplica de manera rítmica mediante pases continuos con la mano abierta y los dedos unidos, manteniendo siempre el contacto con el paciente. Se realiza en dirección centrífuga, siguiendo el sentido del pelo. Se trata de un masaje superficial que induce relajación, facilitando la manipulación posterior. Asimismo, incrementa el flujo sanguíneo y estimula la circulación linfática. Habitualmente se emplea al inicio y al final de la sesión, aunque también puede aplicarse entre maniobras más profundas para ayudar a calmar al paciente.
- Effleurage: si bien existen diferentes variantes de effleurage, como el stroking comentado previamente, en este caso se describe únicamente la técnica denominada vaciado. Este masaje se realiza con la mano abierta y los dedos juntos, aplicando una presión moderada y efectuando pases dirigidos hacia el corazón (sentido centrípeto). La maniobra comienza en la región más distal de la extremidad y progresa hacia el tronco. El vaciado contribuye a mejorar la circulación venosa y linfática, lo que lo convierte en una herramienta eficaz en el abordaje de edemas localizados en las zonas distales.
- Amasamiento o petrissage: técnica de compresión circular ejercida sobre los tejidos blandos y en menor medida sobre estructuras óseas. Puede aplicarse de forma amplia o localizada, orientada al alivio de contracturas y disolución de adherencias. En animales pequeños se realiza preferentemente con los dedos. En grupos musculares más extensos, se emplea una secuencia rítmica de compresión y liberación para estimular la elasticidad tisular y mejorar la perfusión local (Figura 5).

Figura 5. Técnica de masaje petrissage en musculatura cervical de un rumiante.
- Drenaje linfático manual: movimientos suaves, rítmicos y superficiales de deslizamiento dirigidos a favorecer el flujo linfático. Especialmente útil en áreas con acumulación de líquido y proteínas que generan linfedema. El objetivo es activar el sistema linfático superficial, facilitando el transporte de la linfa hacia regiones no comprometidas y promoviendo su retorno al sistema circulatorio. Contribuye a la descongestión tisular, eliminación de desechos metabólicos y reducción del edema (Figura 6).
Figura 6. Técnica de masaje para drenaje linfático en extremidad posterior.
Contraindicaciones o precauciones:
- Lesiones cutáneas.
- Infecciones activas.
- Estados febriles.
- Shock.
- Inflamación aguda.
- Ciertos casos oncológicos.
- Animales agresivos o con hipersensibilidad táctil.
Cinesiterapia
Descripción: la cinesiterapia se define como el tratamiento mediante ejercicios y movimientos, tanto activos como pasivos que, junto con los estiramientos, es fundamental para mejorar la movilidad de las articulaciones, ligamentos, tendones y músculos. En general, la cinesiterapia precoz resulta beneficiosa, siempre que se adapte a las características individuales del paciente y se realice sin causar dolor.
Objetivos:
- Incrementar la flexibilidad articular.
- Prevenir la formación de adherencias.
- Remodelar la fibrosis periarticular.
- Mejorar la elasticidad de músculos y otros tejidos blandos, previniendo lesiones.
- Recuperar fuerza, resistencia y masa muscular.
- Implementar la propiocepción.
- Mejorar la resistencia cardiovascular.
- Preservar la función durante la recuperación sin daño adicional.
- Mantener o recuperar fuerza, elasticidad y funcionalidad tisular.
- Reacondicionar al paciente a nivel sistémico.
Aplicaciones o indicaciones:
- Indicada en pacientes que requieren recuperación funcional, fortalecimiento muscular, mejora de la movilidad articular y prevención de complicaciones secundarias a la inmovilidad. La modalidad específica se elige según la capacidad funcional y el estado clínico del paciente.
Técnicas de cinesiterapia:
Cinesiterapia pasiva (CNP)
Movilización de una articulación sin contracción muscular activa por parte del paciente, realizada mediante una fuerza externa aplicada por el terapeuta. Cuando se ejerce presión adicional al final del rango de movimiento, se induce un estiramiento de los tejidos.
Indicaciones:
- Pacientes incapaces de movilizar las articulaciones por sí mismos.
- Casos donde el movimiento activo está contraindicado.
- Favorecer la relajación en pacientes con ansiedad.
Beneficios principales:
- Prevención de contracturas y acortamiento de tejidos blandos.
- Mantenimiento de la movilidad entre los tejidos.
- Reducción del dolor.
- Mejora del flujo sanguíneo y linfático.
- Incremento en la producción y difusión del líquido sinovial.
Cinesiterapia activa asistida (CNAA)
Fase intermedia indicada en pacientes con debilidad neuromuscular o limitación del rango articular activo, por ejemplo, por patologías neurológicas. El terapeuta asiste parte del peso corporal del paciente, con dispositivos de apoyo (toallas, balones, etc.), durante la realización del ejercicio activo en estación o marcha (Figura 7).

Figura 7. CNAA con red adaptada para facilitar la permanencia en estación en un ave.
Cinesiterapia activa (CNA)
Movimiento articular mediante contracción muscular voluntaria, con o sin asistencia. La progresión puede avanzar de técnicas pasivas a asistidas, ajustándose según la capacidad funcional del paciente (Figura 8).
Figura 8. Enriquecimiento ambiental controlado para la realización de CNA en paciente felino politraumatizado.
Efectos terapéuticos de la CNAA y CNA:
- Aumentar el rango articular sin dolor.
- Mejorar masa y fuerza muscular.
- Estimular propiocepción, equilibrio y coordinación.
- Favorecer actividades funcionales y vida diaria.
- Incrementar resistencia cardiovascular.
- Prevenir lesiones y reducir claudicaciones.
- Disminuir peso corporal.
Duración y frecuencia:
- Duración: según tolerancia del paciente; 10-15 minutos por tratamiento suelen ser suficientes.
- Frecuencia: 1-3 sesiones diarias, especialmente en casos neurológicos o con debilidad severa.
Contraindicaciones o precauciones:
- Agravar el dolor.
- Provocar lesión adicional.
- Generar inestabilidad.
Crioterapia
Descripción: la aplicación de frío superficial es una herramienta habitual en rehabilitación, útil para controlar el dolor, reducir la inflamación y modular la cicatrización en tejidos blandos (músculo, tendón, ligamento, cápsula articular). Su uso es especialmente efectivo en la fase aguda, dentro de las primeras 24-72horas tras un traumatismo o cirugía.
Objetivos o beneficios principales:
- Control del dolor (analgesia).
- Reducción de la inflamación.
- Disminución del edema y el sangrado.
- Modulación de la cicatrización.
- Favorecer la recuperación en lesiones musculoesqueléticas agudas.
Aplicaciones o indicaciones:
- Lesiones traumáticas e inflamatorias en fase aguda.
- Alivio del dolor.
- Reducción de edema y hemorragia postrauma.
- Esguinces y distensiones.
- Trastornos musculoesqueléticos inflamatorios agudos (artritis, bursitis, tendinitis, tenosinovitis, miositis, neuritis).
- Enfermedad del disco intervertebral.
- Heridas contusas cerradas y quemaduras.
- Primeros auxilios tras picaduras de insectos o arañas.
Efectos fisiológicos locales y sistémicos:
- Vasoconstricción.
- Reducción del sangrado.
- Disminución del edema.
- Analgesia.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Incremento de la presión arterial.
- Elevación de la frecuencia respiratoria.
- Palidez cutánea.
Métodos de aplicación:
- Bolsas de hielo o gel frío.
- Compresas frías.
Recomendaciones:
- Adaptar el método al tamaño, zona y sensibilidad del paciente.
- Siempre proteger la piel con una tela fina para evitar quemaduras.
Pauta de aplicación:
- Frecuencia: 3-6 veces al día.
- Duración: 15-30 minutos por sesión.
- Inicio: dentro de la primera hora poslesión o posoperatorio (20-30 minutos cada hora, durante las primeras 4 horas).
Contraindicaciones o precauciones:
- Áreas con déficit sensorial o lesión de nervios periféricos.
- Neuropatías diabéticas.
- Heridas abiertas o profundas.
- Artritis séptica o reumatoide.
- Zonas con compromiso vascular.
Aplicar con cautela en:
- Pacientes con enfermedades cardiovasculares, reumatológicas, diabetes o alteraciones vasculares.
- Animales muy jóvenes, geriátricos o debilitados, por riesgo de efectos adversos.
Termoterapia
Descripción: la termoterapia consiste en la aplicación superficial de calor, con una penetración aproximada de 1cm. Está indicada en las fases de proliferación y remodelación de la inflamación (después de 48-72horas o en lesiones crónicas sin reagudización). Su aplicación prematura puede agravar la inflamación (Figura 9).

Figura 9. Aplicación de calor superficial con bolsa de gel caliente a rumiante.
Objetivos:
- Aumento del metabolismo local.
- Incremento de la circulación sanguínea y linfática.
- Mejora de la eliminación de metabolitos y aporte de oxígeno y nutrientes.
- Incremento de la fagocitosis.
- Sedación nerviosa y analgesia.
- Reducción del espasmo muscular y rigidez articular.
- Mayor capacidad de extensión del tejido conjuntivo.
Efectos fisiológicos locales y sistémicos:
- Aumento del metabolismo y la circulación.
- Mejora de la eliminación de metabolitos.
- Sedación nerviosa.
- Reducción de espasmo muscular y rigidez.
- Incremento de la capacidad de extensión tisular.
- Estimulación de mecanismos de eliminación de calor (jadeo, sudoración).
- Incremento del pulso, circulación y respiración.
- Aumento de la eliminación renal.
- Disminución de la presión arterial.
- Efecto sedativo sobre el sistema nervioso.
Aplicaciones o indicaciones:
- Contracturas y espasmos musculares.
- Inflamaciones o traumas musculoesqueléticos crónicos o subagudos.
- Adherencias.
- Preparación previa a movilización articular, masaje, estiramientos y ejercicio activo.
Métodos de aplicación:
- Bolsas de gel calentadas.
- Toallas calientes.
- Lámparas infrarrojas.
Recomendaciones:
- Se desaconseja la manta eléctrica por riesgo de quemaduras.
- La aplicación típica tiene una duración de 15-20 minutos, de 1 a 3 veces al día.
Contraindicaciones o precauciones:
- Fase aguda de inflamación o trauma (excepto abscesos).
- Enfermedades cardiovasculares avanzadas.
- Déficit sensorial.
- Hemorragias, tromboflebitis, flebitis aguda o coágulos.
- Útero grávido.
- Tumores malignos.
- Enfermedad vascular periférica.
- Debilidad generalizada.
Fotobiomodulación (FBM)
Descripción: la FBM consiste en la irradiación con luz láser de baja intensidad, buscando estimular la función celular mediante emisión estimulada de fotones. Su finalidad es transferir energía a tejidos profundos para favorecer la reparación y regeneración. La penetración depende de la absorción tisular, actuando principalmente sobre mitocondrias y membranas celulares, donde la energía lumínica se convierte en bioenergía (Figura 10).

Figura 10. Tratamiento con fotobiomodulación en extremidad posterior en paciente felino.
Objetivos:
- Estimular el metabolismo y la microcirculación.
- Reducir inflamación, edema y dolor.
- Promover el trofismo y la regeneración nerviosa.
Efectos terapéuticos:
- Estimulación del metabolismo celular.
- Incremento de la microcirculación local.
- Reducción de inflamación y dolor.
- Estimulación de la regeneración de tejidos y nervios.
Parámetros clave:
- Potencia: energía emitida (W).
- Frecuencia: pulsos por segundo (Hz).
- Longitud de onda (nm):
- 660 nm: antibacteriano y cicatrización.
- 800 nm: aumento de ATP.
- 905 nm: mejora de la oxigenación celular.
- 970 nm: efecto térmico y estimulación microcirculatoria.
Aplicaciones o indicaciones:
- Manejo del dolor y reducción de la inflamación.
- Mejorar recuperación neurológica y funcionalidad.
- Favorecer la cicatrización y la regeneración tisular.
- Optimizar la circulación local y microcirculación.
- Antes de masajes o cinesiterapia.
Seguridad:
- Uso obligatorio de gafas protectoras.
- Evitar superficies reflectantes (cristal, metal) para prevenir daños oculares.
Contraindicaciones o precauciones:
- Procesos tumorales.
- Epilepsia.
- Uso de esteroides.
- Embarazo.
- Disfunciones tiroideas.
- Arritmias.
- Aplicación directa sobre los ojos.
Fisioterapia respiratoria
Técnicas principales:
- Drenaje postural: consiste en colocar al paciente en posiciones que favorecen el desplazamiento de las secreciones por acción de la gravedad. Por ejemplo, inclinar la cabeza de un perro hacia abajo en un ángulo de 20° puede aumentar hasta en un 40 % el drenaje de mucosidad. La elección de la posición debe adecuarse a la localización anatómica del compromiso pulmonar (Tabla 1).
Área pulmonar que drenar | Posición del paciente |
---|---|
Segmento lateral del lóbulo caudal izquierdo | Decúbito lateral izquierdo, extremidades traseras elevadas 40º |
Campos caudales dorsales izquierdo y derecho | Decúbito esternal, extremidades traseras elevadas 40º |
Campos caudales ventrales izquierdo y derecho | Decúbito dorsal, extremidades traseras elevadas 40º |
Campos craneales ventrales izquierdo y derecho | Decúbito dorsal, extremidad anterior elevada 40º |
Campos craneales dorsales izquierdo y derecho | Decúbito esternal, extremidad anterior elevada 40º |
Lóbulo medio derecho | Decúbito dorsal, almohada bajo el lado izquierdo del tórax, extremidades traseras elevadas 40º y parte anterior girada un cuarto de vuelta hacia la derecha |
Segmento lateral del lóbulo caudal derecho | Decúbito lateral izquierdo, extremidades traseras elevadas 40º |
Tabla 1. Técnicas de posicionamiento para el drenaje de las áreas pulmonares afectadas, para promover la eliminación de secreciones respiratorias.
Técnicas manuales complementarias:
- Percusión: se aplica mediante golpes rítmicos con la mano en forma de copa sobre la pared torácica, generando ondas de presión que ayudan a desprender las secreciones adheridas a las paredes bronquiales.
- Vibración y espiración forzada pasiva: consisten en aplicar compresiones intermitentes o movimientos vibratorios suaves durante la espiración, utilizando manos o dedos, de acuerdo con el tamaño del animal, para facilitar el ascenso de las secreciones hacia vías aéreas mayores.
- Estimulación de la tos: especialmente útil en pacientes que no presentan reflejo de tos espontáneo, como aquellos con traumatismos, en el posoperatorio o en decúbito prolongado. Se puede inducir mediante cosquilleo traqueal a nivel del tercer anillo o mediante presión sobre la región epigástrica y la pared torácica lateral, con el animal en decúbito esternal.
Indicaciones:
- Eliminación de secreciones pulmonares.
- Reapertura de zonas colapsadas del parénquima.
- Reducción del riesgo de neumonía.
Pauta de aplicación:
- Frecuencia: cada 6 horas (4 sesiones al día).
- Duración: aproximadamente 3 minutos por sesión de percusión, centrada exclusivamente en los segmentos pulmonares comprometidos.
- Duración total del tratamiento: hasta la mejoría de los parámetros respiratorios o de la condición funcional, evaluando diariamente.
Conclusiones
La evidencia en medicina humana respalda la eficacia de la fisioterapia en la prevención de las complicaciones derivadas del decúbito prolongado y la inmovilización. Su aplicación contribuye a optimizar la recuperación funcional y a reducir la incidencia de complicaciones secundarias.
La adaptación de protocolos provenientes de medicina humana a la práctica veterinaria debe realizarse con precaución y un enfoque crítico. Las diferencias anatómicas, fisiológicas y conductuales entre especies requieren la aplicación de técnicas individualizadas y una evaluación detallada de las condiciones clínicas que puedan constituir una contraindicación.
La aplicación temprana del tratamiento fisioterapéutico, previo a la aparición de secuelas graves, contribuye significativamente a reducir a los costes derivados de procesos prolongados y mejora de forma notable la calidad de vida de los pacientes. Para lograrlo, se requiere una mayor concienciación, entre profesionales clínicos y cuidadores, de la importancia de la integración de la fisioterapia en el plan terapéutico del paciente postrado.
Finalmente, estos hallazgos evidencian la necesidad de llevar a cabo estudios controlados con un tamaño muestral adecuado, que permitan establecer directrices basadas en la evidencia y adaptadas a las diferentes especies y contextos clínicos.
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