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Manejo nutricional de un gato diabético: ¿qué importa realmente?

Resumen breve

La diabetes mellitus (DM) es una de las principales endocrinopatías en gatos y su tratamiento se centra en el uso no solo de insulina, sino también en el manejo dietético. Según varios estudios, el soporte nutricional juega un papel esencial en el éxito del tratamiento de los gatos con enfermedades endocrinas, incluidos los diabéticos. 

Resumen

La diabetes mellitus (DM) es una de las principales endocrinopatías en gatos y su tratamiento se centra en el uso no solo de insulina, sino también en el manejo dietético. Según varios estudios, el soporte nutricional juega un papel esencial en el éxito del tratamiento de los gatos con enfermedades endocrinas, incluidos los diabéticos. La dieta se considera una fuerte aliada en el control glucémico de esta especie, la cual tiene potencial de remisión de la condición, lo que hace del tratamiento integrado un enfoque justificable para brindar un buen pronóstico al paciente. Se investigan muchos macronutrientes, como los carbohidratos, las proteínas y la fibra, que se encuentran entre los más discutidos. Actualmente, esta discusión se intensifica para responder a la pregunta: ¿qué es lo que realmente importa en la dieta de un gato diabético?, ya que hoy no existe un estándar totalmente aceptable. Sin embargo, qué proporcionar y cómo administrar este alimento no sigue una receta estandarizada, pues también se prioriza la individualidad del gato diabético y esto se combina con entender que lo que realmente importa es una combinación del conocimiento de las especificidades de los macronutrientes con las particularidades de este paciente.

Palabras clave: dieta; endocrinopatía; felino; hiperglucemia

¿Qué significa ser y tener un gato diabético?

Un gato diabético es un animal diagnosticado con una de las principales endocrinopatías presentes en la atención clínica de esta especie, denominada DM. Esta enfermedad es un síndrome caracterizado por un cuadro hiperglucémico como consecuencia de una secreción o acción inadecuada de insulina, una de las hormonas responsables del equilibrio de los niveles de azúcar en la circulación1. Al ser considerada una endocrinopatía multifactorial, se han propuesto varios sistemas de clasificación de lo DM en la medicina humana y veterinaria, y durante mucho tiempo, ambos campos compartieron el mismo tipo de clasificación2.

Sin embargo, a través de la Sociedad Europea de Endocrinología Veterinaria (ESVE) (3), la medicina veterinaria adquirió su propia forma de clasificación basada en la etiología de la enfermedad, es decir, la causa responsable de su desarrollo. Así, actualmente esta enfermedad se clasifica como DM por deficiencia de insulina, DM por resistencia a la insulina y DM por otras causas, siendo la de resistencia a la insulina la más común en gatos diabéticos4.

Un gato diabético es aquel en el que los altos niveles de glucemia en la circulación son consecuencia de una baja acción de la insulina, aunque su secreción aún esté activa. Por lo tanto, tener un animal diabético implica comprender que este no presentará niveles de glucemia que comúnmente llamamos normoglucémicos, es decir, hasta 120 mg/dl, sino que tendrá niveles mucho mayores que provocarán manifestaciones clínicas en respuesta.

La poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso son características de lo que significa ser un paciente diabético5. La ausencia efectiva de insulina en el organismo no solo afecta los niveles glicémicos, sino que también tiene impactos sistémicos, especialmente a nivel del sistema nervioso central, influyendo en la sensación de sed y hambre, lo que provoca una respuesta corporal con un aumento de los procesos catabólicos. En resumen, el exceso de glucosa en la circulación no será completamente filtrado por los glomérulos renales, lo que resultará en la presencia de glucosuria, la cual, como consecuencia, impedirá la reabsorción de agua a lo largo del nefrón y desarrollará la clínica de poliuria6 (Figura 1).

Figura 1. Esquema de la fisiopatogenia de la DM en gatos.

Figura 1. Esquema de la fisiopatogenia de la DM en gatos.

Como forma de compensar la pérdida de agua y prevenir la deshidratación, se activará el centro de la sed, lo que provocará una polidipsia compensatoria. Además, debido a un cuadro hiperglucémico con una utilización reducida de la glucosa por parte de los tejidos, el animal movilizará las grasas de los depósitos corporales para proporcionar energía a la función celular. Esto llevará a la activación de vías catabólicas como la lipólisis y proteólisis, que servirán como fuente para la gluconeogénesis, lo que resultará en la pérdida de peso del paciente7. Además, en la DM, una de las principales manifestaciones clínicas es la polifagia, desencadenada por la baja o ausencia de insulina en el organismo, que fisiológicamente actúa en el centro de saciedad del eje hipotálamo-hipófisis.

Frente a eso, tener un animal diabético o, mejor dicho, tener un gato afectado por esta enfermedad, es ser testigo de estas manifestaciones y enfrentar el objetivo del tratamiento, que consiste en controlar los niveles glicémicos mediante el uso de insulinas exógenas y, al mismo tiempo, proporcionar una dieta que apoye este control, así como la reducción de factores desencadenantes de la enfermedad y que dificultan la recuperación, como, por ejemplo,la obesidad.

Según algunos estudios8, la obesidad causa la llamada resistencia a la insulina en los gatos a través de múltiples mecanismos, en los cuales, cada kilogramo de exceso de peso corporal resulta en un 30 % de disminución en la sensibilidad a este hormona. La mayor preocupación de la obesidad no se limita solo a su creciente aumento en los seres humanos y en los animales de compañía, sino también a los problemas a los cuales estos seres están predispuestos debido al aumento de la adiposidad, ya que el tejido adiposo es un órgano metabólico, endocrino, complejo y activo que secreta numerosas adipocinas9.

En realidad, ser obeso es estar metabólicamente alterado10, y la acumulación de lípidos, la activación reducida de los transportadores de glucosa (GLUTs), como el GLUT 4, y el desequilibrio entre las concentraciones séricas de adipocinas, como el aumento de leptina y la disminución de adiponectina, que funciona como un señalizador de insulina, son algunos de los diversos mecanismos por los cuales la obesidad es vista como el principal factor en el desarrollo de DM en gatos, o mejor dicho, el factor diabetogénico para esta especie11.

El tratamiento de la DM en gatos, a diferencia de los perros, cuya causa principal es la ausencia de secreción de insulina, puede llevar a la remisión del cuadro12. La remisión es una posibilidad que debe ser explicada al tutor de manera cautelosa, ya que, dependiendo del historial del animal y del tiempo de diagnóstico, esta puede ser una realidad o no. Pero, la búsqueda de este cuadro es un objetivo en el tratamiento, que se confirma después de 4 semanas sin la administración de insulina y sin la detección de manifestaciones clínicas13. Para ello, se fomenta el tratamiento precoz y, por lo tanto, un diagnóstico eficaz es fundamental.

Ser un gato diabético, aunque la obesidad sea el principal factor de riesgo, no siempre está relacionado con la detección de un animal con una puntuación corporal por encima del ideal, sino que a menudo se presenta en pacientes que, debido a la pérdida severa de peso en respuesta a la enfermedad, pueden encontrarse en una puntuación de condición corporal (PCC) ideal (4-5/9) o incluso por debajo (1-3/9). Por ello, el manejo dietético no solo surge para el control glicémico, sino también para proporcionar un peso corporal estable y, al final, una buena calidad de vida, con o sin remisión.

Manejo nutricional del paciente diabético

Tanto para perros como para gatos diabéticos, el manejo nutricional debe ser adaptado al paciente y, a partir de ello, comprender el historial clínico y alimentario es fundamental para saber qué alimento ofrecer y de qué manera. Según las directrices para el manejo de la DM en perros y gatos14, el manejo nutricional tiene como objetivo optimizar principalmente el peso corporal del animal, así como reducir las altas concentraciones hiperglucémicas y minimizar la demanda de las células beta, responsables de la síntesis y secreción de insulina, lo que resulta en una mejora de la sensibilidad a la insulina. Para los gatos diabéticos, actualmente, se debate mucho sobre cuál sería la dieta ideal. A continuación, se explicarán las influencias y los niveles aceptables de los macronutrientes en la dieta de esta especie.

Carbohidratos

Es ampliamente conocido que los altos niveles de carbohidratos contribuyen al aumento de la glucemia posprandial y que proporcionar una dieta en la que este macronutriente esté presente en altos niveles es contradictorio cuando se trata de un paciente con niveles elevados de glucosa, un tipo de carbohidrato, lo que provocaría un empeoramiento de dichos niveles. Por lo tanto, se recomienda ofrecer alimentos con bajo contenido de carbohidratos15, pero también se enfatiza que, además del contenido, el tipo de carbohidrato es igualmente importante al considerar el tiempo de digestión y, por lo tanto, la absorción de glucosa.

En general, según las Directrices de Consenso de la Sociedad Internacional de MedicinaFelina (ISFM) sobre el Manejo de lo Diabetes Mellitus en Gatos16, se recomienda que el contenido de carbohidratos sea inferior al 12 % de las calorías del alimento, lo cual sigue siendo un tema de debate, principalmente porque no existen estudios clínicos aleatorizados significativos que evalúen este contenido. De los pocos estudios disponibles, muchos varían no solo en el contenido de carbohidratos, sino también en otros macronutrientes que pueden influir en el control. Sin embargo, en un estudio con gatos diabéticos que comparaba el control glicémico mediante el uso de una dieta con bajo contenido de carbohidratos y alto contenido de proteínas frente a otra con contenido moderado de carbohidratos, los gatos alimentados con la dieta de bajo contenido (12 % de las calorías) fueron más propensos a alcanzar un cuadro de remisión que aquellos que consumían un alimento con 26 % de las calorías provenientes de carbohidratos17.

Sin embargo, considerando que la dieta del gato diabético debe ser individualizada y que, además de la cantidad de carbohidratos, la calidad o, mejor dicho, el tipo de carbohidrato es igualmente importante, las dietas con carbohidratos complejos también son opciones interesantes. Esto es aún más relevante cuando se piensa en dietas para la pérdida de peso, que contienen un mayor contenido de estos carbohidratos y, al final, ayudan a disminuir un factor de resistencia a la insulina: la obesidad. Los carbohidratos complejos se consideran buenos cuando se habla de DM, ya que son polisacáridos de digestión lenta, como, por ejemplo, el guisante, ayudando a reducir el pico glicémico posprandial18. En un estudio que evaluó seis fuentes de carbohidratos, se observó que el carbohidrato simple, representado por el maíz, resultó en mayores concentraciones glicémicas y picos máximos de insulina, a diferencia de, por ejemplo, las dietas que contenían lentejas y guisantes, que son carbohidratos complejos19.

Además de eso, es importante resaltar, pensando en la individualización del paciente, que en la presencia de gatos inapetentes, enfermos o que rechazan el alimento terapéutico, se debe priorizar ofrecer el alimento que el gato acepte, sin insistir en ese momento15, en el consumo obligatorio de una dieta, por ejemplo, con bajo contenido de carbohidratos. Esto es importante para evitar la aversión alimentaria y, principalmente, para minimizar el riesgo de hipoglucemia debido a la falta de ingestión de alimentos y al uso de insulina en el tratamiento.

Proteínas

Los gatos, histórica y fisiológicamente, tienen una mayor prioridad por las proteínas, ya que se caracterizan como especies neoglucogénicas, es decir, capaces de sintetizar glucosa (energía) a partir de aminoácidos20. En lo DM, entre las principales manifestaciones clínicas ya discutidas, la pérdida de peso surge como respuesta al aumento de los procesos catabólicos de lipólisis y proteólisis. En este contexto, la pérdida de masa muscular e incluso un cuadro de sarcopenia es una realidad descrita en estos pacientes. Así, considerando esto y las necesidades nutricionales específicas de esta especie, especialmente cuando se encuentra en un estado de DM desregulado, las exigencias de proteínas pueden verse aumentadas.

De acuerdo con las directrices de manejo de lo DM en perros y gatos14, la dieta de un gato diabético debe estar compuesta por un 40 % de las calorías en proteínas. Esto es importante, ya que el consumo de este porcentaje no solo ayudará en la restauración y posterior mantenimiento de la masa muscular, sino que también proporcionará otros beneficios21. Así, considerando que se trata de un animal con una enfermedad de catabolismo alterado y polifágico, la proteína emerge como el macronutriente más saciante en comparación con los carbohidratos. Frente a la pérdida de peso acentuada, el mayor consumo de proteínas ayuda en la prevención de la lipidosis hepática y la desnutrición proteica, posibles consecuencias derivadas de la ausencia de insulina activa22. Además, al tratarse de una especie neoglucogénica, una dieta alta en proteínas es eficaz para proporcionar la glucosa necesaria cuando se enfrenta a un alimento bajo en carbohidratos, como en el caso de los gatos diabéticos.

La proteína también está documentada por sus efectos en la mejora de la sensibilidad a la insulina23, lo que explica la popularidad de las dietas con alto contenido proteico. Sin embargo, dependiendo del paciente, su uso puede necesitar ser restringido, especialmente en casos de comorbilidades asociadas a lo DM, como la enfermedad renal crónica24. En estos casos, la prioridad será reducir el contenido proteico, con el objetivo de una terapéutica que no se enfoque completamente en el control de la diabetes, sino en la particularidad de un paciente con otra especificidad.

Fibras

La fibra dietética está actualmente siendo investigada por sus efectos beneficiosos en pacientes diabéticos. Entre los efectos beneficiosos generados, el principal es el retraso del vaciado gástrico y de la absorción de carbohidratos dietéticos, lo que ayuda a atenuar la respuesta glicémica e insulínica posprandial25. Sin embargo, en gatos, las dietas con altas inclusiones de fibra no suelen ser recomendadas, ya que pueden causar aumento del volumen fecal, rechazo alimentario y estreñimiento14. Sin embargo, en los pacientes diabéticos con obesidad asociada, la adición moderada de fibra puede ser una estrategia recomendada, ya que los gatos regulan la ingestión de alimentos por volumen y las fibras ayudan a reducir la ingestión excesiva de calorías, siendo útiles en el tratamiento26.

En un estudio que evaluó la respuesta de 16 gatos diabéticos al consumo de una dieta rica en fibras insolubles, se observó que la concentración de glucosa fue significativamente menor en comparación con el consumo de una dieta baja en fibra soluble27. Sin embargo, se destaca que aún existe mucha discusión sobre el tipo real de fibra y sus niveles, así como sus efectos metabólicos en la dieta de estos pacientes. Pero en un estudio en curso llevado a cabo por nuestro grupo de investigación, estamos observando resultados satisfactorios en gatos después de consumir una dieta con mayor contenido de fibras. Como se ilustra a continuación, en uno de los gatos evaluados, los niveles glicémicos estaban significativamente mejor controlados después de consumir la dieta (Figura 2), en comparación con el inicio de su uso (Figura 3).

Figura 2. Curva glucémica de un gato diabético tras el consumo de una dieta rica en fibra dietéticas [fuente: archivo personal (2025)].

Figura 2. Curva glucémica de un gato diabético tras el consumo de una dieta rica en fibra dietéticas [fuente: archivo personal (2025)].

Figura 3. Curva glucémica de un gato diabético en la primera semana de consumo de una dieta rica en fibra dietéticas [fuente: archivo personal (2025)].

Figura 3. Curva glucémica de un gato diabético en la primera semana de consumo de una dieta rica en fibra dietéticas [fuente: archivo personal (2025)].

Grasa, minerales y vitaminas

Estos macronutrientes no tienen, en su totalidad, necesidades específicas en los pacientes diabéticos. En cuanto a la grasa dietética, su presencia es favorable, ya que, al igual que las fibras, se ha reportado su función en el retraso del vaciado gástrico y, al igual que las proteínas, es eficaz en proporcionar la energía necesaria en comparación con los carbohidratos. Esto es ventajoso y evaluado en un estudio que observó que el consumo de dietas con alto contenido de grasa y proteína presentó concentraciones glicémicas más bajas en comparación con dietas ricas en carbohidratos en gatos diabéticos28. En cuanto a los minerales y vitaminas, estos tampoco tienen especificidades, ni evidencia de los beneficios de su suplementación en gatos diabéticos. Así, una dieta equilibrada ya se considera suficiente para un paciente con DM29.

¿Cómo ofrecer el alimento al paciente diabético?

Hablar sobre lo que importa en el manejo dietético de un gato diabético también implica hablar sobre cómo realizarlo, no solo qué suministrar, sino cómo suministrarlo. En los perros, se recomienda que el alimento se ofrezca junto con los periodos de aplicación de la insulina, principalmente debido al tipo de insulina utilizada en esta especie, que en su mayoría es una insulina de acción intermedia. Así, su pico, es decir, el momento de mayor acción, ocurre pocas horas después de su aplicación.

Pero al hablar de gatos, esta posible llamada de obligatoriedad no se aplica, especialmente si el animal está alimentado con una dieta baja en carbohidratos, lo que resultará en la ausencia de hiperglucemia posprandial30. Para esta especie, no existe un esquema estándar de alimentación y, el manejo se realiza de forma individualizada en su mayoría24. Normalmente, los gatos están acostumbrados a comer en pequeñas cantidades y varias veces al día, un comportamiento común que puede ser aceptable, especialmente en gatos obesos, siempre que se proporcione la cantidad fraccionada recomendada.

Sin embargo, algunos médicos veterinarios pueden preferir combinar la aplicación de insulina con el suministro de alimento, con el fin de tener un mayor control sobre la ingesta y el apetito, además de facilitar la aplicación de la insulina por parte del tutor, quien a menudo considera este momento como el más propicio y de menor estrés para el animal.

Conclusión

El manejo dietético de un gato diabético depende de las necesidades individuales de este paciente. Es fundamental proporcionar un alimento con las especificaciones nutricionales que favorezcan el control glicémico y, cuando sea posible, la remisión de lo DM. Sin embargo, como se ha aclarado a lo largo de este artículo, aunque actualmente existen diversos estudios que indican la composición alimentaria más favorable para esta especie, también se reconoce que el manejo dietético de un diabético no es una receta fija a seguir, sino un enfoque dirigido a un buen control glicémico. Así, lo que importa en el manejo dietético es comprender que no existe solo una recomendación dietética adecuada, sino que existe un paciente individual y con él, se debe buscar seguir lo máximo posible el enfoque de una dieta para un paciente diabético.

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