El CBD y su potencial en el tratamiento de la osteoartritis en perros

Esta revisión bibliográfica examina críticamente la evidencia actual sobre el uso del cannabidiol (CBD) en el tratamiento de la osteoartritis en perros, dada la alta prevalencia de esta enfermedad y los posibles efectos adversos de los tratamientos convencionales.

Se realizó una exhaustiva búsqueda en bases de datos como PubMed y Google Académico, utilizando palabras clave relevantes. Se seleccionaron estudios publicados en los últimos diez años en inglés o español que investigaron el efecto del CBD en perros con osteoartritis y sus formas de administración. Los estudios revisados sugieren que el CBD puede ser una opción terapéutica prometedora debido a su interacción con el sistema endocannabinoide, lo que modula las vías de señalización para reducir el dolor y la inflamación. Se encontraron diferencias significativas en la eficacia dependiendo de la forma de administración, siendo la administración oral la más práctica y efectiva.

La administración intranasal mostró una absorción más rápida, mientras que la vía intrarrectal no fue adecuada.

Investigaciones específicas destacaron la mejora en la absorción y distribución del CBD mediante formulaciones liposomales y la efectividad de diferentes dosis.

Los hallazgos respaldan el potencial del CBD como una alternativa segura y efectiva a los tratamientos convencionales para la osteoartritis en perros. Sin embargo, se requieren más investigaciones para determinar las dosis óptimas, la duración del tratamiento y las formas de administración más adecuadas.

La osteoartritis es una enfermedad degenerativa que afecta al 20 % de la población canina, causando dolor, inflamación y disfunción articular. Esta alta prevalencia subraya la necesidad urgente de alternativas terapéuticas más efectivas y seguras, dado el impacto significativo que la enfermedad tiene en la calidad de vida de los perros. Los tratamientos convencionales, que incluyen analgésicos y antiinflamatorios no esteroides (AINE), pueden tener efectos adversos notables, como problemas gastrointestinales, hepatotoxicidad y alteraciones renales. Esta problemática ha llevado a la búsqueda de opciones terapéuticas más seguras, entre las cuales el cannabidiol (CBD) ha despertado un creciente interés debido a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

El objetivo de esta revisión es examinar críticamente la evidencia actual sobre el uso del CBD en el tratamiento de la osteoartritis en perros. Se ha revisado la literatura más reciente para evaluar su efectividad, mecanismos de acción, formas de administración y aspectos de dosificación, con el fin de proporcionar una visión clara del potencial terapéutico del CBD en este contexto.

Cuando el cartílago se desgasta, los huesos que forman la articulación pueden rozar entre sí, lo que provoca dolor, inflamación y rigidez en la articulación afectada. A medida que progresa la osteoartritis, pueden formarse espolones óseos alrededor de la articulación, lo que agrava aún más los síntomas y limita la movilidad del perro.

Los síntomas comunes de la osteoartritis en perros incluyen cojera, dificultad para levantarse o acostarse, rigidez al caminar, sensibilidad en las articulaciones afectadas y una disminución en la actividad física general. Estos síntomas suelen empeorar con el tiempo y pueden afectar negativamente la calidad de vida del perro.

El tratamiento de la osteoartritis en perros se centra en aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la movilidad.

El cannabidiol (CBD) es un compuesto natural encontrado en la planta Cannabis sativa, también conocida como planta de marihuana o cáñamo. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), otro compuesto prominente en el cannabis, el CBD no posee efectos psicoactivos significativos. Esto significa que el CBD no induce intoxicación ni produce efectos eufóricos en quienes lo consumen, lo cual lo distingue claramente del THC.

El cannabidiol está emergiendo como una opción terapéutica prometedora para el tratamiento de la osteoartritis en perros. Su efectividad se atribuye a su interacción con el sistema endocannabinoide, donde modula las vías de señalización para reducir el dolor y la inflamación. Estudios recientes, como el realizado por Miranda-Cortés et al. (2023), destacan cómo el CBD interactúa con los receptores cannabinoides CB1 y CB2 en el sistema nervioso y los tejidos periféricos como se explica en la Figura 1.

El sistema endocannabinoide es una red de señalización celular crucial para la regulación de diversas funciones fisiológicas y cognitivas, incluyendo el dolor, el estado de ánimo, el apetito y la memoria. Descubierto en la década de 1990, el sistema endocannabinoide está presente en todos los vertebrados, incluidos los perros, y se compone de endocannabinoides, receptores cannabinoides y enzimas. Los endocannabinoides, como la anandamida (AEA) y el 2-araquidonilglicerol (2-AG), actúan como neurotransmisores al unirse a los receptores cannabinoides CB1 y CB2, presentes principalmente en el sistema nervioso central y el sistema inmunológico y células periféricas, respectivamente (Figura 2). Las enzimas, como la amida hidrolasa de ácidos grasos (FAAH) y la monoacilglicerol lipasa (MAGL), son responsables de la síntesis y degradación de los endocannabinoides.

El CBD modula la actividad del sistema endocannabinoide inhibiendo la enzima FAAH, lo que aumenta los niveles de anandamida y prolonga su efecto antiinflamatorio y analgésico. En el contexto de la osteoartritis, el sistema endocannabinoide juega un papel significativo en la modulación del dolor y la inflamación. La degeneración del cartílago y la inflamación sinovial, características de la osteoartritis, están asociadas con una alteración en la señalización del sistema endocannabinoide. Al influir en este sistema, el CBD puede restaurar el equilibrio y reducir los síntomas de la osteoartritis, proporcionando alivio tanto del dolor como de la inflamación.

Un ensayo piloto de 90 días realizado por Kogan et al. (2020) observó una mejora significativa en el alivio del dolor en el 94 % de los perros que completaron el estudio, lo que sugiere que el CBD puede ser una opción prometedora para el tratamiento del dolor crónico en perros con osteoartritis.

Además de su interacción con el sistema endocannabinoide, el CBD también modula otros sistemas de señalización en el cuerpo que contribuyen a sus efectos terapéuticos (Shilo-Benjamini et al., 2023):

Receptor de serotonina 5-HT1A

El CBD actúa como un agonista parcial en el receptor de serotonina 5-HT1A, implicado en la regulación del estado de ánimo, la ansiedad y la percepción del dolor. La activación de este receptor por el CBD puede contribuir a sus efectos ansiolíticos y analgésicos, proporcionando un alivio adicional del dolor asociado con la osteoartritis.

Receptor TRPV1

El receptor de potencial transitorio vanilloide 1 (TRPV1) es otro objetivo del CBD. Este receptor está involucrado en la detección y regulación de la temperatura corporal, así como en la percepción del dolor. La activación del TRPV1 por el CBD puede desensibilizar el receptor, reduciendo la percepción del dolor y la inflamación.

Modulación de citocinas y mediadoresinflamatorios

La osteoartritis se caracteriza por la inflamación crónica de las articulaciones, que conduce a la degradación del cartílago y al dolor persistente. El CBD puede reducir la producción de citocinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), la interleucina-1 beta (IL-1β) y la interleucina-6 (IL-6). Al reducir estos mediadores inflamatorios, el CBD puede disminuir la inflamación y el dolor en las articulaciones afectadas por la osteoartritis.

El CBD también puede aumentar la producción de citocinas antiinflamatorias, como la interleucina-10 (IL-10). Este equilibrio entre las citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias ayuda a reducir la inflamación crónica y promueve la reparación del tejido dañado.

Efectos antioxidantes

El estrés oxidativo es un factor importante en la progresión de la osteoartritis. El CBD actúa como un antioxidante, neutralizando los radicales libres que causan daño celular. Esto puede reducir el daño oxidativo en las articulaciones y retardar la progresión de la osteoartritis.

Las células sinoviales, que recubren las articulaciones, pueden beneficiarse de las propiedades antioxidantes del CBD. Al proteger estas células del daño oxidativo, el CBD puede ayudar a mantener la integridad de las articulaciones y reducir la inflamación.

Influencia en la plasticidad sináptica

La plasticidad sináptica se refiere a la capacidad de las sinapsis (las conexiones entre las neuronas) para fortalecerse o debilitarse en respuesta a la actividad. Esta plasticidad es crucial para la regulación del dolor crónico. El CBD puede influir en la plasticidad sináptica al reducir la excitabilidad neuronal en las vías del dolor. Al hacerlo, puede ayudar a disminuir la transmisión del dolor crónico asociado con la osteoartritis en perros.

La forma de administración del cannabidiol es un factor crucial que influye en su eficacia y biodisponibilidad en el tratamiento de la osteoartritis en perros. La vía intranasal, oral e intrarrectal son las más investigadas, cada una con sus ventajas y limitaciones.

Administración intranasal

La administración intranasal de CBD ofrece una rápida absorción debido a la alta vascularización de la mucosa nasal. Según Polidoro et al. (2022), la concentración máxima de CBD en plasma se alcanzó 30 minutos después de la administración intranasal. Esta rápida absorción puede ser beneficiosa para el alivio inmediato del dolor, aunque la duración de la acción puede ser más corta en comparación con otras vías. Sin embargo, la practicidad de esta vía es un desafío, especialmente en perros, debido a la posible incomodidad y resistencia del animal durante la administración.

Administración oral

La administración oral es la ruta más común y conveniente para el CBD. Según Polidoro et al. (2022), la concentración máxima de CBD en plasma se alcanzó a las 3.5 horas tras la administración oral, lo que indica una absorción más lenta pero más prolongada en comparación con la vía intranasal. Las formulaciones orales, como soluciones y encapsulaciones lipídicas, mejoran la absorción y distribución del CBD, según O'Sullivan et al. (2024). Además, la administración oral es más práctica y menos estresante para los perros, facilitando la adherencia al tratamiento a largo plazo.

Administración intrarrectal

La administración intrarrectal ha mostrado limitaciones significativas. En el estudio de Polidoro et al. (2022), las concentraciones de CBD en plasma después de la administración intrarrectal estaban por debajo del límite de cuantificación, lo que indica una baja absorción. Esta vía no se considera adecuada para aplicaciones clínicas debido a su ineficacia y la dificultad en la administración.

Los liposomas son vesículas esféricas compuestas por una bicapa lipídica similar a las membranas celulares, que pueden contener fármacos como el CBD en su interior. Esta estructura les confiere la capacidad de transportar sustancias lipofílicas o hidrofílicas a través de membranas biológicas, mejorando la disponibilidad y la eficacia terapéutica de los compuestos encapsulados.

La investigación de Verrico et al. (2020) evaluó tanto el CBD desnudo como el encapsulado liposomalmente en perros con osteoartritis, encontrando que ambas formulaciones reducen el dolor y mejoran la movilidad de manera efectiva. Específicamente, el estudio reveló que una dosis diaria de 20 mg de CBD liposomal es igualmente eficaz que dosis más altas de CBD no liposomal, subrayando la importancia crucial de la formulación para optimizar el tratamiento.

Este estudio sugiere que los liposomas pueden ofrecer varias ventajas en comparación con otras formulaciones farmacéuticas. Primero, protegen el CBD de la degradación enzimática y aumentan su estabilidad en el medio biológico, prolongando su tiempo de acción. Segundo, al ser fagocitados por células del sistema reticuloendotelial, los liposomas pueden dirigir selectivamente el CBD hacia sitios específicos de inflamación, como las articulaciones afectadas por la osteoartritis, mejorando la eficiencia del tratamiento localizado. Además, los liposomas reducen la frecuencia de administración requerida, mejorando la comodidad del tratamiento y potencialmente aumentando la adherencia del propietario al plan terapéutico para sus mascotas.

El estudio de Shilo-Benjamini et al. (2023) exploró la administración de CBD liposomal por vía subcutánea en perros, destacando que una sola inyección de 5 mg/kg generó concentraciones plasmáticas detectables durante un período prolongado de hasta 6 semanas. Esta formulación liposomal asegura una liberación prolongada del CBD en el sistema, lo cual es particularmente beneficioso para el manejo a largo plazo de la osteoartritis en perros. Al reducir la frecuencia de administración requerida, el CBD liposomal de aplicación subcutánea no solo mejora la comodidad del tratamiento, sino que también puede aumentar la adherencia al plan terapéutico, garantizando una gestión efectiva y continua de esta condición crónica en los animales.

La osteoartritis es una enfermedad que impacta gravemente en la calidad de vida de los perros, limitando su movilidad y actividad física. Para evaluar objetivamente estos cambios, el estudio de Shilo-Benjamini et al. (2023) utilizó un collar de monitoreo de actividad (PetPace®, Burlington, MA, Estados Unidos), el cual fue colocado en los perros al menos dos semanas antes de la intervención con cannabidiol (CBD) liposomal.

Metodología de monitoreo

El collar PetPace® recolectó datos durante las dos semanas previas y las seis semanas posteriores a la inyección de CBD. Se obtuvo la puntuación semanal promedio de cuatro parámetros clave: actividad, posición, calorías consumidas y calidad del sueño. Estos datos se analizaron al finalizar el estudio para evaluar los cambios en la movilidad y otros aspectos de la salud de los perros.

Además, se monitorearon parámetros fisiológicos durante todo el período del estudio, incluyendo frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, temperatura rectal y presión arterial media. Estos se midieron al inicio, y luego a intervalos específicos: 2 y 6 horas, 1, 2 y 4 días, y semanalmente durante seis semanas después de la inyección.

Resultados del estudio

El estudio reveló que las puntuaciones de actividad aumentaron significativamente en las semanas 5 y 6 indicando una mejora en la movilidad de los perros tratados con CBD. Sin embargo, las puntuaciones de posición, las calorías consumidas y las puntuaciones de sueño no mostraron cambios significativos con respecto a los registros iniciales.

En cuanto a los parámetros fisiológicos, se observaron las siguientes variaciones:

• La frecuencia cardíaca disminuyó significativamente desde el inicio a las 6 horas, 4 días, 4 semanas y 6 semanas después de la inyección.
• La frecuencia respiratoria disminuyó significativamente desde el inicio a las 2 horas, 2 y 4 días y 5-6 semanas.
• La presión arterial media mostró una disminución significativa a los 4 días después de la inyección, mientras que no se observó ninguna diferencia en la temperatura rectal durante todo el estudio.

Estos resultados sugieren que el tratamiento con CBD no solo mejoró la movilidad de los perros con osteoartritis, sino que también tuvo efectos positivos en algunos de sus parámetros fisiológicos, lo cual puede contribuir a una mejor calidad de vida general.

La revisión exhaustiva de la literatura actual sobre el uso del cannabidiolen el tratamiento de la osteoartritis en perros sugiere que este compuesto puede ser una alternativa terapéutica prometedora a los tratamientos convencionales. A través de su interacción con el sistema endocannabinoide, el CBD muestra una capacidad significativa para reducir el dolor y la inflamación, dos de los principales síntomas debilitantes de la osteoartritis.

Comparado con tratamientos convencionales como los antiinflamatorios no esteroides (AINE), el CBD ofrece una alternativa con menos efectos secundarios adversos, como problemas gastrointestinales, hepatotoxicidad y alteraciones renales. Esto es particularmente relevante dado que los tratamientos convencionales pueden ser inadecuados o causar efectos perjudiciales a largo plazo, mientras que el CBD presenta un perfil de seguridad más favorable.

A pesar de los hallazgos prometedores, es evidente que se requiere más investigación para determinar las dosis óptimas, la duración del tratamiento y las formas de administración más adecuadas del CBD en perros con osteoartritis. Estudios a largo plazo y ensayos clínicos controlados son necesarios para confirmar estos resultados y proporcionar pautas clínicas más precisas. Además, explorar nuevas formulaciones y vías de administración podría abrir nuevas perspectivas para mejorar la eficacia y biodisponibilidad del CBD.

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